La semana pasada hablamos de la visita del Dr. Sergio Fajardo a Monterrey. El modelo “Medellín” que transformó la ciudad en términos educativos, culturales, políticos, sociales, urbanísticos y económicos.
Los alcaldes del área metropolitana de Monterrey han ido en varias ocasiones a Medellín a “importar” conceptos que puedan ser aplicados en Monterrey.
Primeramente, el contexto histórico de Medellín es parecido al de Monterrey, ciudades norteñas, con alta relevancia nacional, que tienen un río que divide la ciudad en dos y que llaman Ciudades Industriales cada una en su país.
El narcotráfico, el crecimiento del comercio informal, el crecimiento demográfico explosivo, el desborde institucional y la corrupción política son características que han compartido, dando una imagen de ciudad fracasada y rebasada.
A continuación voy a hacer un análisis en diferentes rubros de lo que sí se puede aplicar y no lo han hecho y lo que no se puede importar.
Lo que se puede importar:
Plan de acción
En 2003, el alcalde Fajardo planteó un gabinete cívico-técnico compuesto por expertos en cada área que buscaba un modelo integral de gestión. En Monterrey, se han planteado planes metropolitanos de desarrollo, esto ha quedado en una bonita idea.
Educación
El gobierno de Medellín puso énfasis total al tema educativo como punta de lanza de cambio. Con el eslogan “Medellín la más educada” inició un proceso de creación de espacios educativos en toda la ciudad, parques, bibliotecas, centros recreativos, centros de innovación y de ciencia- tecnología en todas las zonas incluso en las más marginadas y olvidadas.
En Monterrey, los barrios populares sistemáticamente se le han dado obras de poco gasto y poco calado. Existen siete centros comunitarios tan solo en el municipio de Monterrey. Sin embargo, dichos centros son del gobierno del Estado y no son administrados por personal municipal. Esa es una diferencia grande con el caso colombiano. Es decir, en el caso de Medellín, el gobierno municipal fue el encargado y administrador, no el departamento de Antioquia.
Un dato interesante sería conocer el impacto de estos centros en los índices de violencia y educación porque en el sector de La Alianza, por dar un ejemplo, la marginación se observa a flor de piel. Tan es así que el elevado número de teléfonos públicos en la colonia habla de la carencia de líneas fijas.
Urbanismo social
Medellín decidió transformar el transporte público (camiones, metro, metrobus, metro cable) buscando mayor inclusión, mayor alcance y mejor infraestructura en toda la ciudad. En Monterrey, para variar, el gobierno trae un debate de cambiarle los colores a los taxis… Sigue siendo un transporte caro, pobre infraestructura, déficit de coberturas y que no están integrados metro, camión, ecovía y metrobus de manera suficiente. Si bien existen programas como los de la tarjeta feria donde en un primer transbordo se paga la mitad, hay que recordar que el servicio del metro no se paga con tarjeta Feria y que si alguien aborda desde la Macroplaza, el metro para ir por la Ecovía por avenida Lincoln, el pago del metro ya no incluye algún descuento por abordar una ruta alimentadora como la del Barrio Acero en Solidaridad. O también mencionar que la instauración de la Ecovía afectó enormemente en los tiempos a la gente de Valle Verde o Santa Cecilia que ahora tienen que transbordar dos sistemas para ir al centro cuando antes abordaban un solo camión.
Inclusión y equidad
El gobierno municipal de Medellín buscó integrar, en colaboración con la sociedad, el tejido social por medio de políticas públicas de apoyo a los niños, a las comunidades marginadas y con alta presencia de programas sociales en los territorios donde los narcos reclutaban gente a sus filas. El alcalde Aníbal Gaviria con su programa “Buen Comienzo” atacó la marginación y desnutrición en los jardines de niños.
En el área metropolitana de Monterrey, ningún municipio tiene programas sociales en las zonas que manejan las pandillas o los narcos que hayan trascendido más allá de una administración.
Seguridad
De ser una de las ciudades más peligrosas del mundo, sus índices delictivos bajaron de 381 a 26 muertes por cada 100 mil habitantes.
La principal tarea del gobierno fue impulsar la educación, la integración y la cultura en la ciudad principalmente en los barrios más bajos y subrayo: el enfoque no fue en incrementar la represión.
En el área metropolitana de Monterrey, a pesar de contar con el CISEC (Centro de Información para la Seguridad de Estado, de Evaluación y Control de Confianza), Fuerza Civil, con la Universidad de Ciencias de la Seguridad, el resultado más exitoso ha sido la presencia de la Marina y el Ejército que son instituciones que no deberían deambular en las calles haciendo el trabajo de otros… como la policía. Y vemos que los alcaldes (caso San Nicolás) proponen aumentar el número de elementos u otros que alegan que hay que incrementar el armamento en los policías dado que el que tienen no les sirven para competir.
Como mencioné anteriormente, los gobiernos de Medellín atacaron fundamentalmente las zonas de reclutamiento o de almacenamiento de droga y geográficamente sus áreas de influencia. Es decir, el gobierno por medio de diferentes políticas públicas obstaculizó la llegada del narco a ciertos barrios. En nuestra área metropolitana, la estrategia ha sido clara y llanamente resolver el problema a balazos, a desarticular banda por banda y a ser reactivos a las balaceras cuando el ejemplo se nos ha dado de que es una pérdida de tiempo repetir el proceso, cuando se pudiera ocupar los barrios del narco de manera permanente, no solo con policías, sino con otras instituciones que ayuden a la población a salir de la marginación que viven.
Transparencia
Medellín ha transparentado sus cuentas públicas en las diferentes administraciones desde finales de los 90s hasta finales de los 2010s. Asimismo, la gente participa en las licitaciones de obra pública haciendo propuestas y sugerencias. En el caso de los parques, bibliotecas y centros comunitarios, los vecinos de la zona participaban en la selección del terreno, el nombre del centro y hasta el color de la edificación.
En el área metropolitana de Monterrey, ningún alcalde ha tenido interés en abrir las licitaciones a la opinión pública. Pocos conocen quienes son los proveedores y poco sobre lo que se ofreció a cambio. En cuanto a obra pública, tampoco se consensa con los vecinos y siempre la vialidad es un caos en las zonas de obras porque nunca se difundió con lujo de detalles el impacto de la obra en la zona.
Observaciones
El Modelo Medellín es un programa pragmático, directo, abierto con la población en un sistema que permite dicha participación y que contó con la voluntad política. En el área metropolitana de Monterrey a pesar de la existencia de la Asociación Metropolitana de Alcaldes, pocos resultados hemos visto en conjunto.
Apenas hoy, San Nicolás y Guadalupe sostuvieron un acuerdo de patrullajes bilaterales. Esperemos que la Asociación no quede en una bonita idea como otras en el pasado.
La desigualdad rampante en Monterrey es un claro ejemplo de las fallidas políticas públicas implementadas. En mi análisis, en general la mayoría de las medidas adoptadas en Colombia se pueden implementar, con excepción de algunas medidas de seguridad. El eje de la educación probó ser eficiente en la transformación, ese debería ser también el eje en Nuevo León para su transformación.
Lo dicho, dicho está.
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