LA ÉPOCA DEL EXTREMISMO

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En el mundo actual el pensamiento de distintas culturas, creencias e ideologías radica en el extremismo de una posición que cree tener, a costa de todo y de todos, la verdad absoluta.

Estás con Estados Unidos y la popularidad de Obama o te inclinas por la Rusia de Vladimir Putin; apoyas a la religión aún con sus arcaicas leyes divinas o eres un inhumano que ha caído en el pecado mortal. Eres heterosexual “sano y normal” o eres de los “open mind” con problemas de género.

Lo cierto es que esta cultura ha causado división, confrontación y eventualmente guerras inútiles en donde lo único que se pone en juego es la condición de quién pierde más.

Lo cierto es que esta cultura ha causado división, confrontación y eventualmente guerras inútiles en donde lo único que se pone en juego es la condición de quién pierde más.

Los intelectuales quieren dictar cómo y para qué vive el ser humano, están convencidos de tener la verdad total ignorando que el ser humano no entra en generalidades, que justamente es su espontaneidad la que lo hace único y que las leyes del “buen vivir” hace años que dejaron de funcionar.

En la era de los Millennials asociados a los emprendedores están quienes los acusan de “flojos” o faltos de seriedad, y estos a su vez, criminalizan la antigua cultura laboral en donde la oficina, 8-10 horas y un jefe era la mejor manera de obtener un mejor futuro basado en la seguridad. ¿Quién tiene razón? A ciencia cierta todos y ninguno.

Quieren que tomemos una postura sobre el aborto, sobre la pena de muerte, sobre los matrimonios igualitarios; quieren que apoyemos o ataquemos a la política, que llamemos corruptos a los servidores públicos a menos de que trabaje con ellos. Quieren obligarnos a elegir entre dos opciones totalmente opuestas, niegan la existencia de grises porque todo aquí es blanco y negro.

Ya no se premia la elocuencia, el equilibrio o la ecuanimidad. ¿Por qué tengo que estar en contra o a favor de la pena de muerte?, ¿por qué debo elegir apoyar o criticar a los matrimonios igualitarios?

Estas posiciones hacen más grandes las brechas sociales, marcan y delimitan las divisiones en una sociedad que necesita encontrar cohesión y unión. El mundo está urgido de encontrar grises, de lograr acuerdos en dos posiciones totalmente opuestas y de lograr la supervivencia humana en base a la tolerancia y la libertad.

Ya no se premia la elocuencia, el equilibrio o la ecuanimidad. ¿Por qué tengo que estar en contra o a favor de la pena de muerte?, ¿por qué debo elegir apoyar o criticar a los matrimonios igualitarios? Estas posiciones hacen más grandes las brechas sociales, marcan y delimitan las divisiones en una sociedad que necesita encontrar cohesión y unión.

No confundamos la apatía con la libertad, la tolerancia con el desinterés y mucho menos sigamos permitiendo que un grupo minoritario de personas en el mundo decidan la manera en la que “tienen que vivir” el resto de los seres humanos.

Permitamos que los grises nos ayuden a eliminar el extremismo, encontremos alianzas y acuerdos, toleremos al que le vale madre una u otra posición y solo quiere vivir en paz.

¿Quién dicta la belleza sino los ojos que la miran de diferentes perspectivas?, así mismo para el mundo.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

París es el Mundo

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París no es nuestro traspatio, sin embargo, los desgarradores ataques terroristas del fin de semana pasado se sienten con especial dolor en el mundo occidental. París es un reflejo de lo que está sucediendo en la escala mundial. Hoy, París es el Mundo. Estos párrafos -que de nuevo tuve que escribir en dos partes, ahí dispense- son un esfuerzo por conmensurar el gran panorama de la situación, para permanecer inteligentes ante las circunstancias y combatir el contragolpe de racismo y odio que estos atentados seguramente están propiciando en contra del Islam en el mundo occidental.

Desde hace cuatro años y medio existe una guerra civil en Siria que ha cobrado la vida de más de 250,000 personas, herido a más de 800,000, obligado a por lo menos 4 millones a huir del país en búsqueda de refugio y a 7.5 millones más a desplazarse de sus hogares huyendo de la violencia. Mucha atención se le ha dado a la consecuente crisis de los refugiados, calificada como la peor crisis humanitaria desde el genocidio de Rwanda.

La guerra en Siria es efecto de la llamada “Primavera Árabe”, una serie de protestas, revueltas y guerras civiles en contra de gobiernos autoritarios del mundo árabe con décadas al poder y a favor de una democracia.

La guerra en Siria es efecto de la llamada “Primavera Árabe”, una serie de protestas, revueltas y guerras civiles en contra de gobiernos autoritarios del mundo árabe con décadas al poder y a favor de una democracia. De esta Primavera, algunos países lograron derrocar a sus líderes y salieron relativamente ilesos, como fue el caso de Túnez, Egipto, Libia y Yemen; mientras que otros países como Bahrein sufrieron levantamientos más fuertes. Otros tantos experimentaron protestas que variaron en dimensión. Siria ha sido indudablemente el peor afectado, puesto que las condiciones de división política, social y religiosa, sumados a una desproporcionada represalia a las protestas pacíficas y crímenes de guerra por parte de las fuerzas de Bashar Al Assad, han favorecido un rápido escalamiento del conflicto.

El caso de Siria es en extremo complejo y representa el quiebre de numerosas tensiones preexistentes. De las que puedo enlistar se encuentran la creación de fronteras artificiales en la región del Medio Oriente por los poderes coloniales de Francia y el Reino Unido tras la 1ª Guerra Mundial, que apretujaron arbitrariamente a una diversidad de religiones y grupos étnicos; la promoción (también colonial) de una minoría religiosa para gobernar sobre las demás; el descontento social por la pobreza; la falta de oportunidades laborales; una prolongada sequía a causa del cambio climático que erradicó poblaciones enteras de ganado y cosechas de las poblaciones más vulnerables en los últimos años y la negligencia del gobierno de Assad para atender a estas necesidades, entre otras.

El problema ya no se trata de Assad y sus atrocidades, sino de nuevo de una guerra internacional en contra del terrorismo. ISIS ha probado ser uno de los grupos terroristas más violentos y exitosos de nuestros tiempos.

La situación no termina de complicarse, pues aprovechándose de la violencia y la división política en Siria, grupos militantes y yihadistas como ISIS (Estado Islámico en Irak y Siria) y el Frente al-Nusra (una rama nueva de Al Qaeda) embisten en medio del conflicto con la misión de establecer un califato islámico totalitario, hasta el punto en que el problema ya no se trata de Assad y sus atrocidades, sino de un revival de la guerra internacional en contra del terrorismo, otra demostración del choque de las civilizaciones de acuerdo a la teoría propuesta por Samuel P. Huntington en los noventa. ISIS ha probado ser uno de los grupos terroristas más violentos y exitosos de nuestros tiempos, y es aquí donde se comprende por qué Francia fue atacada. Previo a los ataques en París, Francia había incurrido directamente en dos bombardeos, uno en septiembre y otro a principios de noviembre, en contra de ISIS en Siria… causa y efecto, o un caso de estudio más de la aplicación del modelo racional de las Relaciones Internacionales.

De momento las intervenciones extranjeras disfrazadas de apoyo y amistad política no hacen nada más que prolongar el conflicto. La idea de que se busca estabilidad en la zona es también ridícula, puesto que vuelve a ser relevante el dicho de que “la cura a veces es peor que la enfermedad”. Observamos de nuevo un esquema parecido al de la Guerra Fría, en donde potencias extranjeras financian la milicia de un lado u otro de las facciones contendientes, inspirados por intereses económicos en la región y por la necesidad de demostrar una fuerte influencia política en las zonas de mayor conflicto a nivel global.

Se quede Assad o no, lo comprobado una y otra vez en las experiencias de vacíos de poder es que la guerra civil puede prolongarse aún más dadas las divisiones entre los diferentes grupos de oposición.

En este caso, mientras que los Estados Unidos, Francia y otros países europeos apoyan la salida del presidente Bashar Al Assad, afirmando que ha sido éste el responsable del estallido de la guerra, Rusia e Irán apoyan la idea de que retirar a Assad del gobierno va a causar mayor conflicto del que ahora existe. Ambos lados actúan con información imperfecta debido a la complejidad de la situación y una inhabilidad por poner un rostro claro al enemigo. Independientemente del resultado, se quede Assad o no, lo comprobado una y otra vez en las experiencias de vacíos de poder es que la guerra civil puede prolongarse aún más dadas las divisiones entre los diferentes grupos de oposición.

Se necesitarán décadas de conciliación estudiada y gran asistencia para la recuperación económica antes de lograr la estabilidad en un país tan destrozado como éste. Además de que queda la tarea de recuperar el sueño y las expectativas de la Primavera Árabe.

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Las Reglas Cambian

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En el sistema internacional, los actores son caracterizados por ser dinámicos y estratégicos al tomar sus decisiones. Estas decisiones, aún cuando son enfocadas a cierto problema, a su vez generan un impacto en la comunidad con un efecto dominó, debido a que vivimos en un mundo interconectado y globalizado.

Pero, ¿quién está dentro del sistema internacional, y cómo se mueven las piezas del juego? Este fin de semana se pudo ver claramente quienes son los interesados en formar parte del nuevo orden mundial en el sistema internacional. Nuestros principales candidatos son: Rusia y China; y del otro lado del mundo Estados Unidos, quien es el actual poder hegemónico, pero la duda es si sigue estando preparado para ser el “protector” del mundo.

¿Por qué Siria es importante e interesante para las potencias mundiales? Porque sus recursos naturales están conformados por 1/3 del petróleo del mundo y también del gas natural.

Se preguntaran ahora, ¿que no siempre han sido los mismos candidatos?, ¿o que no siempre Rusia y Estados Unidos han competido por ser el líder mundial? No del todo. Ahora más que nunca las cartas están sobre la mesa, pues en la actualidad tanto China como Rusia, y no por dejar a un lado el resto de los países del mundo, están en constante movimiento y ahora se está haciendo más notorio un cambio más significativo en las relaciones entre las grandes potencias desde el colapso de la Unión Soviética.
Lo que se ha dejado ver este fin de semana es que su tablero de juego ha sido definido y se está “jugando” en el territorio de Medio Oriente, teniendo a Siria como actor principal. ¿Por qué Siria es importante e interesante para las potencias mundiales? Porque sus recursos naturales están conformados por 1/3 del petróleo del mundo y también del gas natural. Que es considerado como el nuevo recurso natural o “nuevo petróleo”.

Ha sido un largo proceso el conflicto de Siria, donde las potencias se han vuelto a encontrar para poder esclarecer la guerra que tiene más de 5 años que comenzó.

Brevemente explicaré los hechos que detonaron el conflicto en Siria, y en qué momento los países decidieron entrar e involucrarse en las decisiones de Siria.

Todo empezó por la opresión que tenían los pueblos de Medio Oriente, por estar bajo el control de gobiernos autoritarios, hasta que surge el levantamiento de la sociedad en contra de sus líderes y logran derrocar al sistema; este movimiento fue llamado “La Primavera Árabe”. Al principio los países como Egipto y Túnez hicieron movimientos rápidos y decisivos en los que pudieron remover a sus dictadores de una forma concreta. En Libia, las protestas del pueblo contra Maumar Gadafi desataron una “pequeña” guerra civil que terminó con la muerte del dictador Gadafi. Lo que nos lleva a Siria, que ha sido una historia completamente diferente, pues fue gobernada bajo el régimen de Hafez al-Assad por 30 años, donde sí existieron renovaciones al país y hubo un crecimiento y modernidad, aunque todo esto surgió bajo una represión. A la muerte de Hafez, quien tomó el liderazgo fue su hijo Bashar al- Assad que es el actual presidente de Siria desde el año 2000, quien al principio de su mandato dio muestras de ser un líder nuevo, con ideales diferentes a los de su padre. Pero esto no duró mucho pues a la primera controversia con la ciudadanía regresó al viejo régimen estricto, restringió la libertad de expresión, cerró la economía del país y concluyó con que la democracia no estaba lista para su país o más bien su país no estaba listo para la democracia. Con lo que el pueblo sirio vivió unos doce años más hasta que volvió a surgir una revuelta donde miles de personas salieron a la calle a exigir un cambio y nuevas reformas, volviendo a seguir el ejemplo de los países antes mencionados.

De esto se detonó que empezaran a surgir grupos de rebeldes y que alzaran en armas contra el gobierno de Bashar-al Assad, y desde entonces existe una guerra civil que está azotando a los ciudadanos de Siria.

Al principio, Bashar al-Assad brindó una respuesta pacificadora, pero nada cambió, así que como consecuencia las protestas se multiplicaron y el gobierno se puso a la defensiva empezando a disparar contra los civiles y no dio más cabida a una resolución pacífica. Después de esto se detonó que empezaran a surgir grupos de rebeldes y que alzaran en armas contra el gobierno de Bashar-al Assad, y desde entonces existe una guerra civil que está azotando a los ciudadanos de Siria.

Aunado a esto lo acompaña una historia llena de rivalidades, pues después de la primera Guerra Mundial, los franceses y los ingleses fueron los que delimitaron las fronteras de Medio Oriente donde agruparon a diestra y siniestra etnias y religiones diferentes en los mismos territorios, por ejemplo: Cristianos, Shiitas, Sunnitas, Alawites etc.. Una de las etnias que posee el control en Siria es la etnia de los Alewites, la cual ha tenido el poder en Siria desde la época de los setenta a pesar de que sólo representa el 12% de la población en Siria. Y siguiendo la ideología de que los Assad querían tener controlado al país fuera de las manos de extremistas, todo aquel que rechazara la ideología de la etnia alawite sería oprimido.

Ahora, en este punto del conflicto —que se ha ido complicando cada vez más—, quiénes son los interesados en tenerlo ya por tanto tiempo y con tanta agonía, son sin más ni menos que nuestros candidatos China, Rusia, Estados Unidos.

Tanto Rusia como China tienen intereses en Siria y ellos han establecido abiertamente que la “Primavera Árabe” no ha brindado la seguridad suficiente a los países de Medio Oriente.

El mapa de Siria se ha dividido entre las potencias internacionales siendo que las fuerzas de al-Assad son apoyadas por Rusia, que como dato interesante ya contaba con una base militar dentro del país; Irán y China son países de Oriente en contra de Assad apoyando a la oposición se encuentran Estados Unidos, Turquía, Francia, Gran Bretaña y Arabia Saudita.
Ahora se preguntarán cuando entra la ONU a este conflicto o Estados Unidos viéndolo desde una perspectiva (donde ellos podrían detener un conflicto de esta magnitud), pues principalmente porque dentro de la ONU los países de Rusia y China han bloqueado cualquier sanción que quiera ser interpuesta al gobierno de Bashar al-Assad. Y volverán a preguntar, ¿por qué lo están bloqueando? Porque tanto Rusia como China tienen intereses en Siria y ellos han establecido abiertamente que la “Primavera Árabe” no ha brindado la seguridad suficiente a los países de Medio Oriente. Por otra parte, Estados Unidos entró en el juego de intereses cuando se “descubre” que Bashar al- Assad estaba utilizando armas químicas, aquí es donde existe una laguna para que Estados Unidos se pueda entrometer al cambio de reglas y anunció que él también estará brindando armamento a los rebeldes para que el gobierno en turno sea derrocado.

En la actualidad, el interés que ha despertado Vladimir Putin en intervenir en Siria, como veíamos, era por detener a los yihadistas y para reforzar que tiene una posición privilegiada en el área. Pero también ha mandado la siguiente señal a Estados Unidos donde Rusia puede hacer que funcionen las cosas en Medio Oriente y ganar apreciación de la sociedad y ofrecer nuevas alternativas como lo haría con Irak, cosa que no pudo hacer Estados Unidos. Y establecer que Rusia no es sólo la gasolinera del mundo, sino que es capaz y tiene la tecnología y los recursos para ser el nuevo líder internacional.

Estados Unidos, a pesar del esfuerzo que ha hecho de interponer su ideología al entrar en los países de Medio Oriente para que tengan una mejor estabilidad política y social, no ha demostrado que sus reglas del juego y su bandera —que son la libertad y la democracia— hayan sido suficientes para controlar y hacer desaparecer los problemas que existen en estos países, a los que han traído más tragedias y decepción. En este caso, Barack Obama debería dar un paso atrás o retirarse del juego, dar oportunidad a que otra potencia asuma el poder por el bien de la comunidad internacional, no por el bien de sí mismo.

Estados Unidos, para que siga siendo el líder, necesita bases sólidas y no jugar con las alianzas ya establecidas como si fueran de carácter transnacional.

Por otra parte, Estados Unidos tiene recursos que las otras potencias carecen, como las alianzas establecidas, por ejemplo: la OTAN. Estados Unidos, para que siga siendo el líder, necesita bases sólidas y no jugar con las alianzas ya establecidas como si fueran de carácter transaccional. Otra cosa a su favor es el poder militar que tiene, pero algo en contra son las decisiones del Congreso, y es su mayor obstáculo las políticas disfuncionales en Washington donde ha sido centralizado su poder. Eso no es sólo una mala publicidad para la democracia, sino que también obstaculiza el interés de Estados Unidos.

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Putin y su nueva Rusia

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Desde el regreso de Vladimir Putin en el 2012, Rusia ha tomado un papel más agresivo en el panorama internacional. En tan solo tres años, el gobierno de Putin ha logrado involucrarse en polémicas situaciones internacionales donde, la mayoría de las veces, el estado sale impune. En perspectiva, podríamos decir que desde su primer mandato, los objetivos de este presidente fueron, y siguen siendo, el regresar a Rusia al estado poderoso que era durante su época como parte de la Unión Soviética.

En tan solo tres años, el gobierno de Putin ha logrado involucrarse en polémicas situaciones internacionales donde, la mayoría de las veces, el estado sale impune.

Dentro del país, Putin ha logrado establecer un control sobre la mayoría. La oposición está disminuyendo, los medios son censurados, las asociaciones civiles vigiladas y los fuertes ejecutivos o empresarios se alejan de la política por miedo a perder su patrimonio. Ejemplos claros de esto son: primero se tiene la aprensión y detención de Mikhail Khodorkovsky, al cual se le arrebato su compañía Yukos Oil, y también a Vladimir Evtushenkov, al cual se le obligo a entregar su OAO Bashneft; segundo, tenemos el más reciente asesinato de un líder de oposición Boris Nemtsov, el cual no solo fue asesinado frente al Kremlin, sino también fue parte de una investigación poco fiable.

La oposición está disminuyendo, los medios son censurados, las asociaciones civiles vigiladas y los fuertes ejecutivos o empresarios se alejan de la política por miedo a perder su patrimonio.

Está fuerte manipulación de la política a su gusto y parecer ha vuelto a Putin un mandatario a temer. Sus fuertes campañas militares en Ucrania, y ahora en Siria, son una clara demostración de poder militar, como también un reto hacia los demás países que busquen detenerlo. A pesar de esto, se han impuesto multas y sanciones económicas por parte de los países miembros de la ONU, lo cual, hasta la fecha, no ha detenido ni en lo más mínimo el interés de Rusia por expandir su área de influencia.

Sus fuertes campañas militares en Ucrania, y ahora en Siria, son una clara demostración de poder militar, como también un reto hacia los demás países que busquen detenerlo.

A pesar de la fuerte oposición internacional en contra de las movilizaciones militares, el gobierno ruso ha sido constante en avalar sus acciones. En el caso de Ucrania, argumentando la defensa de simpatizantes pro-Kremlin, los cuales eran presionados por el gobierno ucraniano; y en el caso Siria, la defensa del puerto de Tartus en contra de los rebeldes. En cambio, gracias a la cobertura internacional, hemos podido observar los rápidos y bélicos movimientos de la armada rusa, en el caso de Siria, en contra de ambos rebeldes y simpatizantes del gobierno de Al-Hassad.

Gracias a la cobertura internacional, hemos podido observar los rápidos y bélicos movimientos de la armada rusa, en el caso de Siria, en contra de ambos rebeldes y simpatizantes del gobierno de Al-Hassad.

Si nos permitimos especular, podríamos basar la mayoría de las invasiones a un solo objetivo: el control de las líneas de distribución petroleras en la zona. Las líneas de gasoductos que cruzan por Ucrania beneficiarían increíblemente las ventas de petróleo ruso, el cual es principalmente consumido por países miembros de la Unión Europea. En el caso de Siria, Rusia jamás ha destacado por ser un país con intereses en Derechos Humanos o con una agenda humanitaria, así que se puede argumentar que su involucración en el país es plenamente una estrategia de distracción, la cual le permitirá enfocar mayores recursos en Ucrania sin que la presión de la mirada internacional afecte sus planes.

Las líneas de gasoductos que cruzan por Ucrania beneficiarían increíblemente las ventas de petróleo ruso, el cual es principalmente consumido por países miembros de la Unión Europea.

En pocas palabras podemos decir que Putin ha vuelto de su país una nación maquiavélica. Su objetivo: el crecer la economía, poder e influencia de Rusia en el mundo. Es impresionante el observar cómo ha logrado maniobrar las críticas, presión y hasta sanciones económicas sin dar un paso atrás. Se podría decir que estamos observando una pérdida de poder de las hegemonías de occidente, y cómo países antes olvidados han comenzado a tomar una mayor participación. Sin avalar sus métodos, es posible que Putin haya ya logrado postrar a Rusia no solo como una potencia, sino también una sociedad y fuerza a la cual se debe de temer y tomar con cautela.

Se podría decir que estamos observando una pérdida de poder de las hegemonías de occidente, y cómo países antes olvidados han comenzado a tomar una mayor participación.

Honestamente, solo nos queda continuar observando el desenlace de estos conflictos. Puesto que Rusia no se ha visto dispuesto a ceder en sus constantes ataques en diversos países, es muy probable que continúen repitiendo tales acciones en distintos territorios hasta lograr su acometida.

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