La migración ilegal es un fenómeno que impacta tanto a los individuos que migran, como a los países emisores y receptores. En algunos casos de migración ilegal de México a los Estados Unidos, el fenómeno se percibe como un medio de escape hacia una mejor calidad de vida donde las oportunidades son abundantes. Sin embargo, en ocasiones no migra la familia completa; y quienes permanecen en el país emisor sufren de una dependencia de la recepción del dinero que envía quien labora en EE.UU. (remesas).
En cuanto a quienes resultan afectados, las familias que reciben (o viven de) remesas, pueden terminar por estancarse económicamente. “[L]a dependencia que el país tiene sobre el flujo de remesas es […] profunda al tocar aspectos como la educación, la expectativa de vida y el aumento de su ingreso, situación provocada por la debilidad económica y la falta de creación de empleos bien remunerados en México” (de la Cruz, Núñez, 2013, pág. 119), lo que significa que quienes se quedan en casa, se encuentran sujetos a la satisfacción de necesidades del día a día y no al largo plazo, por medio de este ingreso. Según Delgado y Olvera en su publicación de 2018,
“[E]l principal destino de las remesas familiares es para gastos de comida, personales y pago de servicios (59.3 por ciento), le sigue su uso para atender enfermedades, emergencia o imprevistos (25.4 por ciento), educación de los hijos (7.1 por ciento) y la compra, reparación, ampliación o remodelación del hogar (4.9 por ciento). Tan solo el 2.5 por ciento se destina a inversión en un negocio y el 2.1 por ciento para comprar algún bien o activo (animales, terrenos, autos, etc.). Otros gastos ocupan el 10.2 por ciento (Cuadro 1).” (pág. 249)
Lo que sustenta la premisa de que las remesas cubren necesidades de una manera superficial y no representan un mecanismo para la movilidad social y constituye una consecuencia importante y negativa de la migración desde el punto de vista del país emisor.
Pero, ¿Cómo contrarrestar la migración?
Sin duda, la solución a la migración en masa a países desarrollados, es la creación de condiciones formidables en el país emisor de migrantes; para lograrlo, es importante verificar el cumplimiento de políticas públicas que generen mecanismos de captación. Debido a que las remesas no son un mecanismo para erradicar la pobreza, y solamente la atenúan, simbolizando una solución superficial y la apariencia de bienestar, deben existir programas de inclusión social y acción bilateral para reducir los incentivos para migrar, y también los de contratar personas con sueldos muy bajos y en condiciones laborales poco humanas. Debido a que el problema involucra a dos actores nacionales, la solución también debe hacerlo. En el caso de México-EUA, y posiblemente en el de muchos otros países, la creación y regulación de comisiones y compactos globales que capten a las personas en su país y propicien su desarrollo, es vital. En un artículo de Brookings, sobre la construcción del muro fronterizo entre ambos países, se propone la creación de un sistema de información compartida que le permita al gobierno mexicano (y otros gobiernos latinoamericanos) y al estadounidense, detectar los puntos de potencial migración y/o búsqueda de asilo político (Bahar, 2018). Con esto, se puede actuar al respecto y revisar las condiciones de las personas para migrar, reducir su deseo de cruzar una frontera ilegalmente al darles certidumbre de que tendrán los documentos para hacerlo, o incluso, la seguridad de que migrar deja de ser una necesidad, puesto que la vida en el país de origen, puede ser digna también.
Referencias interesantes:
Bahar, D. (2018) A wall can’t fix what global migration and refugee compacts can. Brookings. Recuperado el 31 de marzo de 2019 de: https://www.brookings.edu/blog/up-front/2019/01/10/a-wall-cant-fix-what-global-migration-and-refugees-compacts-can/
De la Cruz, J. L., & Núñez, J. A. (2013). Remesas, consumo y desarrollo humano: evidencias de la dependencia de México. Análisis Económico, 28(67), 93-121.
Delgado y Olvera, 2018, “Confrontando el discurso dominante: las remesas bajo el prisma de la experiencia mexicana”, REMHU, Rev. Interdiscip. Mobil. Hum., Brasília, v. 26, n. 52, abr. 2018, p. 243-263, http://www.scielo.br/pdf/remhu/v26n52/2237-9843-remhu-26-52-243.pdf