PAN CDMX denuncia uso de recursos públicos en pintas de bardas de #EsRosaIcela

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El Partido Acción Nacional (PAN) en la Ciudad de México presentó una queja ante el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) en contra de la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, por la pinta de bardas con su imagen y la leyenda #EsRosaIcela. Los panistas denunciaron que estas pintas presumiblemente se están realizando con recursos públicos que podrían ser destinados a mejorar la seguridad en la capital.

El diputado local Ricardo Rubio señaló que la funcionaria federal está pintando bardas por toda la ciudad en un intento desesperado de buscar ser jefa de Gobierno, siguiendo el ejemplo de Claudia Sheinbaum, y llevando a cabo actos anticipados de campaña. Esto, según Rubio, atenta contra el Estado democrático de derecho, genera inequidad en la contienda y desequilibra la competencia política.

Rubio también criticó que mientras la oposición aún no ha elegido a su candidato o candidata, las corcholatas de Morena (el partido en el poder) ya hacen campaña de manera ilegal e institucional, despreciando la ley y el Estado de Derecho. En cambio, el PAN buscará hacer valer las normatividades electorales establecidas para garantizar una contienda justa y equitativa.

El representante del PAN en la Ciudad de México, Andrés Sánchez Miranda, destacó que la secretaria Rosa Icela Rodríguez debería ocuparse en ayudar a mantener la Ciudad libre de criminales y garantizar la tranquilidad de las mujeres, en lugar de hacer campaña en lugar público. Sánchez Miranda recordó que durante casi cuatro años de gobiernos de Morena, el país ha enfrentado altos niveles de violencia, desapariciones forzadas y homicidios dolosos, y la secretaria federal debería centrarse en cumplir con su responsabilidad en lugar de promocionarse con pintas en bardas.

(Fuente: Luis Cárdenas MX)

Reforma electoral debe tener visión de Estado y no estar basada en “revanchas”, dice Lorenzo Córdova

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El presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, dijo este martes que una reforma electoral como la planteada por el presidente Andrés Manuel López Obrador debe estar basada en un diagnóstico serio, con visión de Estado y no en fobias personales.

Añadió que no puede plantearse con la intención de desmantelar el andamiaje electoral que el país ha construido en los últimos 30 años.

“Cualquier reforma electoral debe partir de un diagnóstica claro y de un proceso de deliberación incluyente, con visión de Estado que, sin revanchas, filias o fobias puede enriquecer el modelo electoral que hoy tenemos, que es exitoso, sin duda, pero que también, por supuesto es perfectible”, señaló Córdova.

Durante su participación en el evento “Elecciones 2021. Contexto y análisis postelectoral”, organizado por el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) aseguró que los comicios del 6 de junio demostraron que el sistema electoral funciona bien.

Calificó de “una paradoja que cuando las autoridades electorales gozan de mayor prestigio entre la ciudadanía, a lo largo de los últimos 30 años de transición a la democracia, incluso en el ámbito internacional, las iniciativas para una reforma electoral reflejan una intención de desmantelar el arreglo democrático”.

Córdova ha salido al paso de las declaraciones de López Obrador, quien en las últimas semanas ha reiterado que enviará una reforma para renovar al INE y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), organismos autónomos a los que ha cuestionado duramente.

“Va a ser integral, vamos a plantear lo que tiene que ver con la organización de las elecciones, el papel del INE, del Tribunal Electoral, las facilidades para que todos puedan participar, que no haya obstáculos (…) y que pueda haber una auténtica democracia”, dijo López Obrador sobre la propuesta de reforma.

Las acusaciones del mandatario contra esas instituciones han aumentado desde las pasadas elecciones intermedias del 6 de junio, cuando su partido y aliados ganaron el poder en la mitad de las 32 gubernaturas, pero perdieron la mayoría calificada de dos tercios del Congreso.