Elon Musk expresó su desaprobación al plan fiscal impulsado por Donald Trump, al señalar que incrementa el déficit y complica las tareas del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), organismo que ha encabezado como asesor especial. El paquete fue aprobado por la Cámara de Representantes y ahora está en revisión en el Senado.
Musk calificó como decepcionante la propuesta, que considera excesiva en gasto y alejada de los objetivos de eficiencia administrativa que él y su equipo promueven. En entrevista, dijo que un proyecto puede ser grande o funcional, pero que difícilmente puede ser ambas cosas.
El plan busca extender recortes fiscales implementados en el primer mandato de Trump y aumentar los fondos para control fronterizo y política migratoria. Estos ajustes se financiarían parcialmente con reducciones en programas sociales, aunque los cálculos proyectan un fuerte aumento en la deuda nacional a largo plazo.
Aunque ha mantenido cercanía con la administración, Musk anunció que reducirá su participación en el DOGE. La decisión coincide con una caída reciente en las ganancias de Tesla y con una etapa de transición dentro del gobierno federal tras la implementación de medidas de austeridad.