Impugnará Morena medida del INE contra #LaMañanera

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MORENA ha decidido impugnar la restricción aprobada este viernes por el INE en donde se le prohibe al presidente usar su plataforma durante conferencias y eventos públicos para hablar de las elecciones. 

Por medio de su cuenta de Twitter, Mario Delgado, dirigente nacional del Partido Movimiento de Regeneración Nacional, calificó de censura estas restricciones.

“Seguiremos dando la batalla al @INEMexico. Vamos a ir al Tribunal para garantizar la libertad de expresión de todas y todos los mexicanos. Recordemos la época en que el presidente de la República daba una entrevista o dos al año y se desaparecía. Ahora el presidente se da a la tarea de informar y rendir cuentas; eso para los consejeros del @INEMexico es propaganda”, expresó.

El Instituto Nacional Electoral señaló que cualquier funcionario público, incluido el presidente, deberá abstenerse de tocar temas relacionados con partidos políticos, candidaturas, etapas de procesos electorales, alianzas, coaliciones, financiamiento público, acceso a medios de comunicación, entre otros. Sin embargo, el presidente podrá seguir realizando sus conferencias matutinas sin caer en juicios y opiniones con relación a la contienda electoral.

Con información de: “Forbes México”. 

PAN responde a México Libre y lo acepta sin sus condiciones

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En una carta publicada en redes sociales, el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, respondió a México Libre. Aquí dijo que se encuentran abiertos a unirse a otras opciones políticas y aceptó integrar a miembros de México Libre, la iniciativa de Felipe Calderón y Margarita Zavala, sin embargo, indicó que no aceptarán condiciones para esta alianza.

Después de no conseguir su registro, México Libre indicó que buscaría alianzas con otros partidos para llegar al proceso electoral. Sin embargo, con respecto a su unión con el PAN, esta organización puso una serie de condiciones.

El pasado domingo cuando la organización de Calderón y Zavala lanzó un escrito el que establecía 11 “condiciones mínimas” para integrarse a Acción Nacional, para conformar un bloque opositor y derrotar a Morena en los comicios del próximo año.

Algunas de estas condiciones son: integrar a los dirigentes del movimiento en la cúpula partidista, honrar su tradición democrática y su histórico aporte a la transición electoral y la división de poderes y “cortar de tajo las prácticas que, impulsadas por ámbitos de complicidad interna, llevan a postulaciones de personajes que resultan impresentables para muchos mexicanos“.

Ante dichas exigencias, Cortés contestó dando la bienvenida a la llegada de más ciudadanas y ciudadanos al partido, no obstante, indicó que el arribo debe ser sin condiciones.

En la carta publicada mediante las redes sociales del partido se lee: “Nuestra visión está puesta en e 2021, no en el 2018, y del mismo modo exigimos al actual gobierno federal que resuelva el presente y construya el futuro, lo mismo nos exigimos nosotros“.

Con información de Reporte Índigo

Coaliciones: Camino a la victoria

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A unos meses de definirse los contendientes para las elecciones de 2018, los partidos comienzan a dejar ver sus objetivos, estrategias y acciones políticas para poder llegar a la silla presidencial, teniendo a la mano infinidad de mecanismos que permitan esta meta. Una de las herramientas más utilizadas es aquella de la coalición entre partidos, una estrategia que ha ido creciendo, y que, gracias a ella, ha dado cabida a victorias inesperadas con grandes cambios en el sistema mexicano. Recordando la coalición victoriosa de PAN-PVEM, a cargo de Vicente Fox, ganando la presidencia en 2000, la primera transición política. O la ya muy usada asociación PRI-PVEM, misma que llevó a Enrique Peña Nieto a la presidencia, y que ha sido de gran utilidad en recientes elecciones para ambos partidos, brindando la posibilidad de hacerse de poder a lo ancho del país.

Es de gran notoriedad que los partidos más grandes están buscando consolidarse mediante esta vía, analizando la mejor combinación posible para lograr el triunfo el año próximo.

Pero una coalición no es una simple suma de votos, donde los partidos más chicos venden su fuerza al mejor postor (aquel que le brinde mayor posicionamiento político), las coaliciones tienen como principales objetivos ser una eficiente alternativa para tener acceso al poder, incrementar la pluralidad partidista y fomentar la democratización política mediante la participación de la oposición, sin caer en un bipartidismo que daña directamente al país.

Sin embargo, la esencia de las alianzas se ha perdiendo en México, desempeñándose incorrectamente, incumpliendo dichos objetivos y poniendo en duda la funcionalidad y credibilidad de la partidocracia. Los partidos más chicos han llegado al grado de venderse, por no decir prostituirse, bajo la bandera de una alianza política.

Y es que estos, los partidos pequeños, son los más grandes favorecidos como resultado de esta colectividad, sin importar si se consigue el triunfo o no. Debido a que la asociación les asegura mantener el registro y continuar en al ámbito político, anteponiendo sus intereses partidistas sobre la verdadera razón y función de las coaliciones. Se ha convertido en mera costumbre política y todo un negocio la asociación entre partidos, inclusive entre aquellos que ideológicamente son antagonistas. Los ideales quedan en segundo término cuando de sobrevivir se trata.

El abuso de esta práctica se ha monopolizado y los partidos de reciente creación o de menor tamaño juegan un rol de acompañantes en cada elección, en un juego político incoherente y tergiversado, donde un partido puede ser aliado de otro, aunque posean una idiosincrasia contraria, o aliarse en una región y ser adversarios en otra en el mismo año, en la misma elección.

Por lo pronto las alianzas partidistas son un mal no tanto necesario, pero sí muy presente en la vida política del país, donde a los partidos políticos más grandes se les acabo la capacidad de bastarse para sí mismos compitiendo solos, y dejando entrever que en la actualidad ningún partido logrará la victoria por méritos propios. No les queda más opción, que dejar a un lado toda vanidad y orgullo, juntándose hasta con su acérrimo rival, siempre y cuando esto les otorgue la presidencia, que para el 2018 no será cualquier victoria, sino un gobierno en la etapa de mayor incertidumbre política, social y económica.

El futuro del país pende de la próxima alianza y su capacidad para persuadir la mayor cantidad de electores. Esperemos se la más óptima y no la más incongruente.