En los últimos meses hemos observado una innumerable cantidad de sucesos en los que personas inocentes que transitaban o se encontraban en el lugar equivocado, en el momento equivocado, han perdido la vida debido a la mala calidad de en la construcción de las obras, por negligencia o descuido por parte de las autoridades o por clara corrupción en los tramites y permisos de construcción de cada una de estas obras.
Luego del devastador terremoto de 7.1 grados que azotara la Ciudad de México y entidades vecinas, tras el desplome y severas afectaciones en más de 10 edificios nuevos, se dejó en evidencia la clara negligencia y corrupción por parte de las autoridades al no garantizar que la construcción de dichos edificios se hicieran con las medidas y precauciones necesarias para la actividad sísmica.
Semanas atrás en el estado de Morelos, pudimos conocer el lamentable caso donde dos integrantes de una familia perdieran la vida en el socavón del “Paso Exprés” de reciente inauguración por las autoridades. Este es otro claro caso de corrupción, donde diversas autoridades son responsables de la tragedia, tanto el Gobierno Federal a través de la SCT y el Gobierno del Estado de Morelos, es verdaderamente lamentable la corrupción e impunidad con que se sigue actuando en el país, pues al día de hoy no hay quien se haga responsable de este lamentable accidente.
Recientemente en Monterrey, N.L., conocimos la triste noticia del accidente donde una mujer perdiera la vida en un socavón. Una muestra más de la incapacidad, ineficacia y corrupción de nuestros gobiernos, es una verdadera pena que sigamos tolerando administraciones que no velan por la seguridad de la ciudadanía. La ciudadanía organizada debemos exigir a las autoridades transparencia y rendición de cuentas para que realicen su trabajo con eficacia y se eviten todas estas tragedias, que claramente, si se hubieran hecho correctamente desde un inicio se pudieron evitar.
Con el pasar del tiempo, el socavón en Cuernavaca, el de Monterrey y los edificios nuevos que colapsaron tras el sismo del 19 de septiembre permanecerán por siempre en el pensamiento colectivo como Monumentos a la Corrupción en nuestro país.