México y Cannabis: la aprobación que viene

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El día de ayer, las Comisiones Unidas de Justicia, Salud y Estudios Legislativos Segunda del Senado de la República, analizaron, discutieron y aprobaron el Dictamen que regula el consumo de cannabis en nuestro país, el cual resultó ser un tema que dividió a los Senadores ante un escenario delicado respecto a la violencia relacionada al crimen organizado. La cannabis sativa (marihuana) es una de las plantas cuyas propiedades generan una fuerte discusión respecto a su consumo tanto en nuestro país como en el mundo. Ya sea desde un uso recreativo, médico o en rituales, la comúnmente llamada marihuana, ha ocasionado debates desde perspectivas jurídicas, políticas, médicas y sociales. 

Sin embargo, como escribe Juan Ramón de la Fuente: “La marihuana es quizá el producto más conocido y también el más controvertido, pues dentro del imaginario social su consumo como droga (más allá de sus bases químicas, potencialmente dañinas para la salud) está ligado a un estigma que identifica a sus usuarios con la enfermedad y la delincuencia”.Y es, en este sentido, libre de preconcepciones que aluden a una catástrofe de salud debido a una asociación a la violencia o adicciones, donde debemos ubicar el análisis y discusión a favor de una política pública en materia de salud que tome en cuenta las distintas visiones médicas y científicas con perspectiva de derechos humanos tiene como origen la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desde finales del  2019, en donde mandaba que el Senado de la República debe emitir legislación en la materia. La Corte ha establecido que el Estado está obligado a garantizar el derecho a la protección de la salud desde dos dimensiones; una, individual que se traduce en la atención específica de la salud y bienestar de una persona y; otra, la social en donde se encuentran las “acciones necesarias para alcanzar ese fin, como el desarrollo de políticas públicas, controles de calidad de los servicios de salud, identificación de los principales problemas que afecten la salud que afecten al conglomerado social”. En ese tenor, podemos encontrar estos mecanismos de política en materia de salud, que pretenden colocarse como un método de tratamiento médico como otros existentes. 

Como podemos ver, la discusión en México sobre la regulación del consumo del cannabis se encuentra en dos sentidos: en términos del derecho a la salud y el libre desarrollo de la personalidad, siendo este último, un derecho privilegiado por el mismo tribunal constitucional declarando inconstitucional la prohibición absoluta del consumo lúdico de la marihuana.  El Dictamen propone reformas a la  Ley  General de Salud, al Código Penal Federal y crea la  Ley General para la Regulación y Controles Cannabis. En primer término, dicha propuesta intenta reformar los artículos de la legislación en materia de salud y legislación penal que ya fueron declarados inconstitucionales por la Suprema Corte, además de reformar y adicionar artículos  para que estén conformes a la permisión del consumo de esta planta, permitiendo hasta cuatro plantas  de cannabis controlados y posesión hasta 28 gramos, generando un uso lúdico para asociaciones formalizadas y de investigación, farmacéutico, paliativo e industrial. El punto más importante de la propuesta de Ley en este tema, es la creación del Instituto Mexicano del Cannbis, el cual dependerá de la Secretaría  de Gobernación, el cual tendría como objeto la regulación del uso, control sanitario y coadyuvar con autoridades. La discusión en Comisiones fue sumamente diversa. La bancada del Partido Acción Nacional se posicionó en contra de esta regulación, argumentando que esto no abona a la lucha contra el crimen organizado y que se convierte en una amenaza para el sistema de salud. El PRI fue  sumamente cauteloso al decir que votaban el Dictamen en lo general  pero presentarían propuestas en la discusión particular. Sin  embargo, a pesar de su  aprobación general, existen varios temas pendientes que deben ser aclarados lo más pronto posible. Esta regulación no va más allá respecto a la participación privada en el ramo, que sí bien, plantea una centralización de las semillas, no analiza con mayor profundidad una mayor dinámica en este sector. Otro tema pendiente es una regulación sobre las asociaciones de cannabis y sus requisitos, autoridades de vigilancia a estos centros y cuales serán las condiciones para sus usuarios, así como medidas de atención. Los dos grandes temas que deben plantear los Senadores, son esquemas para la prevención de adicciones y políticas desde un sentido de atención integral con la entrada en vigor de la permisión del consumo de cannabis, y sobretodo, eliminar y armonizar con respeto al principio a un principio de exactitud de los delitos, ya que no queda claro el esquema de penas y delitos en esta materia. Desde otra perspectiva, tampoco queda claro cual será la participación de los estados dentro de esta discusión, ya que los impuestos establecidos para esta planta no son claros sobre si las entidades federativas podrán generar impuestos estatales o serán exclusivamente federales, así como el papel regulatorio de las entidades. 

Debemos celebrar que transitamos de un modelo de criminaliza y penaliza a los consumidores, a uno que respeta sus derechos humanos y que genera nuevos mecanismos para que las personas que decidan consumir esta sustancias, puedan hacerlo en ambientes controlados que reduzcan  algún impacto negativo en la sociedad Sin duda la discusión no es legalizar o no legalizar, sino cómo hacerlo. Estamos ante una oportunidad histórica de justicia social y de iniciar un tramo de justicia transicional con enfoque en derechos humanos que permita un México justo, tanto para los consumidores como los agricultores como los comerciantes y la salud pública. 

Guerra contra el Alcohol y sus Lecciones

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“Daña las células del cuerpo, especialmente las del cerebro,” “causa pobreza y criminalidad,” “frena el progreso,” “disminuye la esperanza de vida un 11%,” “causa inmoralidad,” “reduce la eficiencia de los trabajadores.” [1] No, no estamos hablando de las drogas. Todas estas consignas fueron utilizadas a principios del siglo XX durante la campaña contra el alcohol en Estados Unidos, y que logró su cometido en enero de 1920 con la Ley Volstead. Esta ley declaraba el consumo de cualquier bebida con más de .05% de alcohol ilegal.

La Profesora Lisa McGirr, narra en su recuento [2] como en contra de toda expectativa, la Prohibición no logró frenar el consumo del alcohol en ningun momento. El precio del alcohol subió en el mercado, enriqueciendo a las organizaciones criminales que decidían sumarse al negocio, mientras que la gente más pobre optaba por fabricar una versión casera o moonshine. Las mafias se volvieron tan poderosas que llegaron a entablar relación con miembros de la policía y el gobierno. Aunque el consumo era generalizado, los arrestos solo afectaron a las clases vulnerables, y no a la gente blanca de clase media y alta. La violencia en las calles aumentó por conflictos territoriales entre mafias y se romantizaron las figuras de sus jefes, como Al Capone. ¿Suena familiar?

No es extraño notar el paralelismo que existe entre la guerra contra el alcohol y la guerra contra las drogas. México ha experimentado los mismos problemas; el negocio de las drogas ha beneficiado a decenas de cárteles y la corrupción nos define culturalmente a nivel mundial. Los enfrentamientos entre cárteles enemigos, sumados a los que se dan contra la policía y el ejército, han normalizado una atmósfera de violencia en las calles. La sociedad también ha romantizado figuras como la del Señor de los Cielos y El Chapo a través de música y series de televisión. La diferencia entre ambas guerras es que ya hemos aceptado que la del alcohol fue un fracaso.

¡Sorpresa! En 2014, la droga ilícita más consumida no ocasionó ninguna muerte en EU – la marihuana [6]; un estudio reciente reveló que el uso excesivo de esta droga solo afecta la memoria de corto plazo [7].

Actualmente el consumo regulado de alcohol es algo que se ve normal. Pero, ¿Por qué no es lo mismo con las drogas? La lógica nos diría que debe ser porque son más peligrosas que el alcohol, pero la realidad es que la bebida sigue siendo una importante causa de mortalidad. En EU se estima que cada año 88,000 muertes están relacionadas con su consumo [3]. En México a diario se encuentran notas sobre accidentes de auto ocasionados por conductores intoxicados, y no es raro conocer gente que padece de alcoholismo. A pesar de esto, resulta impensable su prohibición, y se opta por fomentar un consumo responsable.

Aún más letal que el alcohol, es el consumo de tabaco; otro vicio legal que cobra 480,000 vidas al año en EU [4] y 130 al día en México [5]. ¡Sorpresa! En 2014, la droga ilícita más consumida no ocasionó ninguna muerte en EU – la marihuana [6]; un estudio reciente reveló que el uso excesivo de esta droga solo afecta la memoria de corto plazo [7]. Ese mismo año 17,465 decesos fueron ligados al consumo de cocaína y heroína [8], números que siguen siendo inferiores a las muertes ocasionadas por el alcohol, el tabaco y la violencia derivada de la misma guerra contra las drogas.

México ha experimentado los mismos problemas; el negocio de las drogas ha beneficiado a decenas de cárteles y la corrupción nos define culturalmente a nivel mundial.

Vendría siendo hora de cambiar la estrategia y optar por hacer de éste un tema de salud pública y no de seguridad. Rubén Aguilar V. y Jorge G. Castañeda argumentan que “una legalización de facto permitiría suprimir parte de la criminalidad vinculada al narco; cobrar impuestos; reducir las impurezas y el carácter tóxico al máximo; además de facilitar el tratamiento a quienes sean adictos, para desintoxicarse si así lo desean” [9].

Cada vez más personas apoyan la legalización de -por lo menos- la marihuana, por ejemplo José Mujica y Bernie Sanders. Otros, como Felipe Calderón, sostienen que esta no sería la solución para eliminar la violencia, ya que el principal problema es la existencia del crimen organizado en sí [10]. Y es cierto, en especial considerando que tienen otras fuentes de ingreso, y éstas van desde secuestros, extorsiones y piratería, hasta la venta ilegal de crudo y hierro. Esto quiere decir que aunque el tráfico de drogas deje de ser rentable, la desaparición de las organizaciones criminales no está garantizada.

Habría que mirar más a fondo entonces, ¿Cuáles son las problemáticas sociales que empujan a la gente a la criminalidad y la violencia? La falta de oportunidad en educación y trabajo, la marginalidad en la que viven tantas comunidades, el racismo evidente que sufre la población indígena, entre muchas otras… Está claro que para resolver el problema se deben atender varias cuestiones, de las cuales revalorar la ilegalidad de las drogas es solo una. Pero la experiencia dicta que estas cuestiones tienen menos que ver con armas y más que ver con una sociedad igualitaria.

[1] “Anti-Saloon League Collection,” Westerville Public Library, http://www.westervillelibrary.org/antisaloon.

[2] Lisa McGirr, The War on Alcohol: Prohibition and the Rise of the American State, (W.W. Norton & Company, 2016).

[3] “Facts about alcohol,” National Council on Alcoholism and Drug Dependence, julio 25, 2015, https://www.ncadd.org/about-addiction/alcohol/facts-about-alcohol.

[4] “Tobacco related mortality,” Center for Disease Control and Prevention, agosto 18,2015, http://www.cdc.gov/tobacco/data_statistics/fact_sheets/health_effects/tobacco_related
_mortality/.

[5] “En México mueren 130 personas a diario por consumo de tabaco,” El Financiero, mayo 30, 2015, http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/en-mexico-mueren-130-personas-a-diario-por-consumo-de-tabaco.html.

[6] Kim Bellware, “Here’s How Many People Fatally Overdosed on Marijuana Last Year,” The Huffington Post, diciembre 28, 2015, http://www.huffingtonpost.com/entry/marijuana-deaths-2014_us_56816417e4b06fa68880a217.

[7] Christopher Ingraham, “What happens when you get stoned every single day for five years,” The Washington Post, febrero 1, 2016, https://www.washingtonpost.com/news/wonk/wp/2016/02/01/what-happens-when-you-get-stoned-every-single-day-for-five-years/.

[8] Bellware, “Here’s How Many People Fatally Overdosed on Marijuana Last Year.”

[9] Rubén Aguilar V. & Jorge G. Castañeda, El Narco: La Guerra Fallida, (Punto de Lectura, 2009), p. 118.

[10] Montserrat Mauleón, “Legalización de mariguana no acabará con la violencia: Calderón,” Milenio, marzo 07, 2014, http://www.milenio.com/politica/legalizacion_de_la_mariguana-Felipe_Calderon-Tec_de_Monterrey_campus_Guadalajara_0_257974748.html.

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WEEDCONOMICS

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No es sorpresa que tras el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde se aprobó un amparo que le permite a 4 individuos el uso recreativo y lúdico de la marihuana, el debate sobre la legalización haya tomado dimensiones nunca antes vistas.

Como casi siempre suele suceder con los temas controversiales, las posturas se polarizan en blancos y negros, y los discursos se llenan de opiniones sin rigor, meras percepciones sin fundamentos sólidos ni esquemas de análisis claros. Los distintos ejemplos de políticas de legalización a nivel mundial nos muestran justo lo contrario: 1) El tema está lleno de matices y la legalización no es absoluta, esta se puede presentar con distintos grados de liberalización. 2) Los efectos de legalización no son universales y no son predecibles, estos dependen de las condiciones socioeconómicas del país o estado, y de la estructura y ejecución de la misma política de legalización.

Estar a favor o en contra termina siendo algo fútil si no se tienen las herramientas para deliberar.

Considerando lo anterior, estar a favor o en contra termina siendo algo fútil si no se tienen las herramientas para deliberar. Mientras no hay una herramienta única para abordar el tema de la legalización, los resultados del Análisis Económico y las premisas del Pensamiento Económico deben de ser considerados de manera forzosa.

Al hablar de Economía no hay que caer en la concepción común que sólo se tomará en cuenta el ámbito financiero y de negocio dentro de la venta de la sustancia. La economía va más allá brindando un esquema de análisis que permite medir las ganancias y costos sociales, así como el impacto que cierta medida tiene en el desarrollo social.

Aún y cuando se presume que la marihuana tiene efectos menos dañinos comparadas con el tabaco y el alcohol, esta genera dependencia, y cualquier adicción es una enfermedad.

Es verdad que los aspectos que rodean el tema de la legalización son multidisciplinarios, pero todos estos pueden ser evaluados desde la óptica económica. Por mencionar algunos ejemplos, las preocupaciones en salud pública deben de ser medidas bajo un esquema de costo-beneficio. Aún y cuando se presume que la marihuana tiene efectos menos dañinos comparadas con el tabaco y el alcohol, esta genera dependencia, y cualquier adicción es una enfermedad. No obstante, aún y cuando está penalizada, su consumo sigue en aumento y el hecho de regularla puede generar ingresos tributarios que se pueden usar para implementar campañas, medidas de prevención o instaurar clínicas de rehabilitación que reduzcan considerablemente la cantidad de adictos.

Su consumo sigue en aumento y el hecho de regularla puede generar ingresos tributarios que se pueden usar para implementar campañas, medidas de prevención o instaurar clínicas de rehabilitación que reduzcan considerablemente la cantidad de adictos.

Los beneficios fiscales de gravar la producción, distribución y comercialización de la marihuana es otro de los temas que defienden fervientemente los que están a favor de la medida. Definitivamente bienes con un bajo grado de elasticidad precio-demanda, como lo son las “soft drugs”, son perfectos para ser sujetos de fuertes impuestos que generan una fuente considerable de ingresos al Estado. El Gobierno con estos flujos extra aunados a la reducción de los costos penitenciarios, podría invertir en la reconstrucción del tejido social, prevención del delito y la mejora de los cuerpos policiacos; ahora sí la justicia se podría dedicar a perseguir a los verdaderos malos.

Todo suena muy bonito hasta que recordamos que la falta de Estado de Derecho y la poca eficiencia del gasto público y la corrupción imperan en nuestro país. Estos elementos son preocupantes ya que nada garantiza que el diseño e implementación de la política de legalización vayan a ser efectuados de manera apropiada, y aún y cuando ésta se lleve a cabo en buenas condiciones, no hay garantías que los beneficios monetarios se vayan a transformar en beneficios sociales.

Nada garantiza que el diseño e implementación de la política de legalización vayan a ser efectuados de manera apropiada.

El Análisis Económico también tiene sus limitantes, para los puristas la metodología es todo, por lo que varios expertos estudiando el mismo aspecto pueden llegar a resultados no concluyentes. Para poder ser sensatos al momento de analizar, debemos mi máxima económica preferida: discernir entre lo normativo (lo que debería ser) y lo positivo (lo que en realidad es). Sin poner las cosas en perspectiva la discusión llegará a ningún lado, o peor aún, se resolverá de manera equivoca.

Ahora, si me preguntan cuál es mi postura en el debate, como buen economista les voy a contestar que… depende.

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“Intimidades Públicas”: Sobre la mariguana: la SCJN dice “sí”, Peña Nieto dice “no” pero no depende de ninguno.

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“A veces el mayor problema es tener muchas soluciones.”- Esolam

El Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, optó por manifestar su rechazo de forma personal ante la posibilidad de que esto pudiera ampliarse y generar otras consecuencias.

Mientras que la primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitió un fallo a favor respecto a un amparo promovido por 4 personas que habían utilizaron tal recurso con la finalidad de poder usar la marihuana con fines recreativos, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, optó por manifestar su rechazo de forma personal ante la posibilidad de que esto pudiera ampliarse y generar otras consecuencias.

Si bien son necesarios más precedentes para sentar formalmente una jurisprudencia que permita que la totalidad de las personas puedan utilizar recreativamente la mariguana, dicho precedente adelantó los tiempos para que el debate se acelerara y esté cada vez más cerca de profundizarse.

El termómetro político es tal que los partidos políticos en voz de sus líderes han declarado que es necesario un debate profundo respecto a un tema tan sensible como el aumento en la legalización de la droga.

El termómetro político es tal que los partidos políticos en voz de sus líderes han declarado que es necesario un debate profundo respecto a un tema tan sensible como el aumento en la legalización de la droga y los fines para la que esta podrá ser utilizada.

A la declaración de los partidos políticos se suman distintos funcionarios del Gobierno Federal, así como los líderes de las principales fracciones parlamentarias tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado de la República.

Y es precisamente el Poder Legislativo quien debe fungir como caja de resonancia respecto a un tema tan importante como el que está en discusión, y de esta forma, que no sólo se dé el obligado debate, sino también la tan anhelada respuesta.

Por supuesto, que la inclusión del poder Ejecutivo y el Poder Judicial son importantes para abordar este tema que requiere de un análisis profundo, pero independientemente de esta importancia, dependerá del Poder Legislativo por sus facultades Constitucionales que este tema tan polémico encuentre un cauce que sea el realmente conveniente para una sociedad como la nuestra.

Las modificación a lo que actualmente establece la Legislación en el rubro de la mariguana pareciera que resulta a una obligación implícita, pero está obligación caerá más pronto de lo esperado en una discusión legislativa que brindará un panorama distinto en este tema, pero sobretodo que sumará un sinfín de voces que harán además de nutrida la discusión, muy difícil de conciliar.

Hablamos entonces que en la presente Legislatura se dará el debate y obtendremos de los resultados de lo que sería una verdadera legalización para los distintos usos de la marihuana.

Y para finalizar, dos ministros de la SCJN terminan próximamente su periodo. Dicho Poder ya notificó al Ejecutivo sobre las vacantes existentes, pero bueno, ese es otro tema…

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Los alcances del amparo mariguano

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La semana pasada la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió un caso de enorme trascendencia en el que, mediante el otorgamiento de un amparo, da luz verde a que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) otorgue a cuatro personas integrantes de la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (SMART), un permiso para la siembra y autoconsumo de la mariguana.

Sin embargo, es importante precisar cuáles son los alcances de dicha de resolución.

En primer lugar, hay que decir que no se trata de una “despenalización”, puesto que en este caso la Suprema Corte no ha eliminado ninguno de los tipos penales relacionados con las actividades de siembra, producción, posesión, comercialización, etc., de drogas ilícitas. El amparo se limita a declarar inconstitucionales algunas disposiciones de la Ley General de Salud, particularmente los artículos 237 y 248, que establecen una prohibición expresa para la siembra, cultivo, preparación, etc., de ciertos estupefacientes, entre ellos la mariguana.

En primer lugar, hay que decir que no se trata de una “despenalización”, puesto que en este caso la Suprema Corte no ha eliminado ninguno de los tipos penales relacionados con las actividades de siembra, producción, posesión, comercialización, etc., de drogas ilícitas.

Por otro lado, tampoco se trata de una “legalización”, al menos no en los términos amplios que dicha palabra implica. Se trata sólo de una autorización para que estas cuatro personas puedan llevar a cabo todas las acciones necesarias para el autoconsumo de mariguana sin ser sancionados.

Para que todas las personas puedan tener acceso a esta autorización existen varios caminos, ninguno de ellos sencillo ni inmediato.

Por otro lado, tampoco se trata de una “legalización”, al menos no en los términos amplios que dicha palabra implica.

Una primera vía es la jurisdiccional, es decir, que otras personas sigan presentando amparos en los mismos términos que el presentado por SMART, esperando obtener resoluciones favorables y que, paulatinamente, se forme jurisprudencia obligatoria. Pero incluso habiendo jurisprudencia, en tanto que ésta sólo obliga a los jueces, no implicaría que las disposiciones de la Ley General de Salud declaradas inconstitucionales dejaran de aplicar para todas las personas. Para ello se requeriría que, una vez formada la jurisprudencia, la Suprema Corte abra un procedimiento de “declaración general de inconstitucionalidad” a partir del cual pudiera determinar la anulación de estos artículos con efectos generales para toda la población.

Una primera vía es la jurisdiccional, es decir, que otras personas sigan presentando amparos en los mismos términos que el presentado por SMART, esperando obtener resoluciones favorables y que, paulatinamente, se forme jurisprudencia obligatoria.

La otra vía, que pareciera la más apropiada en un país democrático, es la legislativa. Sin duda el fallo de la Corte genera una presión sobre el Congreso de la Unión para iniciar un debate serio sobre la posible legalización y despenalización de la mariguana.

En todo caso, la resolución de la Suprema Corte es un fallo histórico que abre un parteaguas en la política de drogas de nuestro país. Más allá del tema concreto de la mariguana, lo que hay que celebrar de la resolución es el afianzamiento del derecho a la autonomía personal y al libre desarrollo de la persona.

La otra vía, que pareciera la más apropiada en un país democrático, es la legislativa.

Con independencia de nuestra postura concreta respecto de la política de drogas, esto es algo que debe resultarnos satisfactorio. No es poca cosa que un Estado reconozca a sus ciudadanos la libertad más amplia para decidir sobre su proyecto de vida.

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La moda pacheca

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Conocer acerca de las tendencias más recientes y tener la información más actualizada es algo que a toda persona le agrada tener. Es el deseo de la gente por mantenerse al día lo que provoca que el interés por todo tipo de temáticas aumente independientemente de si es algo con lo que uno comulga o no. La curiosidad es tan grande, que la sociedad ha desarrollado todo tipo de contenidos y formas para satisfacer esta necesidad, y quienes ofrecen la información buscan todo tipo de caminos para conceder esto.

No digo que sea negativo que las personas hablen sobre temas de tendencia, pues no por nada es que están a la moda. Creo que el sentimiento que muchas personas comparten tiene más que ver con lo casual que resulta que siempre que un tema controversial se convierte en popular, la gente sale y argumenta su descontento o manifiesta su apoyo a las causas. De esto, me parece que lo más preocupante es la trivialidad que se genera y lo banal que resultan ser las conversaciones.

Como es de conocimiento de todos, la despenalización de la marihuana ha dado un primer paso en nuestro país, y el uso recreativo ha sido autorizado para cuatro ciudadanos; ciudadanos que interpusieron un amparo y que fue resuelto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a su favor. Se habla de un triunfo para la sociedad mexicana, de un avance en el respeto a los derechos humanos y sobre la oportuna actuación del Estado mexicano sobre esta materia.

Lo que me causa mucha sorpresa es que repentinamente pareciera ser como si la sociedad entera siempre hubiera estado a favor del consumo de la sustancia, ignorando que en el pasado reciente se hablaba fuertemente sobre campañas contra el consumo de drogas.

Entiendo que ha habido una lucha detrás por la despenalización del uso recreativo de la marihuana y que existe una causa detrás de ello, pero lo que me causa mucha sorpresa es que repentinamente pareciera ser como si la sociedad entera siempre hubiera estado a favor del consumo de la sustancia, ignorando que en el pasado reciente se hablaba fuertemente sobre campañas contra el consumo de drogas y sobre la concientización acerca del consumo. ¿Será que a todo el país le ha dado ganas de, de pronto, experimentar con sustancias?

¿Será que este apoyo proviene más por un sentimiento de revancha contra nuestras autoridades que por un verdadero y legítimo interés por el uso de la sustancia?

No hago la crítica sobre el uso de la sustancia, pues realmente cualquier persona debería tener la libertad de hacer lo que le plazca con su cuerpo mientras no afecte a terceros, pero lo que sí me causa admiración es cómo la población se ha unido en torno a un tema que, a pesar de que lleva tantos años en el escrutinio público, siempre había mantenido un perfil bajo y no había logrado trascender como lo ha hecho ahora. ¿Será que este apoyo proviene más por un sentimiento de revancha contra nuestras autoridades que por un verdadero y legítimo interés por el uso de la sustancia?

La aprobación del matrimonio homosexual en nuestro país y las protestas a favor de la justicia en torno al caso Ayotzinapa podrían ser ejemplos de este tipo de tendencias que, aunque no son conocidas en su totalidad, son apoyadas por la comunidad.

¿Hacer las cosas por convicción, por convencimiento, o por compromiso? ¿Buscar “ganarle” al gobierno una de tantas que nos ha “arrebatado”? ¿O simplemente estar a la moda y mezclarse en la marea de la liberación de la sociedad? La aprobación del matrimonio homosexual en nuestro país y las protestas a favor de la justicia en torno al caso Ayotzinapa podrían ser ejemplos de este tipo de tendencias que, aunque no son conocidas en su totalidad, son apoyadas por la comunidad.

Evidentemente es positivo que la población traiga a la mesa de debate los temas de interés que han sido relegados por las autoridades, pero recordemos que ser solidarios con un grupo o una causa implica también que debemos de, en cierta manera, “casarnos” con esa idea y defenderla a todo costo. Los movimientos que verdaderamente triunfan son aquellos que realmente tienen una base sustentada y un núcleo debidamente convencido y comprometido que, por convicción propia, busca que sus peticiones sean tomadas en cuenta. Felicidades a quienes hacen un consumo sin excesos de la marihuana, pues han cuando menos logrado que los modistas de nuestro país se acercaran a discutir sobre su lucha.

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Legalización de la marihuana

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La legalización de la marihuana (y demás drogas) es de los temas políticos que más levanta controversia debido a su alto contenido moral, criminal, médico y religioso. Su prohibición en México se remonta a la época posrevolucionaria de 1920 en donde el consumo y la venta de esta planta se penalizó por primera vez con multas administrativas, y fue hasta 1929 en donde la penalización se exacerbó a la privación de la libertad [1]. En 2009 se permitió cargar para el autoconsumo solo 5 gramos, pero su distribución, comercialización o cultivo sigue siendo ilegal.

La marihuana es el producto psicoactivo que se extrae del cáñamo (Cannabis Sativa), este producto es utilizado con fines que van de lo lúdico a lo medicinal. El químico psicoactivo que impera en la marihuana es el THC (Delta-9-tetrahidrocannabinol), y es lo que le da la “potencia” a la droga. Este químico es más abundante en las flores y en las hojas de la planta. El mercado de la marihuana es el mayor mercado de drogas ilícitas en el mundo, y México descuella como uno de los mayores traficantes y productores de esta planta. [2]

Se sabe de ciertos efectos nocivos a corto y largo plazo que esta planta genera en la salud a aquéllos que la consumen de forma recreacional, así como que estos efectos nocivos son menores a los de otras drogas legales como el alcohol y el tabaco, y que no hay casos registrados de muertes por sobredosis [3].

Las reacciones a corto plazo por consumir la droga, como las percepciones alteradas, los cambios en el ánimo, la pérdida de coordinación automotriz y los problemas de la pérdida de memoria y retención desaparecen conforme el efecto de la droga disminuye en el cuerpo; sin embargo, las reacciones que esta droga puede llegar a generar en el largo plazo para los consumidores asiduos son los que preocupan y es uno de los principales argumentos por los cuales los prohibicionistas quieren mantener la marihuana bajo la sombra de la criminalización.

Entre estos efectos nocivos que se han encontrado por el consumo de marihuana, están la disminución —con posibilidad de ser permanente— de las capacidades mentales cuando las personas comienzan a utilizarla en su adolescencia.

Entre estos efectos nocivos que se han encontrado por el consumo de marihuana, están la disminución —con posibilidad de ser permanente— de las capacidades mentales cuando las personas comienzan a utilizarla en su adolescencia (no se ha encontrado efectos de este tipo en adultos), y que el uso de esta droga suave pude servir como “puente” a otras drogas más fuertes (e.g. cocaína, LSD, metanfetaminas, etc.). [4]

Los beneficios que hasta ahora se han comprobado de la marihuana son que estimula el apetito, disminuye la nauseas, el dolor, la inflamación, ayuda con los problemas de relacionados con el control muscular y a controlar las convulsiones epilépticas.

Por otro lado, la marihuana tiene usos medicinales, que si se le abriera la puerta a la legalización podrían investigarse a fondo y dar paso a medicamentos potenciales. Los beneficios que hasta ahora se han comprobado de la marihuana son que estimula el apetito, disminuye la nauseas, el dolor, la inflamación, ayuda con los problemas de relacionados con el control muscular y a controlar las convulsiones epilépticas; además, se están realizando estudios para su uso en el tratamiento de varias enfermedades y condiciones como el cáncer, el VIH/sida, la esclerosis múltiple y el Alzheimer. [5]

Con lo anterior se dilucida que los beneficios de la marihuana para su uso medicinal son potencialmente enormes y que contrastan con sus efectos nocivos y el daño permanente que puede generar en los adolescentes que consuman esta droga en exceso. Y esto lo comprendemos la mayoría de los mexicanos, ya que el 81% de nosotros estamos a favor de que se permita esta planta y sus derivados para usos medicinales; sin embargo, son el 77% de los mexicanos que piensan que no debería de legalizarse para usos recreacionales [6].

El 81% de nosotros estamos a favor de que se permita esta planta y sus derivados para usos medicinales; sin embargo, son el 77% de los mexicanos que piensan que no debería de legalizarse para usos recreacionales.

Pero este debate no se detiene aquí, la legalización de la marihuana —medicinal y recreacional, en cuanto a su consumo, producción y distribución— va más allá de los efectos benéficos o nocivos que pude generar en la salud de los consumidores. Este debate llega a los albores de la libertad de elegir y tomar nuestras propias decisiones sin interferir con la libertad de los demás, así como también agregarle el matiz social y económico que se debe de discutir en forma cabal. El debate de la legalización de la marihuana (y de cualquier droga) debe de extenderse desde la libertad individual de ser el dueño de nuestras propias decisiones hasta los efectos económicos y sociales que generaría.

Antier la Suprema Corte de Justicia aprobó un proyecto de sentencia del ministro Arturo Zaldívar para conceder un amparo a un grupo de ciudadanos para el cultivo, procesamiento y autoconsumo de marihuana de forma legal, excluyendo su comercio, suministro o distribución. Esto bajo el fundamento, y en palabras del ministro Zaldívar, de que ‘prohibir el consumo personal de mariguana con fines lúdicos y recreativos es contrario al libre desarrollo de la personalidad’ [7]. Asimismo, recientemente se le concedió un permiso a una niña de ocho años que padece convulsiones para importar de los Estados Unidos un medicamento a base de marihuana [8].

Lo anterior son sólo ejemplos de que cada vez se conocen más los beneficios médicos de la marihuana y de que se está abriendo el debate sobre si su uso recreativo debe de depender de las decisiones de cada individuo, y no de la coerción paternalista del gobierno.

El 77% de los mexicanos que están en contra de la despenalización de la marihuana para su uso recreativo suele argumentar que esto llevaría a un aumento en las adicciones y a un detrimento en el “tejido social”.

Existen evidencias de que sólo el 9% de las personas que consumen marihuana se vuelven dependientes, y este porcentaje sube al 17% si son adolescentes y de un 25 al 50% para los que la consumen diario [9]. No obstante, hay una interesante investigación que ofrece una nueva perspectiva de lo que son las adicciones y que va en contra de la criminalización y prohibición de las drogas. En esta perspectiva, la adicción hacia las drogas crece cuando nos sentimos asilados, traumatizados o tristes. Las personas que se sientes desconectadas de la sociedad tienden a hacerse más adictas a las drogas que les hacen sentir una sensación de “alivio” [10]. La prohibición y criminalización de las drogas, cualquier droga (ya estamos entrando a terrenos más delicados), aísla a las personas que las consumen y dificulta la búsqueda de ayuda externa.

En cuanto a que la legalización puede generar un detrimento en el “tejido social”, podemos refutar volteando ver la guerra antidrogas en México iniciada en 2006 por Felipe Calderón que lleva miles de muertes de involucrados y no involucrados en el negocio de las drogas.

En cuanto a que la legalización puede generar un detrimento en el “tejido social”, podemos refutar volteando ver la guerra antidrogas en México iniciada en 2006 por Felipe Calderón que lleva miles de muertes de involucrados y no involucrados en el negocio de las drogas. Complementando lo anterior, hay un caso empírico en los Estados Unidos en donde la prohibición del alcohol en 1919 llevó a que los mafiosos se hicieran cargo del comercio de este producto, creando un mercado negro, llenando las calles de violencia y corrompiendo al gobierno.

La legalización de la marihuana urge (y las de demás drogas también si se quiere acabar cabalmente con el narcotráfico). La decisión de ayer sin precedentes de la Corte Suprema de Justicia marca el inicio de este proceso. Para la completa legalización de esta planta se va a necesitar un marco legal que niegue el consumo a menores de edad y que se abran espacios para que se traten los problemas de adicción. Ya es hora de que las drogas se conviertan en un problema de salud pública, y no de seguridad. El despilfarro de recursos y la violencia que genera su combate ha fracasado y seguirá fracturando nuestra sociedad.

Termino dejándoles una bonita frase de John Stuart Mill que habla sobre la libertad individual.

“La única libertad que merece este nombre es la de buscar nuestro propio bien a nuestra propia manera, en tanto que no intentemos privar de sus bienes a otros, o frenar sus esfuerzos para obtenerla. Cada cual es el mejor guardián de su propia salud, sea física, mental o espiritual. La especie humana ganará más en dejar a cada uno que viva como le guste más, que en obligarle a vivir como guste al resto de sus semejantes.”
― John Stuart Mill, Sobre la Libertad

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[1] Schievenini Stefanoni, J. (2012). La prohibición de la Marihuana en México, 1920-1940. Maestro en Estudios Históricos. Universidad Autónoma de Querétaro. (Obtenido de: http://ri.uaq.mx/bitstream/123456789/638/1/RI000251.pdf)

[2] Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), (2009). INFORME MUNDIAL SOBRE LAS DROGAS 2015. (Obtenido de: https://www.unodc.org/documents/wdr2015/WDR15_ExSum_S.pdf)

[3] The Huffington Post, (2015). Here Are All The People Who Have Died From A Marijuana Overdose. (Obtenido de: http://www.huffingtonpost.com/2013/09/03/marijuana-deaths_n_3860418.html?1388786544%20)

[4] Drugabuse.gov, (2015). La marihuana. (Obtenido de:
https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/drugfacts/la-marihuana)

[5] Drugabuse.gov, (2015). ¿Es la marihuana un medicamento? (Obtenido de: https://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/drugfacts/es-la-marihuana-un-medicamento)

[6] Animal Político, (2015). El 77% de los mexicanos dice no a la legalización de la mariguana, pero apoya su uso medicinal. (Obtenido de: http://www.animalpolitico.com/2015/11/el-77-de-los-mexicanos-dice-no-a-la-legalizacion-de-la-mariguana-pero-apoya-su-uso-medicinal/)

[7] Milenio, (2015). Corte aprueba amparo para siembra y consumo individual de mariguana. (Obtenido de: http://www.milenio.com/politica/Corte_mariguana-cultivo_casero_mariguana-mariguana_uso_personal-mota_recreativa_0_622137976.html)

[8] Milenio, (2015). Obtienen permiso para tratar con mota a niña con epilepsia. (Obtenido de: http://www.milenio.com/policia/Obtienen-permiso-tratar-mariguana-epilepsia_0_584341583.html)

[9] Drugabuse.gov, (2015). Is marijuana addictive? (Obtenido de: https://www.drugabuse.gov/publications/research-reports/marijuana/marijuana-addictive)

[10] Pueden encontrar en el enlace la plática de Johann Hari, escritor y periodista inglés, que habla sobre este tema y expone diferentes estudios que sustentan su tesis: http://www.ted.com/talks/johann_hari_everything_you_think_you_know_about_addiction_is_wrong

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