El día de hoy se celebra a la Mujer, pero no de la misma manera que celebramos a las madres el 10 de Mayo o a los abuelos en agosto. Alrededor del mundo, el 8 de marzo es la fecha en que se conmemoran más de cien años de la lucha de la Mujer —nótese que se escribe “la Mujer”, es decir, una colectividad fuerte, una institución, y no “la mujer”, o sea ese individuo frágil, sumiso y delicado— por la equidad, la justicia, la paz y el desarrollo.
El nombre oficial de esta conmemoración es, desde 1977, “Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional” o “Día Internacional de la Mujer”, for short, pero no siempre fue llamada de esa manera.
Más allá de la quasi mitificada tragedia de las 145 mujeres que murieron en un incendio en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist el 25 de marzo de 1911 —accidente que irónicamente se suscitó porque los dueños decidieron cerrar las puertas de la fábrica cuando esta se encontraba en operación como medida de prevención de robos tras las fallidas huelgas de sus trabajadoras quienes demandaban mejores condiciones laborales— las primeras celebraciones de este día surgen en medio de un rico caldo de verduras (condiciones) históricas que hacen su nacimiento algo un poquito más complejo de entender.
Por mencionar algunas: la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la lucha por el sufragio femenino, las pugnas entre socialistas y sufragistas, y el creciente auge del sindicalismo femenino durante las primeras décadas del siglo XX en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica, son las circunstancias que cocinaban a fuego lento la radicalización de los deseos de igualdad de las mujeres en muchos países. Por esto mismo, el Día de la Mujer ha sido llamado anteriormente “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, o también “Día Internacional de las Mujeres Socialistas”. Not anymore.
…las primeras celebraciones de este día surgen en medio de un rico caldo de verduras (condiciones) históricas que hacen su nacimiento algo un poquito más complejo de entender.
Actualmente, el 8 de marzo puede figurar como una remembranza de la época que ve nacer al feminismo liberal sufragista, lo que estudiosos norteamericanos consideran como el auténtico nacimiento del feminismo, mientras que los europeos lo consideran como la segunda ola. Para nuestros Europanchos, pues, el nacimiento del feminismo se da con la publicación (anónima) de la obra de un señorcito llamado Poulain de la Barre titulada “La igualdad de los sexos, discurso moral y físico en el que vemos la importancia de la eliminación de los prejuicios” en 1673 o la aparición de ilustres figuras como Mary Wollstonecraft, autora de “Vindicación de los Derechos de la Mujer” (1792). Estos personajes rompen con el tono de las obras escritas hasta el momento por mujeres, el cual era uno de “recuento de agravios” y pasa, a la “vindicación de lo que es nuestro”, componente esencial del feminismo, ¿sacas?
Y en cambio, para los buenos y prácticos Americuerdas, es hasta finales del sigo XIX que nace el feminismo, cuando cientos de mujeres se reúnen en la primera convención de los derechos de la mujer, la famosa Convención de Seneca Falls en Nueva York en 1848. Así como a los americanos les gusta decir que se chutaron la primera declaración de los derechos del hombre, también les gusta decir que se chutaron la primera declaración de los derechos de la mujer.
…el 8 de marzo puede figurar como una remembranza de la época que ve nacer al feminismo liberal sufragista, lo que estudiosos norteamericanos consideran como el auténtico nacimiento del feminismo, mientras que los europeos lo consideran como la segunda ola.
Desde el quiebre de sus albores y hasta hoy, los movimientos feministas han exigido derechos ciudadanos desde los más básicos como el sufragio, la participación política, el derecho a la propiedad privada, a condiciones laborales dignas y a la regularización de las condiciones del matrimonio; hasta los que se exigen el día de hoy: 50-50 de participación política entre hombres y mujeres, paga equitativa y libertad de la mujer para tomar decisiones sobre su propio cuerpo, la tipificación y la eliminación de la impunidad a los crímenes de género, etcétera por siempre de los siempres jamás (porque parece que esto nunca se acaba).
Por todo esto, El Día Internacional de la mujer no se trata de una celebración a la belleza ni a la gracia, tampoco a la resignación ni a la delicadeza. No es el día que le llevas flores a tu mamá ni a tus amigas. Jamás se tratará de hashtags diminutivos/limitantes como #EresHija, o #EresMadre, tampoco #EresDeseo ni #EresMisterio, mucho menos #EresFragilidadyFortaleza. Ugh.
El Día Internacional de la Mujer también es un recordatorio de que, a pesar de los avances que mucho sacrificio y mucha sangre han costado, aún nos queda mucho camino que pavimentar para que estemos en un verdadero plano de equidad. En este sentido, este 2016 se cumplen diez años de la publicación del Índice Global de la Brecha de Género por el Foro Económico Mundial (WEF), que nos dice que en años recientes, el mundo ha experimentado una desaceleración en el proceso de igualación. Hasta el 2015 se preveía alcanzar la plena equidad para el año 2093, pero el último reporte indicó que la equidad se alcanzaría hasta el 2133. Y es que, aunque en términos de educación y acceso a la salud han habido muchísimos avances, la participación política y la igualdad salarial nos indican que tenemos mucho trabajo por hacer.
Dentro de este reporte, México rankea en el 71 de 145. Ni muy, muy, ni tan, tan. Pero por lo menos un poquito más tan, tan, que muy, muy, porque nuestra calificación es de 0.69, en una escala donde el 0.00 es la total desigualdad, y un 1.00 es la igualdad completa.
Por su parte, las Naciones Unidas conmemorará el día de hoy reflexionando sobre cómo acelerar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, para impulsar la aplicación efectiva de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible que incluyen el velar por que todas las niñas y los niños terminen gratuita, equitativa y pacíficamente sus ciclos de enseñanza primaria y secundaria, poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y las niñas en todo el mundo, así como la eliminación de todas las manifestaciones de violencia y prácticas nocivas para mujeres y niñas en el ámbito público y privado.
Y es que, aunque en términos de educación y acceso a la salud han habido muchísimos avances, la participación política y la igualdad salarial nos indican que tenemos mucho trabajo por hacer.
Te invito a pensar que hoy, más que una fiesta, es un día solemne, un día de conmemoración a todas aquellas valientes mujeres quienes en sus adversas circunstancias, carnadas de la crítica, presas de la exclusión y víctimas del castigo, tomaron “armas pacíficas” para cambiar su entorno, costase lo que costase. A estas mujeres les debemos todas las libertades de las que disfrutamos hoy. Si quiera el que tú, chava, tengas el privilegio de poder LEER este artículo, se debe a que muchas mujeres lucharon, y algunas otras murieron, porque TÚ tuvieras el derecho a recibir una educación. Just sayin’… Así que finalmente, El Día Internacional de la Mujer se trata de celebrar a las mujeres como instrumentos de la historia en la lucha por obtener la igualdad entre hombres y mujeres en la sociedad.
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