Caminar conmigo

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En México son asesinadas siete mujeres al día. Hoy, siete mujeres perdieron la vida de la manera más vil; asfixiadas, violadas muchas de ellas, pateadas hasta el cansancio o incluso más allá de un cansancio machista, quemadas, mutiladas, apuñaladas, con los huesos rotos. En México, la terrible escena se ve siete veces todos los días. (Datos tomados del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF))

“Estudio de la implementación del tipo penal de Feminicidio en México: causas y consecuencias 2012-2013″ de OCNF, concluyó que en 17 de los 31 estados en donde está tipificado el delito, existen trabas que obstaculizan investigar el caso como feminicidio. ¿Por qué esto es relevante? Porque no existe un reconocimiento del grave problema que pasa en el país, solamente el 15% de los casos fueron investigados como feminicidios

El resultado de éste estudio no solo demuestra lo normalizado que se tiene en las dependencias de gobierno la violencia de género, también evidencia lo relevante que es para sus ciudadanos y ciudadanas.

Se ha normalizado la violencia y revictimizado a las víctimas, las mujeres no son las que sufren la violencia por el sistema en el que vivimos, en cambio se piensa que las mujeres deben extremar las “máximas” precauciones posibles para poder estar vivas, sanas y seguras.

La semana pasada se unieron algunos países latinoamericanos para pedir justicia por Lucía, la joven de 16 años víctima de uno de los peores feminicidios. México se unió a la causa y es que no es un tema nuevo para nuestro país. Los feminicidios son cada vez más violentos en nuestro país, cada vez las mujeres sufren mayores agresiones, cada vez hay más acoso, cada vez están más inseguras y temerosas de ser ellas, de ser nosotras, ser libres.

 




Recientemente se reportó como desaparecida a Flor Leticia Lugo, ella se encontraba en un recinto privado, el estadio de Xolos en Tijuana. Se encontraba acompañada de su esposo y otros familiares, ella decidió ir al baño y nunca regreso. El hecho por sí solo es indignante, al ver los comentarios que dejaban en la noticia aumento mi indignación.

“Tu cerrazón feminista no te deja ver que las mujeres son más vulnerables en ciertos aspectos y circunstancias, en fin, da gracias que no te haya pasado nunca nada de lo que puedas lamentarte”.

“No es victimizar, pero es un ESTADIO de fútbol, no es un parque infantil, tiene razón Jorge nadie pudo acompañarla de tantos que alli estaban acompañando, por sentido común, hasta cuándo va uno al cine no te hace menos hombre ni mujer el acompañarla, en mi caso, a los sanitarios”.

“Cálmate, feminazi”.

 




¿Por qué se justifica la violencia por la ubicación, no podemos estar seguras en un recinto deportivo privado? ¿Por qué nadie habla del agresor o agresora? Hemos normalizado la violencia y el machismo, se habla tan poco de todo lo que representa el machismo, se juzga siempre desde una postura privilegiada. ¿Por qué se necesita de alguien para caminar al baño? , ¿por qué no soy libre de decidir a dónde voy y con quién?, ¿por qué nunca ha sido suficiente caminar sola, estando conmigo?

¿Por qué en mi país y en muchos caminar sola es un acto de rebeldía, caminar conmigo no es suficiente para proteger mi seguridad, mi integridad? De acuerdo a la gente que opinó en la nota y a demás personas, el no ir acompañada es un acto de radicalismo.

La única solución para terminar con los feminicidios es acabar con la violencia de género, el machismo y cambiar el sistema patriarcal. No tener miedo de llamar a las cosas por lo que son, MACHISMO. No quiero ser parte de las estadísticas, quiero ser tan radical que pueda caminar conmigo.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Como luchar contra mi país

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El miércoles pasado se terminaron las clases en algunas preparatorias privadas del Estado, durante el semestre me atrevo a afirmar que les di a mis alumnos herramientas para que lucharan contra las adversidades que el sistema pudiera generarles. Les enseñé que es más importante luchar por lo que creen correcto que dejarse vencer. Les dije que nadie, ni siquiera el sistema en el que nos regimos en México puede determinar lo que quieren hacer con su vida.

Aprendimos durante el semestre que debemos construir un mejor México. Aprendimos que nadie tiene la verdad absoluta y que debemos ser críticos ante todo, a escoger bien sus batallas y que la bandera/causa que decidan tomar la lleven con orgullo siempre. Intenté brindarles herramientas que creí necesarias para su vida, pero nunca tomé la precaución de enseñarles a defenderse de su propio país.

De acuerdo a un estudio realizado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), entre 55 y 62 por ciento de los niños en México sufrió maltrato y según el INEGI, una tercera parte de los hogares mexicanos padece de violencia. Esto se traduce para los niños, en el mejor de los casos en deserción escolar, y es que la violencia infantil es una de las principales causas de muerte en México.

De acuerdo a un estudio realizado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), entre 55 y 62 por ciento de los niños en México sufrió maltrato y según el INEGI, una tercera parte de los hogares mexicanos padece de violencia.

Miles de niñas, niños y adolescentes en México crecen en un contexto de violencia perpetuada no solo por sus seres queridos sino por el sistema en el que se rige este país. De acuerdo a cifras de UNICEF mueren 2 niños(as) menores de 14 años cada día. Estos niños y niñas sufren de violencia física, psicológica y sexual todos los días, en la mayoría de los casos permanece oculta o es aprobada socialmente. ¿Cómo impacta esto en el futuro? Si logan escapar de la muerte se traduce en violencia de género (ambos géneros se ven afectados).

El abuso infantil es un tema común y normalizado en el país. El 77% de las víctimas de abuso infantil son niñas entre 5 y 7 años. Existe en México una toda una red de trata de personas y de turismo sexual infantil, de acuerdo al Senado de la República cada año son explotados más de 30 mil infantes en ciudades de la Riviera Maya, Cancún, Acapulco, Puerto Vallarta, Guadalajara y Tijuana, generando ganancias por más de 24 mil millones de dólares anuales.

El abuso infantil es un tema común y normalizado en el país. El 77% de las víctimas de abuso infantil son niñas entre 5 y 7 años. Existe en México una toda una red de trata de personas y de turismo sexual infantil, de acuerdo al Senado de la República cada año son explotados más de 30 mil infantes…

Según el estudio Trata en el sector turístico, elaborado por el Observatorio de Violencia Social y de Género de Benito Juárez para la Secretaría de Turismo, “hay paquetes exclusivos para pederastas que incluyen hotel y niño, con costos de 200 a 2 mil dólares”. Luego del turismo y venta de drogas, la explotación sexual infantil es la actividad que más ingresos deja a Cancún. ¿Cómo puede progresar México si seguimos permitiendo estás actividades? ¿Dónde estamos nosotros como sociedad que exige y denuncia? ¿Dónde está el gobierno ejerciendo sus facultades de proteger a todos sus ciudadanos?

La violencia infantil sigue siendo la causa de muchos problemas que tenemos en el país, por qué los desprotegemos. ¿Cómo podemos enseñarles a luchar y cambiar el mundo, si muy pocos los están cuidando? ¿Cómo mejoramos su situación para que puedan ser parte del cambio que México necesita?

¿Qué necesitamos para darnos cuenta que la situación en la que estamos en México es indignante?

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”