#BajatedelPRI: Como llegaron a 10m de afiliados

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Es posible que estés afiliado al Partido Revolucionario Institucional y tú no te hayas dado cuenta. En los días recientes se ha vuelto popular el hashtag #BajatedelPRI, después de que varias personas se quejaran y denunciaran que aparecen en el padrón de afiliados del PRI, pero estos nunca han llenado ni siquiera llenado la forma para afiliarse.

En el padrón de afiliados del partido aparecen actuales candidatos a diferentes puesto públicos en los estados de Sinaloa, Chihuahua y Puebla. También hay consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), así como personas acusadas de trabajar para el crimen organizado. Al parecer todo esto se trata de un mecanismo rudo de afiliación del PRI a consecuencia de la nueva Ley Electoral que entro en vigor en el 2013 y que obliga a los partidos a mantener el 0.26 del padrón nacional electoral como afiliados.

La afiliación masiva al PRI, a la fuerza, es un claro delito a la ley electoral, peor más allá de eso también a la Ley de Protección de Datos Personales, pues para registrar a la personas que tienen tuvieron que tener acceso a nombres completos, direcciones y hasta teléfonos.

Actualmente hay cuatro candidatos a gobernador en diferentes entidades y varias personas que están buscando puestos públicos por la vía independiente, en la mayoría de los casos los candidatos han negado que en algún momento han sido afiliados al PRI. En el caso de José Antonio Gali, candidato del Partido Acción Nacional al Gobierno de Puebla acusó al PRI de haberlo afiliado de una forma “anómala”. También hay casos de consejeros del INE que aparecen en el padrón, pero estos nunca han formado parte del partido, como por ejemplo César Augusto Gutiérrez en Chihuahua.

Esto no solamente se limita a personajes públicos, pues en la página de Facebook de la iniciativa ciudadana #BajateDelPRI, la cual recibe y recopila casos de personas que han encontrado sus nombres en el padrón del PRI, existen muchas denuncias de ciudadanos que han encontrado sus nombres y que por medio de una carta que este mismo sitio proporciona han pedido que sea desafiliados, pero en ocasiones no se permite la desafiliación.

Lo que si me preocupa es que tan fácil el INE filtro información sobre el padrón electoral y el mal uso que un partido político le dio al mismo y que por lo tanto no estamos protegidos.

La afiliación masiva al PRI, a la fuerza, es un claro delito a la ley electoral, peor más allá de eso también a la Ley de Protección de Datos Personales, pues para registrar a la personas que tienen tuvieron que tener acceso a nombres completos, direcciones y hasta teléfonos. Actualmente la gente tiene la posibilidad de que si encuentra su nombre en el padrón del PRI, de denunciar por abuso.

Yo me busque el día de ayer y no me pude encontrar, pero eso no significa que tú, o alguno otro de tus familiares o amigos no aparezcan. Lo que si me preocupa es que tan fácil el INE filtro información sobre el padrón electoral y el mal uso que un partido político le dio al mismo y que por lo tanto no estamos protegidos. También cuestiono la perversidad con la que el PRI pudo haber hecho esta afiliación masiva, más allá de sus intereses para poder cumplir con la Ley Electoral.

Te invitamos a que te busques en el padrón electoral del PRI en el siguiente enlace: http://pri.org.mx/JuntosHacemosMas/NuestroPartido/MiembrosAfiliados.aspx

Si te encuentras te invitamos a que denuncies y envíes la carta que promueve #BajatedelPRI: http://www.bajatedelpri.com

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

EL GRAFFITI: ¿ARTE O VANDALISMO?

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La historia del graffiti, como lo conocemos en la actualidad, comenzó en los años 1960s en Estados Unidos, pero su existencia se remonta hasta la época del Sacro Imperio Romano Germánico.

La palabra graffiti viene del griego graphein que significa “escribir” y del italiano graffito, que significa “marca en la pared” o “inscripción en el muro”. El graffiti se crea generalmente con el uso de aerosol, aunque también se utiliza pintura y tinta.

La historia del graffiti, como lo conocemos en la actualidad, comenzó en los años 1960s en Estados Unidos, pero su existencia se remonta hasta la época del Sacro Imperio Romano Germánico.

En la Antigua Roma se acostumbraba rayar en las paredes expresiones de todo tipo: manifestaciones de carácter político, declaraciones de amor, insultos vulgares e incluso dibujos de un estilo similar a lo que hoy conocemos como caricaturas políticas. Estos abundan principalmente en las ciudades como Pompeya, Ostia y Roma.

No obstante, es hasta la década de los sesenta en Nueva York, Estados Unidos, cuando se da el (re)nacimiento del graffiti, convirtiéndose en un medio de comunicación ideal para un gran número de grupos marginados de jóvenes. Se utilizó para protestar artísticamente contra paradigmas sociales o situaciones políticas.

En la década de los setenta el graffiti tiene su auge artístico y se esparce por todo Estados Unidos y hasta Europa. Se convirtió en una evidencia de la existencia de una subcultura que cobró una gran importancia social y artística a nivel mundial.

Es hasta la década de los sesenta en Nueva York, Estados Unidos, cuando se da el (re)nacimiento del graffiti, convirtiéndose en un medio de comunicación ideal para un gran número de grupos marginados de jóvenes.

A partir de finales de la década de los ochenta, y en especial en la década de los noventa, se utilizan nuevas técnicas: como la aplicación de aerosol con plantillas y el pegado de calcamonías como se realizan los graffitis. Así parte del trabajo artístico se hacía en casa para que en la calle el trabajo pudiera hacerse más rápido, reduciendo el tiempo que el graffitero estaría expuesto a ser detectado.

El posmodernismo, la reestructuración del concepto de la urbanidad, la globalización inevitable y condiciones religiosas, económicas y antropológicas dieron pie a la creación en la actualidad de nuevas subculturas: nuevos grupos de cultura marginada. Según con Tristan Marco, “las condiciones socioeconómicas específicas de interacción dentro de las urbes posmodernas y sus subculturas determinan el modo en el cual se genera la producción de manifestaciones de cultura popular.” Esto dio pie a la creación de una nueva forma del graffiti: el graffiti esténcil.

El posmodernismo, la reestructuración del concepto de la urbanidad, la globalización inevitable y condiciones religiosas, económicas y antropológicas dieron pie a la creación en la actualidad de nuevas subculturas: nuevos grupos de cultura marginada.

El graffiti esténcil es entonces un producto de una subcultura posmoderna. Esta nueva forma del graffiti tiene características especiales que lo definen y son bien explicadas por Glenn Ward: consisten en experimentación, innovación, individualismo, originalidad, uso y combinación de diversas técnicas, empleo de elementos y productos de la pop culture y uso de colores artificiales. Así es el graffiti hoy en día.

En fin, si bien el graffiti es un arte, hay quien lo asocia con dibujos desagradables realizados por delincuentes. En una sencilla encuesta que realicé, el 25% de los encuestados (50 personas) me respondió que consideraba al graffiti como “vandalismo”, aunque el otro 75% me respondió que lo consideraba un “arte”.

En el año 2013, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática realizó una encuesta que arrojó el dato de que 7.5% de los hogares fueron víctimas de un acto vandálico durante ese año que implicaban graffitis en sus casas o pinta de bardas o vehículos. Este 7.5% equivale a un número de dos millones 339 mil 447 hogares con una cantidad de tres millones 758 mil 151 de actos vandálicos.

El graffiti es una expresión artística; los garabatos que realizan los delincuentes, aunque se realicen con el característico elemento del graffiti que es el aerosol, no pueden ser considerados graffiti.

Por ello, estimo importante distinguir entre el graffiti y los garabatos que realizan los delincuentes. El graffiti es una expresión artística; los garabatos que realizan los delincuentes, aunque se realicen con el característico elemento del graffiti que es el aerosol, no pueden ser considerados graffiti porque no tienen ninguna intención de manifestar arte, sino simplemente de expresar mensajes violentos u ofensivos en lugares públicos o en propiedad privada.

Lo malo es que las autoridades de los distintos Estados cada vez se colocan en una postura más represiva entorno al graffiti. La legislación penal que lo cataloga como vandalismo es dañina tanto para los artistas graffiteros como para la comunidad que ha aprendido a apreciarlo.

En lo que corresponde a todo el territorio mexicano, esta actividad artística es un delito. El Instituto de Investigaciones Parlamentarias del Congreso del estado de Tamaulipas realizó un estudio comparativo de las legislaciones penales de todas las entidades federativas para determinar si tienen regulado al graffiti.

La legislación penal que lo cataloga como vandalismo es dañina tanto para los artistas graffiteros como para la comunidad que ha aprendido a apreciarlo.

Si bien no está tipificado el delito de graffiti como tal en todas las entidades federativas, la actividad encuadra en el tipo penal de daño en propiedad ajena. Por ello, sigue siendo un delito en cada uno de los estados de la República.

En el Distrito Federal, de acuerdo a la Ley de Cultura Cívica y al Código Penal, la pena por el delito va desde los seis meses hasta los dos años de prisión. De acuerdo a la Secretaría de Seguridad Pública del D.F., ciento cincuenta jóvenes son acusados por este delito y remitidos a un Juez de lo Civil por año, aproximadamente. Incluso cuentan con una Unidad Antigraffiti.

De acuerdo a la Secretaría de Seguridad Pública del D.F., ciento cincuenta jóvenes son acusados por este delito y remitidos a un Juez de lo Civil por año, aproximadamente. Incluso cuentan con una Unidad Antigraffiti.

Además, justo en este año, el Congreso del estado de Puebla, México, aprobó la llamada Ley Graffiti que reforma el Código Penal de dicho estado, tipificando como delito al graffiti e imponiéndole una pena al delincuente de hasta seis años de prisión y/o servicio comunitario, además de la obligación de responder pecuniariamente al “afectado”. Todo parece apuntar a que los demás estados buscarán replicar esta Ley, ya que tuvo mucha aprobación por parte de las autoridades.

No obstante, aún con todos los problemas que ha encontrado durante su evolución y con todos los obstáculos que le ha impuesto la legislación penal, es improbable que el graffiti desaparezca en un futuro cercano.

Más bien, estimo que seguirá creciendo como una forma de arte válida en todo el mundo. Prueba de ello, es el colectivo mexicano de graffiteros llamado Rexiste, cuyo lema es “existo porque resisto”. Rexiste ha tomado mucha popularidad en todo México por sus elocuentes y especialmente elaborados graffitis que realizan como forma de protesta contra el Gobierno de México. Se han vuelto tan famosos, que los mencionan ya en la prensa estadounidense, británica, francesa, entre otras.

¿Es el graffiti una forma de arte o una forma de vandalismo?

Y ustedes, ¿qué opinan? ¿Es el graffiti una forma de arte o una forma de vandalismo?

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FUENTES DE INFORMACIÓN:
• Manco, Tristan. Stencil Graffiti. Estados Unidos: Thames and Hudson, 2002.
• Beard, Ricardo. El graffiti: una forma de arte incomprendida. España: Cultura Colectiva, 2012.
• Instituto de Investigaciones Parlamentarias. Comparativo de las entidades federativas que tienen regulado al graffiti en su legislación. México: Congreso del estado de Tamaulipas, 2008.
• Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública. México: INEGI, 2013.
• Ward, Glenn: Postmodernism. Inglaterra: NTC Publishing Group, 1997.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”