“¡Esta Vuelta la gana Palestina!”, gritaron manifestantes propalestinos que interrumpieron el recorrido final de la Vuelta a España en Madrid, frustrando la llegada del pelotón a la capital, donde Jonas Vingegaard se perfilaba como campeón virtual.
Pese al fuerte despliegue policial, miles de personas ocuparon varios tramos del trayecto en el centro madrileño justo cuando los ciclistas se aproximaban. La policía respondió con cargas y gases lacrimógenos antes de permitir que los manifestantes se desplazaran por las calles.
La competencia se detuvo a unos 56 kilómetros de la meta, luego de que un grupo de manifestantes desplegara una pancarta en rechazo a la participación del equipo Israel-Premier Tech, vinculado al conflicto en Gaza.
Minutos después, los ciclistas intentaron reanudar la marcha con apoyo de coches oficiales, pero sólo avanzaron unos metros antes de que la etapa fuera finalizada.
A lo largo de tres semanas, desde su inicio en Italia y tras pasar por Francia, la Vuelta estuvo marcada por protestas propalestinas casi a diario en territorio español.
Ese mismo domingo, horas antes de los incidentes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez manifestó su “orgullo” por los manifestantes y destacó su “respeto” hacia los ciclistas.
Posteriormente, en un mitin en Málaga, añadió: “España hoy (ayer) brilla como ejemplo y con orgullo, ante una comunidad internacional que ve cómo España da un paso al frente en la defensa de los derechos humanos”.
Por su parte, la vicepresidenta Yolanda Díaz, escribió en Instagram: “Israel no puede participar en ningún evento mientras siga cometiendo un genocidio”.
En contraste, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, consideró la suspensión como un “ridículo internacional”. En la red X criticó: “El gobierno ha permitido e inducido la no finalización de la Vuelta y, de ese modo, un ridículo internacional televisado en todo el mundo”.
Vingegaard lamentó no celebrar en Madrid: “Es una pena que nos hayan robado ese momento. Estoy muy triste. Me alegraba poder celebrar con el equipo y los aficionados. Todo el mundo tiene derecho a manifestarse, pero no de una forma que influya o ponga en peligro nuestra carrrera”.