Este 2023 es un año atípico electoralmente hablando. A diferencia de 2021 donde se eligieron 15 gubernaturas, 2022 donde fueron 5 o el próximo año donde se vota de nuevo al presidente y miles de cargos locales y federales, en 2023 únicamente tendremos 2 elecciones de gobernador: las de Coahuila y el Estado de México.
Aún así, estos 2 comicios cobran relevancia porque son el preámbulo a la elección presidencial y marcarán la pauta de si la oposición en México será o no competitiva en 2024. En Poligrama, al igual que otros años, estamos llevando a cabo ejercicios estadísticos para medir el pulso electoral.
En el caso del Estado de México, es por demás sabido que es la joya de la corona, pues electoralmente hablando agrupa a más de 12 millones de hombres y mujeres registrados para votar, lo cual representa un 13% del total en el país. Para dimensionar, Edomex tiene más electores que varios países centroamericanos y latinoamericanos.
Al día de hoy, la candidata de la alianza que encabeza Morena, la maestra Delfina Gómez, se perfila para obtener el triunfo sobre su competidora del PRI-PAN-PRD, Alejandra del Moral. En las preferencias electorales Delfina se ubica en primer lugar con 47%, Del Moral en segundo con un 33% y un 19% de personas indecisas de por quién votar (cifras redondeadas).
En Edomex cobra relevancia el peso negativo que arrastra el PRI como marca y la fuerza creciente que ha tenido Morena desde la elección pasada en 2017 y a raíz del triunfo presidencial en el 2018.
En una campaña todo pasa, sobre todo si las opciones son únicamente 2, pero es un hecho que si Alejandra del Moral busca repuntar, las 2 primeras semanas de su campaña son claves.
Ahora vayamos a Coahuila. Este estado norteño cuenta con la peculiaridad (al igual que el Edomex) de que en sus casi 100 años de vida electoral, ha sido gobernado por un solo partido: el PRI.
Hablábamos en Edomex de una carga negativa, pues bien, en Coahuila parece no ser así. El PRI como marca política tiene casi las mismas simpatías que Morena, además de tener en Manolo Jiménez un candidato que aglutina juventud y experiencia pues ya ha gobernado en 2 ocasiones la capital del estado, Saltillo.
Algo sucede en Coahuila que a diferencia de muchos otros estados, la marca PRI pesa en positivo. Algunos elementos para explicarlo son que el gobernador Miguel Riquelme cuenta con una aprobación positiva. También que a diferencia de otros estados del norte de México, los indicadores de seguridad en Coahuila son sumamente buenos y en un país donde la violencia es lo que impera, este elemento puede ser el diferenciador.
Al día de hoy, Manolo Jiménez obtiene el 40% de las preferencias, seguido de Armando Guadiana con el 31% y en tercer lugar Ricardo Mejía, con el 15%. Es un hecho que la división de las izquierdas ha mermado el posicionamiento del senador Guadiana, habrá que ver en campaña si esto se mantiene o los simpatizantes del presidente López Obrador se encarrilan por la campaña de izquierda más competitiva.
En el saldo final podríamos hablar de un empate, Edomex para Morena y Coahuila para la oposición, sin embargo es claro que en el plano nacional pesa más ganar el Estado de México.
Aún así, la eventual victoria de la alianza PRI-PAN en Coahuila les puede dar una bocanada de aire fresco para mantener un discurso de que sí es posible ganarle a Morena y tratar de competir en la elección presidencial de 2024.