El pasado 3 de noviembre los norteamericanos salieron a votar y decidieron que para los próximos cuatro años sea un gobierno demócrata liderado por Biden y Harris.
Las elecciones fueron cerradas y con tonos de incertidumbre y controversia por algunos momentos, el ahora presidente electo tomará un gobierno dividido en cuestiones de energías renovables, un gobierno sin empatía social y además un gobierno con una deuda sin límite.
Se espera que a la llegada del mandatario en el mes de enero parte de sus primeras acciones sean revertir diversos acuerdos del presidente actual, Donald Trump, entre esto se menciona la reincorporación al Acuerdo de París, lograr un acuerdo comercial con China y la revisión del TMEC.
Los inversionistas mostraron agrado al pensar que Washington pudiera estar dividido, con la cámara de senadores en control de los republicanos. Esto porque en campaña Joe Biden mencionó que incrementaría el impuesto corporativo y el impuesto para los ciudadanos con ingresos por más de $400 mil dólares al año.
En el 2017 el recorte de la tasa de impuestos corporativos por parte de Donald Trump fue de 35% al 21%, Joe Biden planea llegar a un 28%.
El sábado anterior en su discurso de victoria Biden mencionó que la prioridad se encuentra en controlar la propagación del Covid-19, hizo un llamado a la unión del país y mencionó que tendrá un gobierno para todos sin importar la decisión que hayan tomado los norteamericanos en las casillas.
Bajo esta perspectiva las industrias más dañadas (aerolíneas, hoteles, restaurantes, etc.) por esta pandemia se encuentran a la espera del paquete económico.
Bloomberg Economics tiene pronósticos que si el senado continúa en representación por los republicanos el paquete económico puede ser de $500 billones de dólares, mientras que, por otra parte, de ceder el control a los demócratas esta cifra llegaría a los $2 trillones de dólares.
Ahora bien, después de las elecciones se dio a conocer por parte de Pfizer que su vacuna para la prevención del virus obtuvo un 90% de éxito, lo que beneficio las perspectivas de los inversionistas moviendo sus capitales de los activos de menor riesgo (bonos) hacia las acciones cotizadas.
En términos de economía la llegada de Biden pudiera no tener el impacto que se ha tenido con la presidencia en control de los republicanos, para bien o para mal Donald Trump puso por delante los intereses de los empresarios norteamericanos o al menos lo que para el era lo mejor para los negocios.
Aunque para los demócratas el buen desempeño de la economía de Trump se debió a la continuación del gobierno de Obama, las empresas generaron mayores ingresos y la tasa de desempleo llego a un mínimo de los últimos 50 años ubicándose en 3.5% en febrero de este año.
La visión del que será el presidente número 46 es de alianzas, construir puentes no muros, creo que concentrará su presidencia en la igualdad de genero y esto se notó en cuanto eligió a su pareja de campaña Kamala Harris.
La última vez que Joe Biden llego a la Casa Blanca, el país se encontraba en medio de una recesión económica, no de un virus. A demás el era el vicepresidente, la presión y obligaciones recaían en el primero al mando Barak Obama. Esta vez el mandatario tomará la oficina oval con 78 años lo que lo hace el presidente con mayor edad.
Por lo pronto lo que nos queda es esperar….