Crisis de identidad

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“Qui perd els orígens, perd identitat” – Frase que se hizo célebre gracias al cantautor español ‘Raimon’.

El que olvida sus raíces pierde su identidad porque sin saber de dónde viene, difícil es saber a dónde va.

El pasado martes 5 de noviembre se celebraron (si es que ese es el verbo correcto) unas de las elecciones más controversiales de la época moderna en los Estados Unidos. Trump resultó electo como el presidente número 47, convirtiéndose en el segundo en cumplir una reelección no consecutiva, algo que no sucedía desde que Grover Cleveland fue presidente 22 y 24 en 1892.

Para quienes seguían la política americana y su carrera a la presidencia desde el año pasado, cuando la elección parecía más bien una portada para un consultorio geriátrico, se hubiera pensado que estas elecciones serían una de las más apretadas, con un cierre fotográfico.

Hasta el resultado más actualizado, Trump obtuvo 295 de los 538 votos posibles del Colegio Electoral, siendo esto equivalente a 32 estados y más de 50.8% de la votación total. Un resultado mucho más holgado para la candidatura Republicana de lo que cualquiera (seamos sinceros, aunque las apuestas daban a Trump como claro favorito) hubiera pensado.

Desde la elección pasada, Associated Press se ha dado a la tarea de generar gráficos muy interesantes a partir de más de 120,000 entrevistas con votantes, esto con el fin de entender la orientación política y su voluntad a través de distintos cortes demográficos. Un poco de reflexión nos ayudará a crear una narrativa para explicar el por qué de estos resultados, justificando cómo es que sucedió uno de los escenarios menos claros.

No me llames frij*lero

La población hispana lidera el crecimiento demográfico de Estados Unidos: los latinos representaron casi el 71% del incremento total de la población en el último año. Según el último informe de la Oficina del Censo, de los 1.64 millones de personas añadidas en 2023, 1.16 millones eran hispanos.

Aunque los blancos no hispanos siguen siendo el grupo mayoritario en Estados Unidos, el rápido crecimiento de la población hispana la ha convertido en el segundo mayor grupo con el 19.5%, superando a la comunidad afroamericana. Uno de cada cinco residentes es latino.

Estos números se reflejan también en la población votante, donde no sorprende que los blancos no hispanos representen alrededor de tres cuartas partes del padrón electoral, seguidos de cerca por afroamericanos e hispanos. A primera vista, parecería que Kamala Harris tendría una ventaja lógica, considerando la retórica de la campaña de Trump, ¿no es así?

Trump, sin embargo, apostó por una campaña directa y sin filtros, fiel a su estilo, en la que mantuvo un discurso marcadamente racista y xenófobo. Sorprendentemente, este enfoque no alienó al voto hispano; de hecho, pareció atraerlo en buena medida. ¿Por qué?

Send them back

Según un estudio del Pew Research Center, más del 60% de los latinos en Estados Unidos son de segunda o tercera generación, y la proporción de aquellos que hablan español en casa ha disminuido de 78% a inicios de este siglo a 68% en 2021. Esto revela una progresiva pérdida de identidad hispana en el país. De hecho, un 8% de la segunda generación, es decir, la primera nacida en EE. UU., ya no se identifica como hispana. Esta tendencia aumenta a medida que las generaciones avanzan; para la cuarta generación, más del 50% de los hispanos ya no se consideran como tales.

Existe un sector de la población latina que ya no se siente parte de la comunidad, no quiere sentirse parte de una narrativa en la que se les agrupa con los inmigrantes actuales. Sobretodo con el estigma perpetuado en las campañas Republicanas. Hoy la población latina esta completamente “americanizada” y se asimila como tal, el bloque votante latino es menor a 50-60 años, nacido en los Estados Unidos y ya no habla en español. Todo esto como argumento desde la corriente de Trump en la que señala a una comunidad latina a la que ellos se sienten completamente ajenos. Hoy esa población latina se considera y asimila como americano, más bien nativo. Ellos también escuchan y repiten las frases de Trump: “Send them back” y no se sienten referidos.

El voto latino ha cambiado de manera significativa en los últimos años. En 2020, el 63% de los latinos votaron por Biden, mientras que en esta elección solo el 56% apoyó a Kamala Harris. Esta caída, aunque moderada, marca una diferencia crucial en el panorama electoral.

¿Qué preocupa a los americanos?

El voto latino ha cambiado de manera significativa en los últimos años. En 2020, el 63% de los latinos votaron por Biden, mientras que en esta elección solo el 56% apoyó a Kamala Harris. Esta caída, aunque moderada, marca una diferencia crucial en el panorama electoral.

Según Pew Research Center, un 73% de los estadounidenses considera que la economía es una prioridad. Aunque la inflación en EE. UU. se ha reducido al 6% tras alcanzar cifras históricas a principios de 2023 y el PIB ha mostrado signos de recuperación, la mayoría sigue preocupada por los altos precios de los alimentos y la vivienda. En abril de 2023, solo un 28% de los encuestados consideraba que la economía del país estaba en buen estado, aunque esta cifra representa un aumento de 9 puntos respecto al mismo mes del año anterior.

La percepción de experiencia de Trump también ha jugado a su favor. Un estudio de CBS News encontró que el 65% de los estadounidenses consideraban que la economía durante su mandato (2017-2021) funcionaba “bien”, mientras que solo el 38% tiene la misma percepción bajo la administración Biden. Los expertos sugieren que esta diferencia se debe, en parte, a la nostalgia por la situación económica previa a la pandemia y a las narrativas mediáticas divergentes entre demócratas y republicanos.

Este resultado electoral deja entrever una inquietante crisis de empatía y decremento en el tejido social hacia la identidad hispana en Estados Unidos, donde la urgencia por abordar temas económicos con poca memoria histórica, falta de su entendimiento y con un profundo egoísmo ha eclipsado la relevancia de otros factores sociales y culturales. La comunidad latina, a pesar de su creciente peso demográfico, sigue siendo tratada de manera instrumental y relegada a los márgenes del discurso político. La elección de Trump representa una aparente solución a problemas económicos inmediatos, aunque no está claro si sus propuestas cumplirán con esas expectativas o si, al final, contribuirán a una mayor desigualdad. Mientras las promesas económicas resuenan, el compromiso con una sociedad inclusiva y respetuosa de su diversidad parece cada vez más lejano, dejando a la identidad hispana en un segundo plano, en un país que sigue dividido en su búsqueda de progreso y pertenencia.

*Las opiniones descritas en este texto corresponden exclusivamente al autor y no a sus enlaces profesionales

Da Marcelo Ebrard positivo a COVID-19

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El secretario de Relaciones Exteriores, dio positivo a covid-19 por primera vez en lo que va la pandemia. Esto lo dio a conocer a través de Twitter, donde el canciller indicó sentirse como si tuviera un catarro, al tiempo de destacar que hoy por la mañana no estuvo en la reunión del gabinete de seguridad, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y con la presencia de otros secretarios de Estado.

En mi prueba de hoy salí positivo de covid-19. De modo que estaré trabajando desde casa. Me siento como cuando te da catarro, nada de que preocuparse. Hoy no estuve en Gabinete de Seguridad. Les voy informando“, escribió.

El canciller estuvo ayer en Guadalajara donde encabezó una reunión en donde anunció que para convertirse en el candidato de Morena a la Presidencia en el 2024 creará la “comisión nacional de defensa de la cuarta transformación“, cuyo objetivo será impulsarlo para ganar la encuesta interna del partido que definirá al abanderado.

Más temprano compartió un video grabado en su oficina de la cancillería agradeciendo los mensajes recibidos a través de su número de WhatsApp, en el que mencionó que sostendría una reunión. Se destaca que es el segundo aspirante a la candidatura presidencial en dar positivo a covid-19 en menos de dos semanas, pues la primera contagiada fue Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, quien mañana retomará sus actividades presenciales.

Con información de Milenio

AMLO reduce meta de producción de petróleo a 2.2 millones de barriles para 2024

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El presidente Andrés Manuel López Obrador ha caído en realidad abandonando una de sus metas más ambiciosas en el sentido energético: lograr que México produzca 2.4 millones de barriles de petróleo diarios en 2024, el último año de su administración.

Se puede corroborar en un memorándum, cuya autenticidad fue verificada por el diario “El Financiero”, que la administración actual redujo dicha meta a 2.2 millones de barriles diarios. Es decir, 200 mil barriles menos que el objetivo anunciado al principio de este sexenio. La administración ha cambiado de manera recurrente su meta en producción de petróleo: en 2019, dijo que pretendía lograr una producción de 2.6 millones de barriles al día.

De acuerdo al documento, para el presente año, la meta de producción será de 1.8 millones de barriles. Esto, a pesar de que México firmó un acuerdo con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para no rebasar este año una plataforma de producción de un millón 758 mil barriles. Por lo tanto, la producción se incrementará en 100 mil barriles al año para lograr los 2.2 millones de barriles en el último año de la actual administración.

La petrolera nacional dijo en un informe a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) desde mayo pasado que, si bien aún sostiene la intención de incrementar la producción de crudo como parte de su estrategia, decidió abandonar la meta de aumentar la producción en 2020 debido a los bajos precios internacionales del petróleo y al entorno de incertidumbre mundial generado por la pandemia. No obstante, se destaca que hasta ahora no había dado a conocer que reducción de la meta rumbo a 2024.

Con información de El Financiero

Cambio en Afores no es para generar miedo, dice AMLO

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El Presidente López Obrador aseguró esta mañana en conferencia de prensa que su planteamiento sobre modificar el sistema de Afores no busca generar miedo ni afectar a las administradoras de fondos.

Al respecto comentó: “Resulta que no se contempló, para decirlo suavemente, que iban a ir perdiendo los trabajadores y si no hay una reforma, un cambio, no de forma impositiva, sino con empresarios, fondos, los que se van a ir jubilando van a recibir, si no hacemos nada, ni siquiera el salario mínimo, van a recibir la mitad de lo que mínimamente les corresponde (…) va a empezar a ocurrir a partir del 2024 y en menor proporción, pero en el sexenio próximo, el siguiente, sí van a tener un problema gravísimo, entonces, problema que se soslaya, estalla. No lo entendieron así algunos medios, manejaron de que íbamos a cambiar las reglas con una reforma que va afectar a las administradoras de estos fondos, no es así, no era para meter miedo o crear incertidumbre“.

El titular del ejecutivo argumentó que el sistema resultó un problema que se originó desde el sexenio de Ernesto Zedillo. Y destacó que se escucharán propuestas de legisladores y hasta de organismos empresariales sobre los cambios a la reforma de pensiones.

Hay que escuchar a todos y hay tiempo, esto no lo podemos hacer ahora. Sí hay que hacerlo por lo que estoy planteando de que va a convertirse en un problema grave y tenemos que resolverlo entre todos, enderezar ese entuerto, corregir ese error de estos tecnócratas irresponsables, técnicos que se creían científicos y que nos metieron en cada problema. Tenemos que estar corrigiéndole la plana de todo lo que hicieron mal, contrario al interés general, eso sí, para favorecer a grupos que han hecho su agosto“, concluyó.

Con información de El Norte