México, muy vulnerable al COVID-19 por otra plaga simultánea: obesidad y diabetes

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Clara Pérez, originaria del norte de México, dice jocosamente que cuando se enteró de que la covid-19 ataca con más furia a obesos y diabéticos lo tomó con ironía. Después de pensarlo un momento, confiesa que sintió un “gran temor”.

“Me sentí mal, me sentí ofendida… ¡¿Por qué a los gorditos bonitos?!”, dice entre risas al rememorar ese instante.

De cabello castaño, boca pequeña y ojos grandes color miel, Clara tiene 53 años y pesa 135 kilos, concentrados en 1,60 metros de estatura. Necesita diariamente una inyección de insulina.

“La verdad me puse a pensar: ¿por qué no bajé de peso antes? Y pues ni modo, ahora a cuidarme”, comenta por teléfono a la AFP desde su natal Monterrey, Nuevo León, donde vive con su madre, también diabética.

La OMS y el Banco Mundial sitúan a la cabeza en diabetes y obesidad a México, en donde el nuevo coronavirus se filtró a finales de febrero y hasta este miércoles 1.378 personas estaban infectadas y 37 habían fallecido.

La mitad de los fallecidos por covid-19 padecían obesidad e hipertensión.

Ante este panorama, las autoridades han reconocido la insuficiencia del sistema de salud público.

En el peor escenario, el gobierno prevé que 250.000 personas se contagiarán en la primera oleada que calcula abarcará hasta junio o agosto, de los cuales 12.500 necesitarían una cama de terapia intensiva. En el sistema público del país -donde la mitad de la población es pobre- hay menos de 4.500.

El Ejército y la Marina anunciaron que proporcionarán instalaciones hospitalarias, adiestrarán a sus dentistas para atender a enfermos y contratará más personal médico.

Pero surgen otras dificultades como la sobredemanda planetaria de ventiladores para respiración asistida que exigen los casos más graves.

“La ONU debe intervenir también para que no haya especulación en compras de medicamentos, ventiladores”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador durante la reciente cumbre del G-20, celebrada en línea debido a la pandemia.

López Obrador señaló que México tiene 5.000 ventiladores que duplicará con una compra a China, pero aún así la cifra alarma en un país de 120 millones de habitantes.

– Daños metabólicos –

México es un país de “alta vulnerabilidad, tenemos que estar conscientes de eso y lamentablemente vamos a tener un número importante de fallecimientos”, comentó en una reciente conferencia Abelardo Ávila, Investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

De los 120 millones de mexicanos, 96 millones padecen sobrepeso u obesidad, 8,6 millones sufren diabetes y 15,2 millones, hipertensión, según datos de la organización Alianza por la Salud Alimentaria, basados en la Encuesta Nacional de Salud 2018.

La tasa de mortalidad por diabetes mellitus, que en toda América Latina es de 45,6 por cada 100.000 habitantes, en México alcanza 95,8, según datos de la Organización Mundial de la Salud hasta diciembre de 2018. En Estados Unidos es de 14,9.

“Ya veníamos viviendo una emergencia epidemiológica por obesidad y diabetes que nos hace muy vulnerables al covid-19”, alerta Alejandro Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor.

Calvillo denuncia que compañías extranjeras y nacionales de comida chatarra y bebidas endulzadas han bloqueado “sistemáticamente” las políticas contra la obesidad.

Después de una “década de lucha”, la semana pasada la justicia destrabó una norma de etiquetado frontal de alimentos y bebidas que busca exponer ingredientes dañinos para la salud, como sodio, grasas y azúcares.

– “Ambiente obesogénico” –

Los altos índices de obesidad, diabetes e hipertensión en México, “que nos ponen en estado de alerta ante el covid-19”, tienen varias explicaciones, expone Elvira Sandoval, médica nutrióloga por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Explica que la mayoría de mexicanos “vive en un ambiente obesogénico”, es decir, que “no tiene acceso a alimentos saludables fácilmente, vive con altos niveles de estrés, ya sea por trabajo o por inseguridad”, y carece, además, de suficientes nutriólogos en el sistema de salud público.

A ello se suma su predisposición genética debido a “un pasado histórico de hambre”, dice Sandoval evocando la generación marcada por la desnutrición que emergió después de la Revolución Mexicana (1910-1924).

Clarita, como la llaman de cariño, encarna esas circunstancias.

“He batallado, he estado en dos clínicas del Seguro Social y ninguna de las dos tiene un nutriólogo, y seguir una dieta es caro, es más barato el refresco, las papitas, la comida rápida”, comenta.

El gobierno “no ayuda a que estés con una buena alimentación, no te ayuda con médicos desde que estás chiquita”, concluye esta madre de dos mujeres, desempleada hace más de un año, y que ahora hace todo para no contagiarse de covid-19.

(Fuente: AFP)

Suman 585 casos confirmados de COVID-19 en México; hay 8 defunciones

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México registra ya 8 muertes provocadas por el COVID-19, así como 585 casos positivos, cuatro de ellos asintomáticos, y 2,156 sospechosos. 

Esto significa que en las últimas 24 horas se sumaron 110 casos positivos y 500 casos sospechosos.

La Secretaría de Salud informó que los grupo de edad en los que se han presentado más casos es el de 30 a 34 años, y en el de mayores de 65 años.

Las comorbilidades, es decir otros padecimientos que presentan los pacientes con COVID-19, que más se han presentado en las personas fallecidas son: tabaquismo, insuficiencia hepática, asma, obesidad, diabetes e inmuno supresión.

De los pacientes hospitalizados 3% se encuentran graves y 6% permanecen estables.

El estado en el que se han registrado el mayor número de defunciones aún es la Ciudad de México (3), le siguen Jalisco (2) San Luis Potosí (2) y Durango (1), de acuerdo con el reporte diario.

 

 

(Con información de Animal Político)

Salud del Intestino y Fibra. Descubre sus beneficios.

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La fibra dietética se ha estudiado durante muchos años. Hipócrates observaba que los granos tenían un efecto laxante, en 1920 J.H. Kellogg publico atributos del trigo diciendo que aumentaba el peso de heces, promovía el transito intestinal y prevenía enfermedades.

Existen dos tipos de fibra, la soluble y la insoluble. La soluble disminuye la absorción de glucosa y previene aumentar la glucosa e insulina en sangre, atrapan los ácidos grasos de la dieta haciendo que disminuya el colesterol LDL ya que se disuelve en agua. Se puede encontrar en frutas, leguminosas, verduras, avena.  La insoluble ayuda a hidratar y mover residuos en los intestinos, ayudando al tránsito intestinal y previniendo el estreñimiento. Se puede encontrar en granos enteros, trigos, avena, verduras y frutas con cascara.

Los prebióticos son ingredientes fermentados que permiten cambios específicos en el consumo y/o actividad de la microbiota intestinal que trae beneficios y salud al huésped, en este caso los humanos. Por lo pronto, se ha encontrado estos compuestos en carbohidratos principalmente polisacáridos que resisten digestión en el intestino delgado y llegan al colon donde se fermentan por la microbiota (microbiota+ Carbohidratos= prebióticos). Se pueden encontrar en alimentos como espárragos, puerros, alcachofas, ajo, cebolla, avena y granos de soya.

El colon esta colonizado por al menos 1000 especies diferentes de bacteria que tienen un papel en el sistema inmune, la microbiota colonica y mucosa funciona como barrera que previene las bacterias patológicas de invadir el tracto gastrointestinal. Esto va de la mano con las condiciones de su huésped (edad, estrés, hábitos alimenticios), composición de su dieta y circunstancias ambientales (uso excesivo de antibióticos, higiene, antisépticos, etc.)  Algunos de los beneficios estudiados son:

1. Protección de enfermedades cardiovasculares: el consumo de 14 g de fibra por 1000 kcal de energía consumida se relaciona con la reducción de niveles sanguíneos de Lipoproteínas de baja densidad LDL.

2. Prevención y tratamiento de Diabetes Tipo 2: el consumo una dieta alta en fibra atenúa la tasa de absorción de glucosa e incrementa la carga de nutrientes y antioxidantes.

3. Alivia y previene el estreñimiento: La fibra aumenta y suaviza las heces mejorando la excreción de desechos fecales, reduce el tiempo de tránsito intestinal. Los cereales parecen ser los más efectivos, en especial el salvado de trigo.

4. Aumenta la saciedad: Se requiere más masticación para digerir ciertos alimentos altos en fibra promoviendo producción de saliva y acido gastico, esto aumenta la distensión gástrica, al igual que la fibra soluble que se disuelve en agua.

5. Previene y maneja la Obesidad: Las dietas altas en fibra usualmente son bajas en grasas y densas de energía. Se ha encontrado que las personas con obesidad tienen más colonización intestinal de Firmicutes en lugar de Bacteroidetes, por lo que el tipo de colonización puede afectar con la acumulación excesiva de grasa.

6. Previene y protege contra cáncer: Se ha estudiado que el consumo de fibra adecuado disminuye los marcadores inflamatorios que aumentan el riesgo a cáncer. La salud intestinal previene el cáncer de colon.

7. Reduce la inflamación y síntomas asociados a Síndrome de Colon irritable

Lo que afecta a la salud del intestino es un área relativamente nueva que se ha estado estudiando mucho. El uso excesivo de antibióticos que estamos teniendo es uno de los principales factores que afectan a la microbiota intestinal, promueven enfermedades crónicas ya que aumenta la resistencia bacteriana (bacterias patógenas), lo que hace más difícil controlar infecciones. La obesidad está relacionada con una disbiosis en la microbiota por el cambio del tipo de bacteria que coloniza el intestino, disminuye la variedad bacteriana y altera la representación de genes bacterianos y vías metabólicos. El uso prolongado de antibióticos según un estudio, está relacionado significativamente con el incremento de índice de masa corporal en humanos y animales. Esta es otra de las teorías del alza de epidemia de obesidad, el uso de antibióticos excesivo medicinal y en el ganado han contribuido a alteraciones metabólicas, haciéndonos más propensos a la obesidad.

 

Mitos y Realidades sobre las Grasas

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Por muchos años se ha pensado que el consumo de grasas es la principal causa del aumento de peso. Es por eso que en el mercado podemos ver muchos productos industrializados “bajos o reducidos en grasa”. En esta columna se hablara de los conceptos básicos de las grasas y cuáles son las “buenas y malas”.

La capacidad que tiene el humano para almacenar y utilizar grandes cantidades de grasa es lo que permitía a nuestros ancestros sobrevivir sin alimento durante semanas o incluso meses de inanición alimentaria.

Las principales formas estructurales de lípidos que tienen una función fisiológica en nuestro organismo son los ácidos grasos, triglicéridos, fosfolípidos y esteroides. El 97% de los lípidos de nuestra dieta esta en forma de triglicéridos.

Las enfermedades cardiovasculares es la primera causa de muerte en el mundo. Por muchos años se habló que el consumo de grasas era un factor importante en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, pero ahora se ha encontrado que no es el consumo excesivo de grasas sino el tipo de grasas y azúcar refinado  que consumimos las que tienen un efecto negativo en la salud.

El consumo alto de ácidos grasos saturados predispone a la formación de lipoproteínas de baja densidad VLDL que son las partículas que, en exceso, pueden desarrollar enfermedades como la aterosclerosis, resistencia a la insulina, hígado graso no alcohólico, etc. Aunque se en varios estudios se ha demostrado que algunas fuentes de ácidos grasos saturados provenientes de productos lácteos fermentados no afectan y algunas veces mejoran la salud cardiovascular. Sin embargo, no se ha concluido si es por la combinación de componentes en el alimento o el ácido graso en particular. Las asociaciones de la salud como la Asociación Americana del Corazón (AHA), recomienda limitar el consumo de grasas saturadas a un 5-10% del total de energía.

Los Ácidos Grasos Omega 3 y 6 han demostrado tener varias funciones que mejoran la salud. En el organismo estos ácidos grasos tiene un papel importante en la formación y desarrollo del sistema nervioso en el feto gestante y el recién nacido, ayuda a la función cerebral dando más fluidez en las membranas del tejido nervioso esto hace que mejore la memoria, capacidad de aprendizaje, comprensión, etc.  Tiene efectos antiinflamatorios que ayuda a personas con enfermedades crónicas como la obesidad, artritis, arterosclerosis, etc. que se encuentran en procesos inflamatorios crónicos.

En estudios epidemiológicos se ha encontrado que las dietas ricas en grasas Omega 3 y 6 se asocian con concentraciones bajas de colesterol y menor incidencia a enfermedades cardiovasculares.  La fuente más estudiada es el aceite de oliva que es rico en ácidos grasos monoinsaturados.  Siguiendo una dieta estilo mediterránea se puede reducir un 50-70% la recurrencia a enfermedades cardiovasculares.

¿Dónde conseguimos los Omega 3 y 6?  Hay muy pocos alimentos que tienen estos compuestos activamente y es muy fácil perderlos con el modo de preparación. Los pescados de aguas frescas como el salmón, atún, sardinas y anchoas. En aceites vegetales como el aceite de oliva extra virgen y semillas, nueces y almendras.

¿Qué puedes hacer tú para mejorar tu salud cardiovascular y tener una vida más saludable? Según el Instituto Nacional de Corazón, Pulmones y Sangre:

– Tener un consumo de grasa del 25 al 30% total de energía

– Reducir el consumo de grasa saturada a menos del 7%

– Evitar los ácidos grasos trans que pueden encontrarse como “hidrogenado o parcialmente hidrogenado”

– Aumentar el consumo de grasas poliinsaturadas al 10% de energía total y 20% de grasas monoinsaturadas

– Hidratos de carbono deben de ser en base de cereales integrales y granos, frutas, hortalizas y verduras un 50-60%

– Evitar o reducir lo más posible el consumo de azúcar y carbohidratos refinados como harinas blancas, dulces, bebidas azucaradas.

– Consumir fibra de 25-30 g al día

Es importante saber que estos beneficios se dan por el efecto de todo el alimento que se consume y no de la suplementación. Aunque la suplementación puede ayudar el exceso de esta puede traer consecuencias de efectos secundarios como problemas gastrointestinales.

Razones para evitar Productos Mágicos para Control de Peso

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Se ha escuchado mucho recientemente de personas que toman pastillas o productos mágicos para bajar de peso. En algunas de mis columnas anteriores he abordado los temas de dietas, alimentos y/o productos milagros que se están usando y comercializando hoy en día.

Les cuento que hace poco tuve la oportunidad de acudir a un congreso del Colegio Mexicano de médicos cirujanos y especialistas en nutriología y obesidad, donde nos hablaban de estudios muy recientes sobre temas relacionados con la obesidad y el metabolismo del tejido adiposo. Uno de los temas que vimos es el uso de fármacos para tratar la obesidad. En este congreso se habla de diferentes terapias y fármacos que están siendo meticulosamente estudiados para probar su eficacia en el control de peso de pacientes con OBESIDAD. Hago hincapié en esto porque es importante resaltar que la obesidad esta diagnosticada como una ENFERMEDAD CRONICA, como la diabetes, asma, arterosclerosis, depresión, etc. Por lo tanto, estos medicamentos deben ser utilizados con el mismo cuidado y con un seguimiento médico como cualquier otra enfermedad crónica. Existe una controversia y discusión entre científicos con la FDA de los fármacos que deben de utilizarse para el tratamiento de la obesidad, ya que muchos de estos tienen efectos secundarios.

El problema es cuando las personas que insisten en bajar los 20 kilos que subieron durante los últimos 5 años, deciden bajarlos en un mes y para esto recurren a fármacos o suplementos “naturales” que supuestamente los ayuda a bajar de peso sin ningún riesgo para la salud. Estos productos usualmente son termogenicos, diuréticos, laxantes y fibra soluble.

Los termogenicos o “estimuladores del metabolismo” usualmente constan de cafeína, taurina, efedrina, etc. en los estudios hechos con estos tratamientos no se ha encontrado una pérdida significativa de peso y puede aumentar riesgos cardiovasculares como taquicardia, hiperventilación, cefaleas, entre otros efectos secundarios. Aparte, en los estudios describe que el uso regular de estos productos crean resistencia en el cuerpo por lo tanto deja de ser efectivo.

Los diuréticos y laxantes lo que hacen perder agua corporal. Esto puede provocar una deshidratación que puede llegar a coma o muerte si no se controla. La utilización de grasa como energía es un proceso hormonal y enzimatico, el sudor y los desechos no la eliminan.

El consumo de fibra excesiva puede hacer que se sienta saciedad, pero si no se consume la cantidad adecuada de líquidos o es excesiva tiene efectos secundarios como indigestión, malestar, diarrea y gases.

Actualmente no existen suplementos herbolarios o “naturales” para la reducción de peso que cumpla con todos los criterios para recomendar.  Los únicos profesionales de la salud autorizados para recetar algún tipo de pastillas o medicamentos son los médicos. Cualquier nutriólogo, entrenador, comadre, o cualquier otra persona que te recete medicamentosno es una persona que cumpla la ética profesional de la salud.

El estilo de vida, ¿una decisión de estética o de salud?

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Hoy en día, estamos viviendo una cultura muy superficial en todos los aspectos, pues creemos que es más importante nuestro exterior que lo que realmente pasa en nuestro interior. Esto se puede relacionar con temas de cualquier índole, pero hoy les voy a comentar como es que está cultura ha creado un país de carencias en la salud.

Hoy en día, México se encuentra en los primeros lugares de sobrepeso y obesidad en el mundo. Según la OMS 2016, más de 1900 millones de adultos mayores de 18 años padecen de sobrepeso y más de 600 millones son obesos. Por otro lado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) informó que México ocupa el primer lugar en sobrepeso y en obesidad, representado el 70% y 30% respectivamente.

El principal problema que tenemos es que ven el sobrepeso y la obesidad o los malos hábitos de alimentación como algo estético. Es decir, lo ven como estoy “flaco o gordo”, pero no se percatan de todos los cambios metabólicos que está teniendo tu cuerpo.  Así como el tener sobrepeso y obesidad causa problemas para la salud, el estar en bajo peso y tener bajo porcentaje de grasa también lo es, así que estar extremadamente delgado no es sinónimo de buena salud.

En un estudio hecho por “the Lancet” en México,2016, se encontró que desde el 2000 en México aumentaron las muertes por enfermedades crónicas, todas estas relacionadas con la obesidad.

La obesidad se denomina como enfermedad crónica, es decir, una vez que se diagnostica no hay una cura definitiva, solo se puede controlar. Si no se controla desencadena una serie de enfermedades asociadas las cuales incluyen diabetes, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares, hipertensión, cáncer de mama, de próstata, pancreatitis aguda, entre otras. Asimismo la falta de atención,  también disminuye la calidad de vida de los que la padecen de una manera significativa.

Lo que desencadena estas respuestas son muchas cascadas contra-regulatorias que tiene el cuerpo al tratar de controlar el exceso de energía. Uno de los factores que predisponen a una alta prevalencia a estas enfermedades es la resistencia a la insulina.  Esta está relacionada con la grasa visceral y la manera más rápida de identificarlo es la circunferencia de cintura. Según la Organización Mundial de la Salud las medidas para las mujeres arriba de 80 cm de cintura y hombres arriba de 94 cm de cintura indican ya un riesgo de prevalencia a enfermedades cardiometabolicas y resistencia a la insulina.

En la obesidad hay un proceso de inflamación crónica ya que los adipocitos (células de grasa) cambian sus propiedades metabólicas cuando se empiezan a acumular de manera excesiva.  El almacenamiento de triglicéridos y ácidos grasos es controlado por la acción de la insulina que estimula la utilización de glucosa y la creación de lípidos por un proceso llamado lipogenesis.  Cuando hay exceso de grasa provocado por acumulación excesiva de tejido adiposo,  los mecanismos de la insulina empiezan a ser irregulares. Esto provoca:

1.La insulina (resistencia a la insulina) ya no capta la glucosa para que la utilicen todos los tejidos del cuerpo. Esto hace que la glucosa se quede en sangre, que da como resultado

2.Cuando la glucosa no entra a los tejidos por los mecanismos de inflamación y liberación de citoquinas del tejido adiposo excesivo, tu cerebro percibe una falta de energía = HAMBRE

– Como consecuencia, los pacientes siguen comiendo en exceso, las respuestas inflamatorias siguen secretándose, sigue habiendo descontrol metabólico, aumenta la producción de colesterol en el hígado (VLDL), aumenta acumulación de adiposidad en tejidos no adiposos como músculos, hígado, páncreas, etc. Todos estos efectos causan

  • Hipertensión
  • Hipercolesterolemias
  • Diabetes tipo 2
  • Enfermedad Cardiovascular
  • Síndrome Metabólico
  • Cáncer
  • Hígado graso no alcohólico
  • Muerte
  • Entre otros.

Como pueden ver esto es un círculo vicioso, por esto me interesa mucho que entiendan que esto no es una cuestión de estética es una cuestión de SALUD. Cambien su mentalidad es súper importante que empiecen a ver su dieta como un estilo de vida y no como un régimen alimenticio que solo lo haces por un periodo de tiempo. La única manera SOSTENIBLE y viable para revertir todos estos procesos es teniendo una buena alimentación, balanceada y la actividad física. No hay métodos mágicos, ni cirugías, ni suplementos, polvos, dietas que vayan a revertir estos procesos si no atacas el problema desde su etiología, que es TU ESTILO DE VIDA.

Acuérdense también que no hay un régimen alimenticio que sirve para todos. TODOS tenemos diferentes metabolismos. Hay muchísimos factores que afectan las necedades nutrimentales de cada quien por eso es importante que no tomen todo lo que leen acerca de dietas y comidas como una regla, la nutrición siempre debe de ser PERSONALIZADA.