Luis Alberto Meneses Weyll el principal funcionario de Odebrecht que sobornó a Emilio Lozoya Austin y quien confesó a la justicia brasileña haber entregado 10.5 millones de dólares al servidor público entre 2012 y 2014, además fue quien puso en la mira al exdirector de Pemex con sus acusaciones reveladas en 2017.
Actualmente desmiente las versiones que Lozoya está ofreciendo a la justicia mexicana en su intento por obtener un trato preferencial.
A través de Carlos Kauffmann, su abogado, plantea que no hubo dinero por parte de la constructora brasileña para la campaña de Enrique Peña Nieto ni para que los legisladores aprobarán la reforma energética, tampoco hubo pagos para obtener contratos para una planta de etano en el gobierno de Felipe Calderón.
Sino que asegura que “el único que sabe lo que hizo con el dinero es el propio Lozoya” y ahora está tratando de adjudicarle pagos que no son de Odebrecht, dijo Kauffmann.
En su denuncia, presentada en la FGR, Lozoya señala sobornos de Odebrecht a legisladores, aportaciones a la campaña de Peña Nieto y acusó que funcionarios de los gobiernos de Calderón y Peña. Lo cual es calificado como falso por la defensa de Meneses Weyll.
De acuerdo a Lozoya, cuando él estaba en campaña con Peña, a principio de 2012, se reunió con Meneses en las Lomas para pedirle 6 millones de dólares a nombre del aspirante presidencial, tal petición “venía directamente del entonces candidato Peña Nieto y que Odebrecht se vería beneficiado cuando ganara. Él me dijo que lo veía bien”, contó Lozoya.
En su denuncia, el exfuncionario detalló que Meneses Weyll le aseguró que Odebrecht aportaría 4 millones de dólares, de los cuales 2.5 millones serían íntegros para la campaña de Peña, con lo que la firma sudamericana esperaba posicionarse con el PRI, y le habría dado datos de una cuenta bancaria que tenía en Suiza a la que le fueron transferidos los depósitos entre abril y junio de 2012.
En una videoconferencia para Quinto Elemento Lab, el abogado de Meneses negó que haya dado dinero expresamente para financiar la campaña peñista, pues no se realizaron más pagos que los reportados previamente por el exjefe de Odebrecht en México, y su cliente se responsabiliza “de todos los pagos que hizo y comprobó todos los pagos con documentos, pero él no se responsabilizará de lo que no hizo”.
Desde 2016, Meneses había entregado a los fiscales brasileños los registros que comprueban las trasferencias hechas a las cuentas de Lozoya, pero que los sobornos solo fueron para el exdirector de Pemex y declaró ante los fiscales brasileños que “con el pretexto de haberme auxiliado en el posicionamiento de la campaña en Veracruz y Tula, me dijo que entendía que debía hacer un pago en su favor del orden de 5 millones de dólares”.
Según Lozoya, Marcelo Odebrecht, propietario de la constructora y Luis Alberto Meneses Weyll se reunieron con Peña y Luis Videgaray en 2010, en Brasil, donde los brasileños habrían ofrecido al gobernador del Estado de México su apoyo económico para su posible apoyo económico en una postulación presidencial.
Y que un segundo encuentro se habría realizado en 2012, ya como presidente electo, en la casa de Marcelo Odebrecht en Sao Paulo, donde se empezó a construir una relación más directa entre el gobierno mexicano y el consorcio, donde los interlocutores serían Videgaray y Lozoya.
Pero Kauffman asegura que Meneses no tuvo contacto con ningún funcionario ni con el presidente ni con legisladores, pues el único contacto que existió fue con Lozoya.
De tal forma que “lo que hizo con los pagos, eso no le competía a Luis (Meneses) Weyll decidir ni cuestionar (…) El único que sabe lo que hizo es Emilio Lozoya”.
En agosto pasado se difundió un video que exhibió a dos exempleados del Senado vinculados a exsenadores del PAN recibiendo dinero supuestamente como parte de los sobornos que Lozoya gestionó para legisladores a favor de votar la reforma energética.
Días antes de la filtración del video, Lozoya confesó que había pagado a legisladores de la oposición para la aprobación de la reforma con recursos de Odebrecht, y se habrían repartido según las indicaciones de Videgaray.
Incluso el exdirector de Pemex recordó que Odebrecht los felicitó por haber logrado lo que no se había hecho antes, “estaban muy contentos porque con esa reforma podrían obtener un mayor volumen de obra”.
Pero esto también fue negado por Kauffmann, al asegurar que ellos nunca tuvieron interés en la reforma energética ni se benefició con ningún contrato derivado de su aprobación, por lo que al no existir ese interés, Odebrecht “no pagaría a legisladores para que actuaran en la reforma”.
El defensor también negó que se hubieran entregado recursos a funcionarios del sexenio de Felipe Calderón, por la adjudicación de un contrato para favorecer a Braskem, filial de Odebrecht, en la planta Etileno XXI en Veracruz.
Han pasado más de ocho meses desde que Emilio Lozoya fue arrestado en España; han transcurrido más de tres meses desde que fue extraditado y ya se agotó la mitad del tiempo que concedieron los jueces para que la FGR integre el caso, pero la justicia mexicana aún no ha buscado al principal delator de Lozoya, para contrastar sus dichos.
Kauffman asegura que su cliente está en Brasil y dispuesto a colaborar, siempre que se respeten los acuerdos que él tiene con la justicia brasileña, dijo que la justicia mexicana solo lo interrogó en 2017 en la ciudad de Salvador, pero no han vuelto a buscarlo.
(Fuente: El Mañanero Diario)