Sin cambios en la tasa de interés… por el momento

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Con el objetivo fijo en mantener la inflación baja y estable, la Junta de Gobierno del Banco de México decidió este jueves mantener el objetivo de la Tasa de Interés Interbancaria (TIIE) a un día en un nivel de 4.25%, ratificando la decisión tomada el pasado 30 de junio.

Durante la segunda mitad de 2014 y hasta diciembre de 2015, Banxico había fijado que el objetivo de la tasa era de 3.0%. Si analizamos la historia del sector financiero de nuestro país llegaremos a la conclusión de que estamos en una época de tasas relativamente bajas, el valor de la TIIE en la actualidad es de la mitad que el alcanzado durante la crisis de 2008 cuando el nivel era de 8.5%.

Es importante señalar que los movimientos o la ratificación en el nivel objetivo de la TIIE forman parte de la política monetaria de Banxico para procurar la estabilidad de los precios en nuestra economía.

El control de la inflación beneficia directamente a las familias mexicanas, evitando que enfrenten un crecimiento abrupto de precios que haga que su ingreso sea insuficiente para satisfacer sus necesidades.

Gracias a estos esfuerzos se ha logrado mantener la inflación alrededor del 3.0%. La tasa de interés también tiene efectos en el nivel de inversión de nuestro país. Cuando las tasas son altas las inversiones financieras son más atractivas, con lo cual se disminuye la presión sobre los precios y se contiene la fuga de capitales.




Entre las principales razones por las cuales Banxico ha podido ratificar el objetivo de la TIIE en 4.25% es porque Estados Unidos mantiene sin cambios el nivel de su tasa de fondeo, entre 0.25% y 0.50%. Una subida de tasas en el país vecino presionaría el aumento de tasas de interés en nuestro país para mantener el capital de los inversionistas.

El Banco de México ha demostrado tener un buen manejo de la política monetaria, esto genera certidumbre en los mercados financieros. La prudencia en las declaraciones de Agustín Carstens, Gobernador de Banxico, y las decisiones que ha tomado la Junta de Gobierno, hacen que el Banco de México sea uno de los grandes pilares de la economía de nuestro país y que se generen expectativas positivas.

Teniendo el respaldo de las acertadas decisiones que ha tomado Banxico y considerando la presión que existe en el entorno internacional de una subida de tasas en el mediano plazo, es momento de que los participantes del sistema financiero tomen sus precauciones y contraten coberturas financieras que les permitan contener los efectos de una subida en las tasas de interés que eleve el costo de los créditos contratados a tasa flotante. Esta es una recomendación que aplica tanto para empresas privadas como para los gobiernos subnacionales.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Sobre aumento de tasas de Banxico

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carstens

Desde que inició el año hasta el martes de esta semana el peso mexicano se había depreciado en un 8.52% [1] frente el dólar, llegando incluso a sobrepasar los $19 pesos por dólar en los días más aciagos. La razón de estas depreciaciones incesantes y de la volatilidad de nuestra moneda se debe a varios factores externos, como la desaceleración de la economía mundial, los bajos precios de petróleo y al clima de incertidumbre que se vive en el mundo por el temor a tropezar con otra crisis económica.

Ayer esta entidad anunció la suspensión de estas subastas y el aumento de su tasa de referencia en 0.5 puntos porcentuales, pasando de 3.25% a 3.75%.

El Banco de México, con el objetivo de paliar las grandes variaciones en el tipo de cambio, utilizaba desde el año pasado un mecanismo de subasta de dólares, dándole liquidez de dólares al mercado cambiario mexicano en los días que más escaseaban y manteniendo cierta estabilidad en el precio del dólar. Es decir, si en un día determinado había un exceso de demanda de dólares que depreciara el peso en más de un 1%, el Banco de México satisfacía esa demanda vendiendo de sus reservas internacionales una cantidad determinada de dólares, disminuyendo ese exceso de demanda, sin el objetivo de mantener el tipo de cambio a cierto nivel [2].

Ayer esta entidad anunció la suspensión de estas subastas y el aumento de su tasa de referencia en 0.5 puntos porcentuales, pasando de 3.25% a 3.75%. Esto último con el objetivo de mantener la inflación y sus expectativas cerca de su objetivo de 3.0%, sopesando la posibilidad de que el continuo incremento en el precio del dólar podría al fin traspasarse a la inflación, que hasta ahora, no se había percibido un efecto significante. El mecanismo de esta política es el de incentivar la entrada de capitales extranjeros al país, dado el mayor atractivo en el diferencial de tasas con Estados Unidos y otros países, que se mantienen cerca de cero. Esta entrada de capitales extranjeros apreciará el peso mexicano (o detendrá la incesante depreciación, dando estabilidad) y, por lo tanto, disminuirá el riesgo de que un aumento en el precio del dólar se traspase a la inflación.

Apenas en enero de este año se rompió esta racha, pasando de un nivel registrado en diciembre de 2015 de 2.13% a un nivel registrado en enero de este año de 2.61% [3], aún por debajo del objetivo del Banco de México.

La inflación, el año pasado, había registrado una racha de decrementos por debajo del objetivo del 3.0%, algo sin precedentes en la economía mexicana. Apenas en enero de este año se rompió esta racha, pasando de un nivel registrado en diciembre de 2015 de 2.13% a un nivel registrado en enero de este año de 2.61% [3], aún por debajo del objetivo del Banco de México.

Sorprende esta acción del Banco de México – que a la par se hizo con el anuncio de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público sobre el recorte del presupuesto federal de 2016 de 132.3 mil millones de dólares, un 0.7% del Producto Interno de México – ya que se había anunciado con anterioridad que el Banco de México subiría su tasa de referencia en paralelo con los aumentos de la tasa de la Reserva Federal de Estados Unidos.

Ayer, a la par de los anuncios de las entidades federales, el peso se recuperó en 2.26% frente al dólar, la mayor recuperación que ha tenido en lo que va del año. Difícilmente se volverán a los niveles de $12 pesos por dólar que se tenían hace un par de años. Tampoco este nivel se podría ver como un reflejo de que la economía del país está “mal” o de que nos espera una inminente crisis. No hay nivel óptimo de tipo de cambio, sólo el que deciden los mercados. Lo que sí se debe de mantener es estabilidad en el tipo de cambio. La volatilidad crea incertidumbre y hace difícil tomar decisiones de inversión.

[1] Tipo de cambio FIX, Banco de México.
[2] El mecanismo también se activaba cuando la depreciación llegaba al 1.5%.
[3] Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”