El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, arremetió la noche de ayer contra los migrantes y las ciudades santuario que protegen a los mismo durante su discurso en del Estado de la Unión, en el congreso americano.
El republicano presumió que ya se completaron 160 kilómetros de esta división entre fronteras y que este año habrá más de 800 kilómetros en la frontera de México: “mientras hablamos se está construyendo un largo, alto y muy poderoso muro”.
Así mismo, destacó el trabajo y los acuerdos construidos con México, Honduras, El Salvador y Guatemala para reducir el flujo de migrantes hacia los Estados Unidos.
Señaló también que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EU ha detenido a miles de migrantes ilegales para mantener seguros a los estadounidenses, no obstante, de acuerdo a él, las ciudades santuario deciden ayudarlos siendo que California y Nueva York han facilitado la protección y liberación de criminales.
“Estados Unidos debe ser un refugio para estadounidenses que cumplen la ley y no para extranjeros criminales”.
Aseguró que el sistema migratorio estadounidense será modificado para favorecer a quienes contribuyen en el país con trabajo, respeto por la ley y seguimiento de los valores locales, por lo que presentará una propuesta legislativa que permita a las víctimas de delitos cometidos por migrantes demandar a las ciudades santuario.
También, dijo, buscará otro cambio legislativo que es impulsar una ley que impida a los migrantes sin estancia regular obtener acceso a servicios gratuitos de salud. Trump apuntó que los legisladores han ofrecido cuidado médico gratuiro a los migrantes y ha sido pagado por los contribuyentes, eso agotaría los beneficios que tiene el Mediacare para los ancianos estadounidenses.
Con información de Animal Político