La Taquería

Doña Roberta agitando el avispero

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Roberta Jacobson, ex embajadora de Estados Unidos en México, declaró a Proceso que el gobierno de Calderón tenía conocimiento de las andadas del tristemente célebre Genaro García Luna como empleado y aliado del Cartel de Sinaloa en su cargo como Secretario de Seguridad Pública.

Esto sin duda, causó un revuelo internacional, inesperado y que profundiza la rivalidad entre las facciones del expresidente y Andrés Manuel.

En la entrevista realizada por el periodista J. Jesús Esquivel, Jacobson negó que EU haya omitido alguna acción en contra de García Luna dado que, en sus palabras, el gobierno mexicano sabía lo mismo o más que ellos.  

Tras un silencio de día y medio y una carta publicada en twitter por el expresidente, donde -obviamente- negaba todo, la ex funcionaria norteamericana salió a aclarar lo que dijo: “No contaba con información corroborada” sobre los rumores que se tenían de García Luna, sin embargo, “había que procederse con cuidado siempre cuando se habla con funcionarios”.

Las palabras de Jacobson reflejan la profunda desconfianza que tiene Estados Unidos sobre el actuar de nuestros funcionarios y aún más la fragilidad de los interlocutores, pues García Luna, así como hablaba con ella y la DEA, así lo hacía con la familia Zambada.

La narcoguerra de Calderón, además de ineficaz y los innumerables muertos que nos costó, tiene como moño el que su hombre de mayor confianza recibía sobornos. Lo cual deja muy parada su “estrategia” y su futuro en “México Libre”.

También, la entrevista llega en un momento tenso para la causa de García Luna en juicio aún y francamente aporta poco al caso más que tweets, cachondeo de notas para los periodistas, un expresidente indignado y una exembajadora bastante tibia queriéndose zafar del show en el que solita se metió. 

García Luna tendrá que declarar en la Corte y las pruebas seguirán llegando. Ahí el expresidente, la exembajadora y todos lo que trabajaron con él tendrán que hablar de frente, sin tibiezas, sin declaraciones de aviento la piedra y escondo la mano, sin cartitas y sin twittear.