La pandemia del Covid-19 ha venido a conmocionar la forma en que percibimos el mundo, más de un millón de casos confirmados y la factura de muertes se cuentan en miles. Los daños a la salud pública son catastróficos, el caos se respira tanto en el primer mundo como en sus realidades opuestas; lo único cierto es que después de esta pandemia la vida ya no será como antes.
México no es la excepción y en poco más de un mes la pandemia se cuenta a razón de 1, 510 casos confirmados y más de 50 muertes. Mención aparte para los severos daños a la economía nacional que causará el paro de miles de PYMEs en el país, esquemas empresariales que contemplan el 56% de la economía nacional y que albergan millones de empleos para mexicanos que viven al día.
Los especialistas más optimistas señalan que los empleos perdidos serán contados en millones, las PYMEs cerradas en decenas de miles y apuntan incluso a una recesión económica, panorama oscuro en un país que no se distingue por la prevención y, francamente, donde la reacción suele quedar corta.
En medio de todo lo anterior, el presidente de México tuvo la osadía de mencionar en su mañanera que la situación le venía “como anillo al dedo” y que esto representaba el escenario ideal para demostrar que la 4T y sus cambios de fondo van en serio.
¿A quién en su sano juicio “le viene bien” una emergencia con estas consecuencias? A Andrés Manuel López Obrador, solamente a él. Un presidente que ha quedado muy ‘chiquito’ en medio de un problema tan grande, escondido-como no suele verse- detrás de los técnicos y científicos que sí tiene en su equipo pero que rara vez escucha.
Un presidente que le ha hecho un monumento a la ignorancia, siendo el primero en estropear las precauciones que su propio Sub-Secretario de Salud anuncia con rigor todos los días.
Las situaciones son innumerables: el restaurante en Oaxaca, la visita a Badiraguato y el saludo a la mamá del “Chapo”, los tumultos en los aeropuertos y sus giras que no paran, en un país que ciertamente tampoco lo ha hecho.
¿Terquedad? ¿Un llamado a la calma? ¿Ignorancia senil? Muchos posibles caminos, pocas respuestas.
La pandemia aún tiene consecuencias graves por dejar en México, y en medio de la posible renuncia de Arturo Herrera, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el panorama para el mandamás de la 4T podría caerle “como anillo al dedo”… pero para perder escaños y poder en las elecciones intermedias del próximo año, que dicho sea de paso, no le caería mal a un país que se olvidó de la importancia de los contrapesos en sus 3 poderes, distintos colores y una corona más pequeña para el rey.