Como se ha venido publicitando en medios desde hace un par de semanas, el PRD en un golpe de timón anunció la creación del Frente Amplio Democrático que palabras más, palabras menos busca alianzas de cara a 2018.
Bien se ha escrito ya en muchas partes sobre los pros y contras de dicha alianza, sin embargo, falta puntualizar cómo será esta y evitar que la discrecionalidad se apodere del mismo.
Este Frente que ha sido refutado y criticado, me parece que es una bocanada de aire fresco para el PRD que vive la crisis más grande en la década. Ya están saliendo muchos precandidatos, muchos “tapados” y esto es normal en estos tiempos. La clave aquí es cómo se va a elegir un candidato.
Algunas propuestas que ayudarían a legitimar dicho Frente es que se hagan debates públicos y transmitidos en medios entre los posibles candidatos, se deben buscar temas en común porque de nada sirve tener un Frente con visiones opuestas.
Del mismo modo hay que ciudadanizar el proceso, esto es, por medio de elecciones nacionales, es un reto difícil y complejo, pero si cada comité estatal del PRD pudiera ejercer como casilla y abrir dicha votación a cualquier ciudadano con pleno apoyo del INE daría un resultado contundente y claro de lo que la ciudadanía y/o los sectores de izquierda a nivel nacional desean.
Hay que seguir pendientes de lo que decida el PRD y el PAN si es que se confirma la alianza para definir los candidatos. La credibilidad del Frente no puede ser puesta en juego, tomar esto a la ligera sería un suicidio para ambos partidos que capitalizarán el PRI y/o Morena según el caso.
Lo dicho, dicho está.