La fortaleza que había mostrado la Unión Europea durante más de 40 años de constitución era un referente internacional de cómo alinear intereses políticos y económicos en beneficio del desarrollo de una región. Hace cuatro años quedó demostrado que aún con la pronunciada crisis por la que transitaban economías como la griega, la Unión Europea no se derribaría.
Al menos eso pensábamos hasta que llegó el llamado Brexit, la decisión de Gran Bretaña de salirse de este gran proyecto europeo que unificaba los intereses de 28 naciones. Pensar que este cambio político y económico no afectará a nuestro país es aventurado.
El Brexit puede ser el suceso que detone una serie de cambios importantes, que como un efecto dominó puede impactar al resto de los 27 países que integran la Unión Europea y todas aquellas naciones que tenemos lazos comerciales, financieros y sociales directa o indirectamente con países europeos.
Recientemente, algunas calificadoras financieras han expresado que el Brexit no tendrá un impacto importante en nuestro país.
Pero si analizamos los días previos y posteriores a la noticia de la salida de Gran Bretaña encontraremos que el dólar presentó una apreciación importante, la cual fue una de las razones que contribuyó a la decisión de Banxico de subir en medio punto porcentual las tasas de interés de nuestro país. Esto ha tenido un impacto en el mercado financiero de México.
Creer que nuestra economía está blindada de los vaivenes políticos y económicos del mundo es ignorar el hecho de que tenemos un sector de exportación e importación importante, que muchas de nuestras instituciones financieras son extranjeras y que nuestra moneda no tiene la fortaleza del dólar.
Es importante considerar que los comentarios que se pronuncian en relación con las consecuencias que tendrá el Brexit en economías de nuestro continente pueden variar según se desarrolle la negociación entre Gran Bretaña y la Unión Europea.
Los términos en los que se lleve a cabo la separación serán los que marcarán el impacto de las consecuencias políticas y económicas, no solo para estos países, sino para el resto de las economías de este mundo globalizado.
Los tiempos de inestabilidad internacional no necesariamente representan el declive para nuestra economía. Pero si pueden ser vistos como una época de oportunidad, en la cual México debe de tomar las decisiones de política económica que le permitan demostrar su fortaleza y tratar de aprovechar las oportunidades que se presenten. Tanto nuestro gobierno como las empresas en México tenemos que seguir de cerca toda la serie de cambios políticos y económicos que se desencadenen a nivel internacional como consecuencia del Brexit.
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