Pelosi acusa a Trump de ‘abuso de poder’ por caso Roger Stone

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Después de una semana de salir absuelto en el Senado en el impeachment, Donald Tump, presidente de los Estados Unidos, ha redoblado su ofensiva para poder interferir en el sistema judicial. Trump ha sido crítico abiertamente respecto a la pena de cárcel pedida por la Fiscalía para Roger Stone, su amigo y ex-asesor, que fue declarado culpable por haber mentido en la investigación de la situación rusa. El ataque del presidente en contra de la independencia judicial ha llevado a dimitir a cuatro fiscales; además, Trump ha criticado también al jurado encargado del caso. Nancy Pelosi, la demócrata y presidenta de la Cámara de Representantes, lo ha acusado otra vez de “abuso de poder”.

Desde que ocurrió el caso Watergate, que se llevó consigo al ex-presidente Richard Nixon, la Casa Blanca ha procurado cuidar mucho cualquier injerencia política en el Departamento de Justicia. Sin embargo, Trump “(…) crecido tras la absolución en el juicio político por abuso de poder y obstrucción en el escándalo de Ucrania, ha embestido en los últimos días contra los protagonistas del juicio contra su amigo y exasesor político Roger Stone.” (El País, 2020)

Después de retar abiertamente al juez y a los fiscales a cargo del caso en contra de Roger Stone, el íntimo amigo de Trump y declarado culpable de obstruir y mentir en la investigación del Congreso acerca de la interferencia rusa en las elecciones de 2016, Trump criticó a un miembro del jurado que condenó a Stone.

El Presidente sugirió que la presidenta del jurado terminó culpando a Stone porque tenía “un sesgo tendencioso” en su contra. Recurriendo nuevamente a su narrativa “amenazante” en Twitter, Trump escribió “Eso se añade a todo lo anterior, y esto no pinta bien para el departamento de ‘Justicia'”. Es importante recalcar que hizo una decisión consciente de ponerle comillas a la palabra “justicia”, para así demostrar su postura de duda y menosprecio hacia este mismo sistema en los Estados Unidos.

(Con información de El País)

Vence Bernie Sanders en New Hampshire

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El precandidato a la Presidencia de Estados Unidos por el Partido Demócrata, Bernie Sanders, obtuvo este martes en New Hampshire su primera victoria en las primaras para la candidatura demócrata, aunque la alegría no fue completa porque el moderado Pete Buttigieg confirmó sus buenos resultados de Iowa y ambos se llevaron el mismo número de delegados.

Sanders recibió un 26% de los votos, mientras que Buttigieg se hizo con un 24.4%. Por detrás la senadora Amy Klobuchar con un 19.7%, la también senadora Elizabeth Warren con un 9.4% y el exvicepresidente Joe Biden con un 8.4%.

En los cuarteles de Sanders en Manchester, centenares de personas seguían a través de la cadena CBB el ajustado recuento. Solo 5 mil votos separaban a los candidatos y todo el mundo temía un escenario de empate técnico parecido al de Iowa, cuando Buttigieg se declaró ganador sin conocer el resultado.

Los temores terminaron a las 22:42 horas, cuando CNN anunciado que Buttigieg estaba a punto de dirigirse a sus seguidores y en los cuarteles de Sanders estallaron de alegría: iba a reconocer su derrota.

No escucharon el discurso porque lo que sonaba por los altavoces en ese momento era música y no la televisión, pero eso no les impidió abuchear al que se ha convertido en candidato más odiado para los seguidores de Sanders y corearle “Wall Street Pete”.

Si lo hubiesen escuchado seguramente se habrían enfadado más. Sin citar a Sanders, Buttigieg dijo que los estadounidenses vulnerables no pueden darse el lujo de reivindicar una ideología pura en lugar de una victoria inclusiva.

“Nuestra campaña no va solo de ganar a Trump, va a transformar Estados Unidos”, sentenció.

“La mayoría de los otros demócratas son neoliberales, apoyan nuestra industria militar, votarían a favor de la guerra, ¡mira a Biden!”, dijo a EFE durante la espera Art Brandon, un ex juez que dijo haber trabajado en Irak, que lo que más aprecia de Sanders son sus posturas antibelicistas.

Cathlyn Hanson, una joven estudiante, sí estaría dispuesta a apoyar a otro candidato en caso de que no lo sea Sanders, concretamente a Warren, ya que la senadora “está luchando por cosas muy similares”. Lo que más le convence a ella del abanderado del socialismo democrático en EU es su promesa de educación gratuita universal.

“La educación es lo que permite que las personas e conviertan en ciudadano, que sean efectivos en sus países y comprendan el mundo que los rodea y que se vuelvan compasivos”, dijo.

A su lado, su amiga Alyssa valora que Sanders lleve décadas luchando sin renunciar a sus ideales, con los que coincide por completo.

Warren y Biden, a los que hace algunas semanas las encuestas situaban como los rivales a batir en esta contienda, quedaron relegados a la cuarta y quinta posición en New Hampshire, por detrás de Amy Klobuchar y con menos de un 10% cada uno.

La senadora, que en Iowa fue tercera, alerta que los candidatos que encabezan la contienda, Sanders y Buttigieg, están dividiendo las bases demócratas, un peligro de cara a derrotar a Trump en noviembre.

“Las tácticas hostiles pueden funcionar si estas dispuesto a incendiar el partido. No podemos permitirnos caer en facciones. No podemos permitirnos desperdiciar nuestro poder colectivo. Ganaremos cuando nos unamos”, defendió Klobuchar.

Biden, por su parte, ni siquiera dio la cara en New Hampshire ya que avecinando la humillación, abandonó el estado esta mañana rumbo a Carolina del Sur, donde es decisivo el voto afroamericano, en el que confía por haber sido vice presidente de Barack Obama.

“Esto no ha terminado, apenas estamos empezando”, dijo Biden en un acto desde Carolina del Sur.

(Fuente: EFE)

“He hecho cosas malas, pero no abusé”, dice Trump

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El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, apenas un día después de que terminó su juicio político, celebró su absolución y aseguró que el proceso había sido “malvado” y “corrupto“.

Al recibir ovaciones, Trump acusó: “Hemos pasado mucho juntos y merecemos el aplauso por una situación muy injusta (…) Si miras atrás, en los años pasados (ha sido) una cacería de brujas y nunca se ha detenido“.

En el mismo sentido, Trump afirmó que los demócratas le han perseguido desde que llegó a la Presidencia. “Si no hubiera destituido a James Comey del FBI, probablemente yo no estaría aquí“.

En referencia a la presión que ejerció  a Ucrania para investigar a Joe Biden, lo que detonó el juicio político afirmó que: “No hice nada malo. No hice nada malo. He hecho cosas malas en mi vida, pero no esto“.

Así mismo, el presidente criticó a la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien ha dicho que reza por el Presidente. “Nancy Pelosi es una persona horrible“, afirmó.

Por lo que criticó fuertemente a quienes lo llevaron al juicio político: “Como todos saben, mi familia, nuestro gran país y su Presidente han sido sometidos a horribles experiencias por algunas personas corruptas y deshonestas (…) Han hecho todo lo posible por destruirnos y con ello han herido mucho a nuestra nación“.

Posteriormente arremetió contra el Partido Demócrata, que votó unilateralmente por su destitución en el Senado, pero no logró la mayoría necesaria para quitarlo del cargo.

En la sala donde dio estos comentarios se encontraban sus abogados y aliados, a quienes agradeció junto a las personas que estuvieron de su lado durante el proceso. “Mitch McConnell, quiero decirte, hiciste un trabajo fantástico“, dijo Trump al líder de la mayoría republicana en el Senado.

Finalmente, Trump hizo una salida triunfal en la Casa Blanca, parecida a la que realizó luego del ataque de Irán contra bases estadounidenses. Caminó por una alfombra roja, mientras sonaba música en la sala donde estaban reporteros y aliados.

Con información de Reforma

El gran ganador: Trump

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Las elecciones 2020 por la presidencia de Estados Unidos, aunque todavía están a meses de distancia, se sienten más cerca que nunca. El arranque del lunes, con los dos caucus en Iowa, marca el inicio de una nueva etapa en la contienda; un inicio donde el caballo ganador salió, o al menos eso se percibe, con más ventaja de la esperada.

Al momento de la redacción de este artículo, el escrutinio del caucus Demócrata continúa en un 71% y tiene, en una especie de empate técnico, a Buttigieg (26.8%) y Sanders (25.2%), dejando a Warren (18.4%) en tercer puesto y con un doloroso resultado para Biden (15.4%); un resultado que contrasta mucho con lo vivido en el último debate demócrata, donde Warren y Sanders acapararon los reflectores pero terminaron por desgastarse entre ellos.

En cambio, en el patio de enfrente y sin salirse de la línea, los Republicanos están seguros de que Trump es el candidato: el 97.1% fue para Trump y el restante dividido entre Bill Weld y Joe Walsh; las últimas dos candidaturas entendidas netamente en clave protocolaria sin ningún tipo de propósito más allá de justificar las dinámicas de voto.

Para los Demócratas, lo que representaba un nuevo aire y la conexión con su espíritu y raíz más democratizadora se convierte en parte de la pesadilla del recorrido. Los fallos con la aplicación, la demora en los resultados oficiales (y los extraoficiales que algunos sacaron) y las dudas sobre si el método es mejor, seguramente son ya parte del argumentario de los del GOP para que el presidente lo utilice en uno de sus próximos tuits. “Si ni siquiera son capaces de organizar un caucus, ¿cómo podemos esperar que lideren nuestro bello país?”

Es cierto que hay que esperar a que sucedan el resto de los encuentros y que puede que tan sólo se trate de un tropiezo, pero lo que es innegable es que el daño mediático ya está hecho. La percepción de desorganización hacia el interior del Partido Demócrata contrasta fuertemente con la solidez de los Republicanos que, para poner un poco más las cosas en perspectiva, claramente la tienen mucho más fácil: es Trump, o nadie. La falta de claridad entre la decantación por un único candidato y el desgaste en los hasta ahora siete debates internos contrasta con una figura que se convierte cada vez más en una barrera impenetrable; en alguien capaz de sobrevivir hasta a un impeachment sin apenas tambalearse.

Eso sí, el golpe certero en el State of the Union de Pelosi mantiene a flote a los Demócratas. La frialdad de romper el discurso del presidente justo en el momento en que termina el acto es sin lugar a duda un elemento comunicativo muy poderoso, tanto que prácticamente se llevó las portadas a nivel mundial. Seguramente desde la retórica republicana se pondrá énfasis en los momentos en los que, tanto azules como rojos, aplaudieron al presidente.

El reloj de arena ya se volteó y la carrera se intensifica cada vez más. Cada detalle, cada palabra y cada error se vuelven más decisivos. Esta semana, el gran ganador es Trump. “Divide y vencerás”, dicen por ahí.

Senado de EU exonera a Trump

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El Senado de Estados Unidos, controlado por republicanos, votó este miércoles para exonerar al Presidente Donald Trump de los cargos de abuso de poder y de obstrucción de justicia. Los resultados de las votaciones fueron, 53 contra 47 para el primer cargo y 52 contra 48 para el segundo.

“Al no lograr los dos tercios de votos necesarios, Donald Trump está ahora absuelto de los cargos”, anunció el John Roberts, Juez de la Suprema Corte.

El único senador que rompió filas con su partido fue Mitt Romney, quien votó en contra de Trump por el primer cargo.

El Mandatario había sido acusado por la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, de abuso por usar su cargo para pedir a Ucrania una investigación contra un rival político, Joe Biden, y así presuntamente interferir con las elecciones de 2020. También se le acuso de obstruir al Congreso al ordenar a las agencias federales y a funcionarios no comparecer ante las citaciones de los legisladores.

“Este juicio partidista terminará hoy”, afirmó el líder republicano, Mitch McConnell. La lideresa de la Cámara de Representantes intentó asumir los cargos del Senado”.

Ayer, Donald Trump presentó su discurso del Estado de la Unión, en el que recalcó sus logros al frente de la Casa Blanca y aumentó la tensión con la líder demócrata, Nancy Pelosi.

El presidente no hizo referencia al juicio político, pero en una comida previa indicó que después de que acabara el juicio en el Senado haría una serie de declaraciones.

 

Con información de Grupo Reforma. 

Trump llama “criminales” a migrantes y lanza amenaza con “poderoso muro”

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El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, arremetió la noche de ayer contra los migrantes y las ciudades santuario que protegen a los mismo durante su discurso en del Estado de la Unión, en el congreso americano.

El republicano presumió que ya se completaron 160 kilómetros de esta división entre fronteras y que este año habrá más de 800 kilómetros en la frontera de México: “mientras hablamos se está construyendo un largo, alto y muy poderoso muro”.

Así mismo, destacó el trabajo y los acuerdos construidos con México, Honduras, El Salvador y Guatemala para reducir el flujo de migrantes hacia los Estados Unidos.

Señaló también que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EU ha detenido a miles de migrantes ilegales para mantener seguros a los estadounidenses, no obstante, de acuerdo a él, las ciudades santuario deciden ayudarlos siendo que California y Nueva York han facilitado la protección y liberación de criminales.

“Estados Unidos debe ser un refugio para estadounidenses que cumplen la ley y no para extranjeros criminales”.

Aseguró que el sistema migratorio estadounidense será modificado para favorecer a quienes contribuyen en el país con trabajo, respeto por la ley y seguimiento de los valores locales, por lo que presentará una propuesta legislativa que permita a las víctimas de delitos cometidos por migrantes demandar a las ciudades santuario.

También, dijo, buscará otro cambio legislativo que es impulsar una ley que impida a los migrantes sin estancia regular obtener acceso a servicios gratuitos de salud. Trump apuntó que los legisladores han ofrecido cuidado médico gratuiro a los migrantes y ha sido pagado por los contribuyentes, eso agotaría los beneficios que tiene el Mediacare para los ancianos estadounidenses.

Con información de Animal Político

Estado de la Unión exhibe polarización política en EU

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La profunda rivalidad entre demócratas y republicanos quedó exhibida ayer durante el discurso del Estado de la Unión del presidente Donald Trump.

Los roces entre la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el presidente Trump, cuando el mandatario rechazó saludar a Pelosi, esto al entregarle una copia de su discurso, Trump le dio la espalda inmediatamente, dejando a la demócrata con la mano estirada.

Tras no poder evitar un rostro de asombro, Pelosi siguió la presentación: “Miembros del Congreso, el Presidente de los Estados Unidos”.

La demócrata omitió cualquier elogio al presidente cuando normalmente se le anuncia como: “Tengo el gran privilegio y el honor distintivo de presentar al presidente de Estados Unidos”.

El siguiente desaire mutuo fue hasta que Trump concluyó su discurso y Pelosi, con una expresión de disgusto en el rostro, se levantó de su asiento y rompió la copia del discurso de Trump.

Trump y Pelosi no se habían visto desde octubre, cuando la líder demócrata abandonó una reunión en la Casa Blanca en la que ella le cuestionó el retiro de tropas de Siria.

Por otro lado, los desplantes de ayer ocurrieron a unas horas de que el Senado decida hoy absolver a Trump de los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso en un procedimiento de juicio político que Pelosi autorizó hace unos meses con miras a destituirlo, al tiempo que el presidente promueve su campaña de reelección.

Trump destacó la construcción del muro fronterizo y la reducción en los cruces de migrantes indocumentados, así como sus logros económicos, incluido un bajo desempleo, y la firma del nuevo tratado comercial con México y Canadá.

Cabe mencionar que varios legisladores demócratas se retiraron del lugar durante el discurso.

(Con información de NYTimes y Grupo Reforma)

Resultados preliminares dan empate técnico entre Buttigieg y Sanders en Iowa

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El senador Bernie Sanders y el ex Alcalde Pete Buttigieg avanzaron al frente entre otros aspirantes demócratas a la Presidencia luego de que fuera revelados los primeros resultados de las asambleas de Iowa. 

Buttigieg obtuvo un 26.9% en el cálculo de delegados y Sanders recibió 25.1%. Elizabeth Warren tenía 18.3% y el ex Vicepresidente Joe Biden quedó en cuarto lugar con 15.6%.

Mientras tanto, en el conteo del voto popular, Sanders logró un 28% de los votos y Buttigieg 27%.

Los resultados llegaron con horas de retraso a causa de una falla en el sistema de entrega de datos a través de una aplicación móvil, según reportó el Partido Demócrata.

“La entrega de los resultados y las circunstancias alrededor de los caucus de Iowa de 2020 son inaceptables. Me disculpó profundamente”, reconoció Troy Price, líder del Partido en Iowa. 

El proceso del caucus, una asamblea abierta donde los votantes pueden elegir, debatir y cambiar su apoyo a un precandidato, inició a las primarias demócratas para elegir al rival del presidente Donald Trump en noviembre.

El proceso llega a Iowa después de que los demócratas llevaban meses promocionando la consulta como oportunidad para depurar su fila de aspirantes.

Sin embargo, al final del día no hubo ganador claro y abundaron los reclamos de que Iowa debería dejar de tener el status de primero en la serie de contiendas internas.

 

Con información de Grupo Reforma. 

Hacienda y CCE analizan cómo enfrentar reforma fiscal en EE.UU.

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Los empresarios y la Secretaría de Hacienda analizan acciones para hacer frente a la competencia que supondrá la reforma fiscal aprobada en Estados Unidos, informó hoy el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

“El CCE y sus organizaciones afiliadas ya están en conversaciones con la Secretaría de Hacienda de nuestro país para analizar las mejores alternativas frente a la competencia que implicará el nuevo diseño tributario del vecino del norte”, informó el organismo en un boletín.

El CCE consideró necesario “evaluar el establecimiento de una política de promoción al crecimiento y la reinversión de las empresas” que busque no “romper el equilibrio fiscal del gobierno” ni acrecentar la deuda, que haga más eficiente el gasto corriente y que aliente la reinversión de utilidades y la generación de empleo.

En las conversaciones con Hacienda, la CCE instó a tomar medidas que fomenten el empleo a través de la inversión y especialmente centrada en el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas (pymes), que promuevan además las exportaciones y la disminución paulatina del impuesto sobre la renta (ISR).

Adicionalmente, pidió a la Secretaría de Economía (SE) y gobiernos locales aligerar la “carga administrativa” de las empresas ante el cúmulo de trámites e inspecciones.

“Son momentos para una participación conjunta de todos los sectores. El sector público con la optimización de su gasto y la efectividad en los subsidios para la pobreza, el sector laboral con mayor capacitación y productividad y la iniciativa privada con mayor inversión y reinversión de utilidades”, destacó la patronal.

La reforma fiscal en Estados Unidos, aprobada el martes por el Congreso e impulsada por el presidente Donald Trump, recorta impuestos a las grandes rentas y las empresas, reduciendo de forma significativa los aportes al fisco para las compañías de 35 % a 21 %, mientras que genera siete horquillas de pago fiscal para los individuos.

México es atractivo a la inversión extranjera y requerimos dar mayor certeza jurídica a las inversiones actuales y futuras. En esto jugará un papel muy importante el resultado de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLCAN)“, agregó hoy el CCE.

No obstante, recordó que a nivel internacional hay una “fuerte competencia” para atraer capitales y por “ofrecer las mejores condiciones fiscales”.

En este contexto, “la nueva política estadounidense alentará los ajustes a la baja de las tasas impositivas”, concluyó.

 

#ElTalónDeAquiles: “Se abre el telón: el Trump-tico”

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Cuando Hillary Clinton manifestó en 2016 que la mitad de los seguidores de Trump eran “deplorables”, refería a un segmento poblacional “racista, sexista, homofóbico, xenofóbico, y islamofóbico”, que votó más por reacción que por acción. Se trataba de un “voto pre-moderno” contrario a los ideales de tolerancia, internacionalismo y cosmopolitismo tan promovido por el pensamiento progresista contemporáneo. Se trata del mismo voto que pidió sacar a Inglaterra de la Unión Europea, que rechazó el acuerdo de paz en Colombia, que eligió a Trump, y que hoy apoya en Costa Rica a Juan Diego Castro. Es un voto antisistema que muchos ven irracional, motivado por el odio, la ignorancia, y por el hartazgo ante las élites políticas tradicionales.

Además de los tres partidos que han ganado las elecciones en el pasado – Liberación Nacional (PLN), Unidad Social Cristiana (PUSC), y Acción Ciudadana (PAC), se presentan 16 agrupaciones más al proceso electoral costarricense de 2018. Dejo por fuera aquí al Movimiento Libertario (ML) y al partido Republicano Nacional (RN); al ser rezagos de la derecha tradicional, fueron ya estudiados en la primera entrega de esta serie de artículos. Tampoco incluyo al Partido Renovación Costarricense (PRC), que a pesar de tener representación legislativa (2014-18), se disolvió en mayo de 2017. En fin, dejo también por fuera al PAC, al Frente Amplio, y a otros grupos, que, al ser parte de la izquierda, serán abordados en mi última entrega de esta trilogía. 

De los partidos minoritarios que tienen hoy representación legislativa, los partidos Restauración Nacional (PREN), y la Alianza Democrática Cristiana (ADC) forman parte del llamado “Bloque Cristiano”. Basado en un raciocinio puritano, estas agrupaciones defienden posiciones en contra de la fertilización in vitro, de la unión de parejas del mismo sexo (en cualquiera de sus formas), y buscan endurecer la legislación sobre el aborto. Por la flagrante contradicción con los principios del “Estado de Derecho”, nunca he entendido cómo es posible que todavía se acepte en Costa Rica partidos políticos religiosos. El establecimiento de un Estado laico es una de las deudas históricas de los forjadores de la patria. Pero este es tema de otro artículo. Por suerte, el peso electoral de estos partidos es insignificante.

Sin embargo, un nuevo actor, el Partido Integración Nacional (PIN), puede convertir la pesadilla estadounidense en una realidad tica. Su candidato a la presidencia, Juan Diego Castro, un abogado cuyas raíces se sitúan en la oligarquía cafetalera, es conocido por haber roto agujas de peaje (al negarse a detenerse), por haber sido acusado de violencia doméstica en contra de su madre, y por haber sido mencionado en la investigación de los Panama Papers. Con un estilo excéntrico e irreverente, Castro ha logrado crecer de un 6% en las intenciones de voto (agosto) a un 15% (noviembre). Los datos, provenientes de encuestas del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica, lo ubicaban en noviembre de 2017 en empate, a la cabeza, con el candidato del PLN. Cualquier parecido a la disyuntiva entre escoger entre el “payaso Trump” y la “crooked Hillary”, es mera coincidencia. Claro, el PLN no es opción.

Se equivocan aquellos que indican que Juan Diego Castro es una distracción para solapar al “verdadero enemigo”, el PLN. Por su discurso antisistema, su capacidad a capitalizar en la exasperación popular, sus dotes para convertir a la política en un espectáculo de mal gusto, su verborrea sin medida, y su excéntrica irracionalidad con sabor populista, Castro es un peligro para la institucionalidad de Costa Rica. En el amanecer de la larga noche neoliberal, comenzamos apenas a ver las secuelas de la desmejora en los sistemas educativos de las últimas décadas. Castro es reflejo de nuestra sociedad: “¡Démosle un merecido a esos politicuchos que nos han gobernado desde hace años! Luego nos preocupamos por las consecuencias”. ¡Qué grave error es pensar así! En este mundo de redes sociales, en donde la política es espectáculo y lo superficial puede más que lo sustantivo, lo que Clinton llamó despectiva (y erróneamente) “los deplorables”, muchos de los cuales no son más que la gente común, unieron sus voces en contra de un sistema disfuncional que dejó de responder a sus expectativas desde hace tiempo. Se trata, hasta cierto punto, de una versión postmoderna de la dictadura del proletariado.

Fernando A. Chinchilla

Cholula (México), diciembre de 2017