Según el Barómetro Global de la Corrupción de Transparencia Internacional en su última medición (2013), el 88% de los mexicanos percibimos que la corrupción es un problema frecuente o muy frecuente en nuestro país. Esto, sin contar la multiplicación de casos en la materia, de la medición a la fecha.
La crisis de corrupción en nuestro país es grave. Todos nos quejamos pero, ¿cómo nos afecta?
La crisis de corrupción en nuestro país es grave. Todos nos quejamos pero, ¿cómo nos afecta?:
De acuerdo a la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, este mal “socava la democracia y el Estado de Derecho, conduce a violaciones de los derechos humanos, distorsiona mercados, erosiona la calidad de vida, permite que el crimen organizado, el terrorismo y otras amenazas a la seguridad humana”.
En fin, la corrupción es un mal de males que corroe todo a su alrededor. Algunos indicadores nos muestran los siguientes datos sobre su impacto:
A la economía del país: De acuerdo al Foro Económico Mundial la corrupción “cuesta” a la economía mexicana alrededor del 2% del PIB.
A las empresas: Earnest and Young calcula que las empresas llegan a presentar pérdidas de entre 5 y 10 por ciento de sus ventas anuales en consecuencia de esta problemática.
A las familias: 14% del ingreso promedio anual de los hogares destinado a pagos extraoficiales, estima Transparencia Mexicana.
Expertos del Imco estiman que los mexicanos pagamos en promedio 165 pesos diarios por este mal, “como si fuera una especie de impuesto regresivo”.
A tí: Expertos del Imco estiman que los mexicanos pagamos en promedio 165 pesos diarios por este mal, “como si fuera una especie de impuesto regresivo”.
Observamos entonces una queja constante de la ciudadanía por los casos de corrupción en el país y en nuestra entidad, pero que en ocasiones se rige por dichos como “el que no tranza no avanza”, y se vuelve partícipe de la misma. Está quien pide la corrupción y quien la paga.
La impunidad está a la orden del día y se estima que sólo el 2% de los delitos en la materia son castigados, lo cual incide claramente en la repetición del acto.
Al final del día, somos parte del problema. Tan sólo en el 2013, el INEGI registró más de 4 millones de actos de pequeña corrupción: ¿quién pagó el “moche” o la “mordida”? ¿quiénes fueron partícipes del amiguismo y los conflictos de intereses?
Mientras tanto, la impunidad está a la orden del día y se estima que sólo el 2% de los delitos en la materia son castigados, lo cual incide claramente en la repetición del acto. Entonces… ¿Qué se está haciendo en México al respecto?
El 27 de mayo de 2015, se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Reforma Constitucional en materia de combate a la corrupción que da paso a la creación del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA). El Congreso tiene 7 meses y 13 días para aprobar las leyes secundarias que permitan su implementación a nivel federal.
¿De qué trata?
Amplía las facultades de la Auditoría Superior de la Federación para que pueda revisar cuentas en tiempo real y fortalece la Secretaría de la Función Pública con un titular ratificado por el Senado. También crea nuevos organismos como la Fiscalía Especializada en delitos de Corrupción y el Tribunal de Justicia Administrativa, para sancionar a los servidores públicos involucrados en casos de corrupción; y se complementa con Comités que dan seguimiento puntual a la eficiencia del sistema.
El SNA representa un paso importante que solidifica a las instituciones ya existentes, mientras que surgen nuevos órganos para integrar una mejor estrategia. Aunado a esto, la reforma es uno de los principales compromisos para el segundo trienio del Presidente Enrique Peña Nieto.
No obstante, el SNA tiene áreas de oportunidad, especialmente en cuanto a la designación de los titulares de los organismos que integran el sistema. A nivel internacional se propone mayor autonomía para asegurar la efectividad del combate a la problemática.
Falta también un mayor esfuerzo en materia de prevención: en la educación a la ciudadanía mexicana para no ser parte del problema, en fin, cortar el ciclo vicioso.
¿Y Nuevo León?
El pasado viernes 9 de octubre, los miembros que conforman la Comisión Anticorrupción en el H. Congreso del Estado Nuevo León se congregaron para analizar las reformas que se requieren para implementar este Sistema en la esfera estatal. La reunión de trabajo contó con la presencia de representantes de Ciudadanos contra la Corrupción y Evolución Mexicana.
Sin embargo, no puedo dejar de recalcar que nuestro estado va rezagado frente a otros como el Estado de Morelos, que ya aprobaron o presentaron importantes avances en el proceso legislativo para implementar el sistema a nivel local.
Los cambios urgen, estemos al pendiente de la actividad de la presente legislatura al respecto.
“Corrupción” proviene del latín corruptio-onis. Que significa “la acción y efecto de corromper”.
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