Si hoy fueran las elecciones para elegir a nuestro próximo gobernador o gobernadora todo indica que quien ganaría la gobernatura sería Samuel García, senador con licencia, del partido Movimiento Ciudadano (MC). Durante las últimas semanas, a través de una campaña, que se podría decir ha sido efectiva, ha logrado superar a sus contrincantes en las encuestas, sin olvidar que estos han influido de manera indirecta en el posicionamiento del candidato de MC, pues no cuentan con los mejores historiales, comparativa y políticamente hablando.
Sin embargo, me pregunto si el candidato Samuel García es el político idóneo, no sólo para gobernar Nuevo León, sino para ejercer la política desde diferentes niveles de gobierno en México. ¿Es Samuel García el tipo de político que necesita la sociedad neolonesa, en lo particular, y la mexicana, en lo general?
Desde mi perspectiva, Samuel García no es el tipo de político que se necesita en México ya que, él proviene de un mundo perfecto, en donde las cosas no deberían cambiar tanto.
Ese mundo se llama San Pedro Garza García. Un mundo de viviendas lujosas, con servidumbre, donde existen más automóviles que personas (hay 105 automóviles por cada 100 habitantes) (El Horizonte, 2013). Ahora entiendo la insistencia de Samuel con el tema del aumento de las gasolinas. Seguramente, San Pedro fue el municipio que más resintió dicho aumento; los gastos fijos en transporte de las familias sanpetrinas debieron aumentarse considerablemente.
Es el municipio con mayor poder adquisitivo en todo el país, y tal vez de toda Latinoamérica. En 2018, San Pedro Garza García registró un ingreso per cápita promedio de USD 60 mil anuales, frente a un ingreso per cápita promedio de USD 9,673 anuales a nivel México (Infobae, 2020). Es además un municipio donde existe la menor percepción de inseguridad en todo el país; sólo el 18.9% de la población se siente insegura (Expansión Política, 2020).
De ese mundo perfecto es de donde proviene Samuel García. Lamentablemente, Nuevo León, y México en lo general, no reflejan ni lo mínimo que se vive en San Pedro Garza García.
Soy de la idea de que la política es de causas. Causas que se adquieren a través de la vivencia propia y del sufrimiento personal, que te hacen levantarte diariamente y buscar transformar la realidad que te rodea. Me pregunto, ¿cuáles serán las causas que mueven a Samuel García?
Fuera de lograr que las gasolinas cuesten menos y que los sanpetrinos, con sus miles de coches, puedan reducir sus gastos en transporte, ¿estará en la mente de Samuel García trabajar arduamente por las y los más desfavorecidos? Aquellos con quienes ha podido convivir desde pequeño viéndolos como la servidumbre. ¿Será prioridad de Samuel García romper el pacto patriarcal en Nuevo León? Sobre todo si tomamos en cuenta que San Pedro es un municipio altamente conservador, donde existen comúnmente las “esposas trofeo” y altos niveles de violencia familiar contra las mujeres (El Horizonte, 2020).
En el documental “El Pepe, una vida suprema”, sobre la vida del expresidente uruguayo, Pepe Mujica, sale este diciendo: “en la política hay que tratar de elegir a gente de corazón grande y bolsillo chico”. Me queda claro que el bolsillo de Samuel no es para nada chico, sin embargo no me queda tan claro si su corazón es lo suficientemente grande como para buscar transformar el status quo, ese del que se han beneficiado mayormente las personas del mundo perfecto del que proviene Samuel García.
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