La licitación para vender el acero del aeropuerto de Texcoco que fue cancelado por la Administración de Andrés Manuel López Obrador fue rechazada por siete de 13 empresas que participaron en ella, pues aseguraron que hubo mano negra para favorecer a una de las proveedoras del nuevo aeropuerto de Santa Lucía que, actualmente está en construcción.
Los empresarios participantes que buscaban adquirir las 49 mil toneladas de acero que hay en el aeródromo cancelado se inconformaron con el fallo y cuando el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) anunció el resultado de la licitación, les gritaron a sus integrantes que estaban cometiendo un acto de corrupción.
La empresa que ganó el contrato para desmontar el acero del NAIM es Grupo Gilbert Estructuras en Acero, que presentó una oferta por 197.4 millones de pesos por el material.
Esto, fue uno de los puntos que llamó la atención, pues hubo una empresa que ofreció más por el acero.
Se trata de Habilitadora de Metales Monte Salas, que ofreció 7.3 millones de pesos más que Gilbert.
No obstante que fue descalificada por una discrepancia en la fecha del código QR de su constancia de cumplimiento de obligaciones fiscales emitida por el SAT, con la fecha asentada en otro documento.
Aunque la Sedena, a cargo del proyecto de Santa Lucía, no ha hecho pública ninguna de las licitaciones, se sabe que, si bien no contratará constructoras, aceptó que “lleva a cabo la adquisición de los materiales directamente a los fabricantes y sin intermediarios” y que “se renta equipo y maquinaria adicional” al que tiene la dependencia.
Sin embargo, se sabe por Gilbert que la empresa presume en su sitio de Internet como su principal “obra en proceso” al Aeropuerto Internacional de Santa Lucía.
De ahí que las empresas Habilitadora de Metales Monte Salas, Ferrociclables, Remesare y Metales BYG, entre otras, tengan la posibilidad de promover inconformidad ante el Organo Interno de Control de GACM, la paraestatal que estuvo a cargo del NAIM.
El argumento sería que Grupo Gilbert omitió incluir en sus documentos la carta de “No Conflicto de Interés”, lo que era causal de descalificación.
De acuerdo con lo estipulado, Gilbert tiene 99 días para desmontar los foniles, que eran las estructuras de la terminal del NAIM, así como el material de la torre de control, y retirar todo el acero del sitio, que será parte del Parque Ecológico Lago de Texcoco y podría ser inundado.