Durante 18 años un tabasqueño señalaba, criticaba y proponía como él si podía con el país, desde cosas fáciles, como perforar un pozo petrolero, hasta ponerse al tu por tu con Donald Trump. Durante sus dos derrotas presidenciales, Andrés Manuel López Obrador parecía ser el un ungido (porque así lo cree él) para darle a nuestro país la gloria que tanto merece, proyectos fantasiosos, difíciles, pero como asegura, con el apoyo del pueblo los consolidaría. Spoiler, no los hace tan buenos como los platicó, no es lo mismo ser borracho, a ser cantinero.
Son dos proyectos los que abanderan la causa (necedad) de la 4ta Transformación: La refinería de Dos Bocas en Tabasco y el Tren Maya en la península de Yucatán, lo cual no suena mal, si fuera 1990, esto cuando la economía y todos los países empiezan la migración a energías limpias y nuestro país puede ser potencia en ese rubro, en el caso del tren, se presenta cuando los países mueven sus trenes de pasajeros con energía eléctrica. Obras que beneficiarían a cualquier país, pero aquí no contábamos con que el presidente se empaña en hacer todo lo contrario a la lógica y a la razón.
La refinería de Dos Bocas llegará a nuestro país, si es que la terminan en su sexenio, después de depredar completamente toda la zona en la cual se planea instalar, además, dentro de los estudios que se hacen para ver la capacidad de producción no es nada alentador, ya que al parecer seguiremos importando gasolina, lo cual, la solución termina siendo parte del problema. Producirá más, pero con el pleito de México con la OPEP, el petróleo mexicano tiene incertidumbre, una cosa es sacarlo, otra venderlo. Ahora el flamante y fraudulento Tren Maya se echo andar la construcción este mes, porque ya le apuraba inaugurar algo al parecer, lo cual sigue lleno de inconsistencias, esta semana el precio de construcción se elevo 13%, se determina que mas del 60% de las especies que habitan la selva están en riesgo y para ponerle la cereza a este pastel que nadie quiere, resulta que el Tren Maya funcionara con diesel, así es, contaminando aún más la zona y dejando a un lado la posibilidad de tener algo bueno en medios de transporte, regresaremos al siglo XX con transporte en base a combustión, lo mas curioso es que México no tiene, ni tendrá con la refinería de Dos Bocas, la capacidad ni la producción de diesel para alimentar al Tren Maya, lo cual hace que sea necesario importar el combustible, ósea que nos saldrá la misma o peor, como les digo, una buena idea en las manos equivocadas puede terminar muy mal.
Cuando pareciera que la 4T no tendría suficientes problemas que solucionar, el neoliberal COVID19, este virus oriental que llego para quedarse, y últimamente solo nos permite ver como el Presidente López Obrador contradice absolutamente todo lo recomendado por Hugo Gatell, que preocupante ver como un epidemiólogo, alguien que le sabe al tema, termina haciéndose a un lado por parte de los constantes dichos de su jefe. Hasta el momento han reportado casi 15,000 decesos y alrededor de 130,000 casos confirmados de coronvirus, registrando nuevos records de contagios diarios, ¡ni el mismo Wuhan pasaba esto! Sabemos que el confinamiento genera perdidas y desesperación en la población, pero de nada servirá si además de poner el semáforo en rojo, las autoridades de salud no se ponen en su papel y promueven medidas de sanidad necesarias en todos los estados. Mientras tanto, ¿Qué hace el presidente?, ¿Qué hace el señor?, pues se dedica a decir en sus conferencias mañaneras que no tengamos miedo y que salgamos a las calles, si de irresponsabilidades hablamos, el Presidente que no usa cubrebocas, es el mejor ejemplo. Seguimos siendo calificados como los peores, normal en esta 4T.
Me encantaría dejar de escribir cosas en las cuales la 4T no ha decepcionado, pero ahora con la difusión de los cinco créditos que ha pedido el Gobierno de López Obrador al Banco Mundial, para financiar sus obras y reparticiones de dinero que abiertamente reparten disfrazadas de “becas”. Con esto, otra vez miente y decepciona al decir en su campaña de 18 años que no pediría créditos, ni deuda para el país, pero al final dijo el ganso que no, que era necesario y que a aparte ya lo había pensado, en fin la hipocresía, o ¿Cómo ven?
Me gustaría dejar de hacerlo, me gustaría, pero a estas alturas del partido, a un año de las elecciones intermedias, defender las ocurrencias del Presidente es masoquismo puro. Hasta la BOA, que termino como un documento todo mal redactado saliendo desde las oficinas de la SEGOB. En fin, el viejo truco de los socialistas, cuando todo sale mal, hay que culpar a alguien más.
Sé que lo cambios no se dan de la noche a la mañana, para algunos el gobierno de Andrés Manuel está justo a tiempo para enderezar el timón y apuestan por su proyecto, pero para algunos, cada vez más, más tiempo significaría más ocurrencias y menos resultados, la violencia sigue su escalada, el INEGI reporta que los ciudadanos perciben en su última medición, altos índices de corrupción en su gobierno, lo cual no cuadra con el mensaje que tanto recalca y que hasta para curar el coronavirus sirve.
Cuidado organismos autónomos, cuidado INE, cuidado AFORES, cuando se le empiecen a acabar las ideas al señor presidente, con la excusa de la corrupción, va a poner la mira en ellos. Ya sabemos cual es el resultado después de que López Obrador se aferra a algo, lo asfixia, lo transforma y lo pone a su servicio, como lo hace actualmente con México.
Cuando prometieron cambio, no sabíamos que la reversa también es cambio.