El siglo XXI trajo consigo una serie de avances tecno que podemos ver en todos los ámbitos de nuestras vidas, desde nuestros teléfonos celulares hasta complicadas máquinas y procesos que ahora se llevan a cabo de forma automatizada. El proceso de globalización ha permitido un mayor intercambio de bienes y servicios entre países y ha incrementado el comercio (más no ha disminuido la desigualdad) pero también vemos como en mayor medida los países desarrollados como Estados Unidos pierden empleos (aunque se crean nuevos en otras áreas) sobre todo en la industria manufacturera la cual ha ido trasladando su producción a países de Asia y América Latina lo cual a su vez ha alimentado en gran parte los argumentos y la fuerza del discurso de políticos radicales como Donald Trump y casos en algunos países de Europa que pugnan en contra de los cambios que viven nuestras economías y sociedades
La industria 4.0 hace referencia a una era de actividad económica impulsada por la automatización de los procesos, por los robots y sistemas que hacen más fácil nuestras vidas pero que también generan pérdida de empleos tradicionales. Curiosamente más de la mitad de los empleos de la industria manufacturera que ha perdido Estados Unidos desde la entrada en vigor del TLCAN en 1994 se han perdido no porque se hayan ido a China o a México sino porque los procesos de las líneas de producción requieren cada vez menos personas.
Es ridículo pensar en como debería combatirse y/o detener un cambio que a todas luces es inevitable, el país o estado que se niegue a automatizar sus procesos y apostarle al desarrollo de esta nueva industria tecnológica entonces se volverá menos competitiva por los altos costos y podría entrar en recesión.
Hay otros temas relacionados con la industria 4.0 que también son puntos de discusión como lo son la inteligencia artificial y algunos nuevos avances en la medicina que ponen en duda su viabilidad ante la ética de muchos países. El reto de los países desarrollados es lograr generar empleos en otras áreas y lograr que las zonas que eran dependientes de la industria manufacturera desarrollen otra industria como el turismo, las tecnologías u algún servicio. Los países desarrollados también tenemos un gran reto de no caer en la tentación de sentirnos en una zona de confort por las inversiones de la industria de la manufactura y no lograr desarrollar una industria nacional de tecnologías de la información y la comunicación.