A más de 23 años de su entrada en vigor, Estados Unidos, México y Canadá pusieron este miércoles en marcha el proceso de modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El banderazo de salida estuvo a cargo del representante comercial de la Casa Blanca, Robert Lighthizer, del secretario mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo, y de la canciller canadiense Chrystia Freeland.
Freeland coincidió en que Canadá espera “una conversación productiva y constructiva”. “Hemos estado construyendo durante algún tiempo una muy fuerte relación entre Canadá y México, incluyendo una fuerte relación entre nosotros dos”, añadió.
Estados Unidos dejó por su parte en claro que pretende un calendario “ambicioso” y “agresivo” de renegociación del TLCAN, que resulte en beneficios para los tres países, de acuerdo con un funcionario de la Representación Comercial de la Casa Blanca.
Durante la primera ronda de negociación, los tres países definirán alrededor de 30 capítulos, compartirán propuestas de texto de forma clasificada, intercambiarán cifras comerciales y empezarán el proceso de identificar coincidencias y discrepancias.
Esta primera discusión se extenderá por espacio de cinco días en un hotel de la capital estadounidense. La segunda ronda tendrá lugar en México y la tercera en Canadá en algún momento del invierno.
Estados Unidos anunció que su meta en las negociaciones del TLCAN es eliminar los déficits comerciales con México y Canadá.
México ha señalado por su parte que busca que la modernización del TLCAN resulte en una mayor integración de los tres socios comerciales norteamericanos.
Canadá desea un acuerdo trilateral “más progresista” con salvaguardas laborales sólidas y disposiciones ambientales que combatan el cambio climático y reformar el proceso de solución de controversias entre inversionistas y Estado, para asegurar que los gobiernos tengan un “derecho ineludible” a regular en el interés público.