La carrera por los Estados Unidos

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Theodore Roosevelt una vez afirmó: “Una gran democracia debe progresar o pronto dejará de ser o grande o democracia”. El espíritu de Roosevelt era decirle a la sociedad que la defensa de la democracia es cotidiana, no es sólo con el ejercicio del voto durante las contiendas electorales,  sino con los personajes que se desarrollan en ella, las instituciones encargadas de protegerla y una ciudadanía activa dispuesta a defender las instituciones que dan contrapeso al poder. El vigésimo sexto presidente estadunidense previó lo que sucede actualmente en su país y fuimos ciegos; todos pensaron que el simple hecho de elegir a un presidente afroamericano, el racismo se terminaría; muchos afirmaron que una jueza latina en la Corte Suprema acabaría la xenofobía y el odio a los migrantes; muchos afirmaron que la sentencia del máximo tribunal norteamericano legalizando el matrimonio igualitario generaría un fin al odio a la comunidad LGBT. En tiempos de una sociedad dividida y polarizada, el lado progresista y liberal tiene mucho que aprender del pasado y visualizar el futuro, no sólo para el lado izquierdo, sino para todos. 

Estados Unidos acaba de ser testigo de un cumulo de situaciones que tendrán un impacto en las elecciones por la presidencia y en tablero político, desde el esperado resultado del juicio político contra Donald Trump donde fue absuelto por el Senado; el discurso del Estado de la Unión y la líder de la minoría rompiendo el discurso del presidente en televisión nacional, hasta el debate de candidatos demócratas en New Hampshire y el desastre o caos en las primarias de Iowa, estamos viendo que las cosas no se ven bien para los contrincantes del Trump. 

El primer reto que enfrentan los demócratas frente a los republicanos es la unión y consolidación de una narrativa alterna. Los republicanos han conformado un sólido bloque partidista en apoyo a Trump para su reelección, en contrario, los demócratas continuan con una clara división por quién encabezará la candidatura por la presidencia. Por un lado, vemos que Biden, Sanders, Warren y Buttigieg mantienen una confrontación directa que en nada abona a consolidar un proyecto que pueda dar frente a un presidente con altas probabilidades de reelección. Un debate de fondo es el espectro ideológico que pueda incentivar el voto de latinos, afroamericanos, indecisos y centros; el partido demócrata se encuentra en una encrucijada del camino que debe de tomar, y ante un personaje como Trump, mantenerse demasiado en el centro puede ser una estrategia fallida. Sin embargo, la izquierda norteamericana sabe que irse demasiado a la izquierda tampoco es beneficioso para ser competitivos electoralmente. 

Algo que tampoco beneficia a los demócratas, es el resultado de las primarias en Iowa, ya que el retraso en la emisión de resultados donde van con una pequeña diferencia entre Sanders y Buttigieg por el primer lugar,  ha generado incertidumbre y un aire de conflicto interno agravado, mismo que ha capitalizado a Trump y los hace ver como incapaces para gobernar. 

Desde la segunda guerra mundial, solo tres presidentes de Estados Unidos han sido derrotados para la reelección: Gerald Ford, Jimmy Carter y George H. W. Bush, y como escribe John Cassidy en  The New Yorker, “dichos personajes tenían un elemento en común: la economía era percibida o estaba en crisis”, este escenario no se configura completamente en la actual con Trump, que si bien existe evidencia de una inminente complicación económica para Estados Unidos, aún no se sienten los efectos como en la Gran Depresión o en el 2008. 

Sí los demócratas quieren ser verdaderamente competitivos, deben aprender de los errores del pasado, entender que la política actual no se gana con lo simbólico sino con lo real, y desde esta reflexión, poder unirse para enfrentar a un adversario sumamente poderoso, impulsado por la intolerancia y con una estrategia de comunicación basada en el enojo, deberán demostrar una narrativa esencial de la política en Estados Unidos y en palabras de Abraham Lincoln: “un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no desaparecerá de la tierra”.

Director de Comunicaciones de la Casa Blanca amenaza con matar a quien filtre información.

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Anthony Scaramucci, quien recientemente fue nombrado Director de Comunicaciones de la Casa Blanca, amenazó e insultó a varios miembros de primer nivel del gabinete del presidente de EU, Donald Trump, en una entrevista publicada por The New Yorker.

En un texto difundido en el sitio web de The New Yorker, Scaramucci se lanzó contra Reince Priebus, director del gabinete de la Casa Blanca, a quien llamó “esquizofrénico paranoide”, y contra Stephen Bannon, estratega en jefe de la Presidencia, a quien acusó de trabajar en favor de su propia agenda.

En el texto publicado, el director de Comunicaciones acusó a Priebus de las filtraciones constantes de información confidencial a la prensa desde la Casa Blanca, luego de que Ryan Lizza, reportero de The New Yorker, consignó una cena entre Scaramucci y empleados del canal Fox News.

“Lo que quiero hacer es matar a todos aquellos que están filtrando información y quiero que la agenda del presidente vuelva a estar encaminada para que podamos triunfar a nombre del pueblo estadunidense”, expreso el director de comunicaciones.

En un mensaje de Twitter posterior a su conversación con Lizza, Scaramucci incluso amagó con reportar las filtraciones supuestamente realizadas por Priebus ante la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

También manifestó que, a diferencia de otros altos funcionarios, él no tenía ningún interés en cultivar la atención de los medios de comunicación. “No soy Steve Bannon, no estoy tratando de chuparme mi propio p…”, indicó. A diferencia de Bannon, agregó Scaramucci: “no estoy tratando de construir mi propia marca a partir de la maldita fuerza del presidente. Estoy aquí para servir al país”.

Más tarde, en una entrevista ofrecida al canal CNN, Scaramucci dijo que no había acusado a Priebus de filtrar información.

 

Dimes y Diretes: “Vergüenza Nacional”

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La noticia que fue revelada el día de ayer por la periodista Dolia Estevez, sobre la llamada entre Donald “Pelos de Elote” Trump y Enrique “Santa Anna” Peña Nieto, el viernes pasado, no es más que una vergüenza nacional que debe de preocuparnos.




Hasta el momento nadie ha podido confirmar la veracidad de la información. La Secretaría de Relaciones Exteriores ya rechazó que lo que afirma Estevez sea verídico. Mientras tanto el gobierno de los Estados Unidos se ha mantenido en el silencio total, algo que no debe de sorprendernos, la nota periodística muestra a un Trump amenazante y un Peña débil, y sin poder de palabra y firmeza.

La cuestión es que ya sea verdad o sea mentira, esto nos debe de dar vergüenza. En el caso que, lo que comenta Dolia Estevez, sea verídico, les puedo confirmar que estamos en la olla y esto apenas comienza.

Que el Presidente de Estados Unidos esté tan despegado de la realidad y se atreva a decir cosas como, “no necesitamos a México, no necesitamos a los mexicanos” y lancé amenazas como la de enviar tropas estadounidenses a nuestro país, con el objetivo de combatir al narcotráfico, son palabras mayores.

Lo peor es la defensa de nuestro Presidente, que mostrando lo agachón que puede llegar a ser el mexicano, solo propone “un dialogo entre las dos partes” y además balbucea, claro signo de la falta de seguridad que tiene Peña Nieto.




Por otro lado, de ser la nota completamente falsa, también nos debería de dar vergüenza. ¿Por qué? Pues porqué hemos caído en el juego de una periodista que probablemente quiere lucrar y volverse famosa.

Difundiendo información falsa, Dolia Estevez quiere dejar al Presidente en una posición incómoda ante las negociaciones con Trump, por lo tanto, está debilitando al gobierno mexicano y apoyando, se podría decir, al gobierno estadounidense. No creo que este sea el caso.

Personalmente, la información develada, me parece verdadera. Para estas alturas de la noche varios medios internacionales como Time, Forbes y The New Yorker están tomando la historia.

Por otro lado, The Associated Press confirma que tienen en su poder una transcripción de la llamada, donde afirmativamente Trump amedrento a su contra parte mexicana con enviar tropas estadounidenses a nuestro país, sin que se sepa hasta este momento que respondió Peña Nieto.

Si creíamos que las cosas habían tocado fondo la semana pasada, debemos reconsiderarlo. Esto apenas empieza y la amenaza de Trump es real, lo peor de esta historia es que tenemos a un presidente que está lejos del nivel que necesitamos ahorita, pero lamentablemente es lo que tenemos.

¡Ahí Se Leen!

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”