Día mundial sin auto

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El 22 de septiembre se celebró el día mundial sin auto. Ese día se acostumbra demostrar que es posible llevar a cabo las actividades del día sin utilizar un automóvil privado.

En mi caso, era posible no utilizar mi auto durante el día si planeaba mis actividades al inicio de semana. Pero esa no es la realidad de un gran número de personas que a diario salen en sus autos a realizar sus actividades, así que me puse a hacer el ejercicio del día sin auto como un análisis y reflexión de lo que pasaba en el contexto en el que habito.

Vivo en una zona céntrica de la ciudad en la que se mezclan casas, algunos edificios habitacionales, muchas escuelas y muchos negocios de distintos tamaños y número de empleados en lo que antiguamente fueron viviendas unifamiliares.

Decenas de autos llegan todos los días a la zona y estacionan sus autos en la calle durante toda una jornada laboral dejando muy limitadas las opciones de estacionamiento a los residentes que no cuentan con cocheras o estacionamientos exclusivos.




Sumada a esta situación, encontramos camiones de reparto, personas que llegan de vista a casas u oficinas que al no encontrar donde estacionar sus vehículos utilizan con este fin y en completa impunidad la banqueta y otros espacios prohibidos en el reglamento de tránsito generando graves dificultades a los peatones.

Los mismos negocios al no contar con espacios suficientes de estacionamiento han transformado sus predios para crear cocheras y cajones de estacionamiento, muchas veces tomando parte de la banqueta, obligando a peatones a circular por el arroyo vehicular. Si llegas a reclamar la invasión del espacio público peatonal te dicen que con el tiempo han logrado ‘derechos adquiridos’.

Bajo este contexto me surgieron algunas preguntas: ¿es la opción más sustentable trasladarse al trabajo en un auto que estará parado todo el día ocupando un espacio de estacionamiento de la vía pública? ¿Realmente es el centro de la ciudad el lugar adecuado para oficinas que no cuentan con estacionamiento y sí con un gran número de empleados y visitantes que llegan en autos? ¿Se pueden adquirir derechos de un bien público para el uso privado? Supongo que no, pero de ser así, ¿cuándo y de qué manera los ciudadanos adquieren de nuevo el derecho al bien público que le corresponde y les ha sido arrebatado para beneficiar a particulares?




Si bien el ejercicio de un día sin auto nos enfrenta a observar nuestras acciones y ver con otra perspectiva los usos y abusos de movernos en auto, nos deja abierta la opción de replantear el modelo de ciudad que tenemos y buscar soluciones enfocadas en un mejor transporte público, en restricciones de estacionamiento en zonas que se busca repoblar y en el cumplimiento de un reglamento de tránsito enfocado a la seguridad del peatón.

Al menos en el tema de movilidad, el mejor ejercicio será no pensar en la ciudad que queremos solo un día del año en el que se nos invita a vivir la ciudad sin auto. Todos los días pueden ser momento de reflexionar la ciudad que vivimos, la que queremos tener y las soluciones en las que podemos participar.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

La Revolución Peatonal

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Un grupo de colectivos anda diciendo que hay que movernos a pie en la ciudad. Pero, ¡cómo!, si aquí en Monterrey nos movemos en carro, siempre nos hemos movido en carro. A pie es imposible y en camión nos lleva todo el día. Además, para mí no es problema, pues tengo auto… o, ¿sí? ¿Será que en algo me afecta no tener otras opciones para moverme en la ciudad? ¿Qué tal contaminación, tiempos de traslado, colisiones, embotellamientos, el riesgo que corro de ser atropellado al andar en la calle? Es más, ¿qué tal si ni siquiera tuviera qué trasladarme tanto a largas distancias? ¿Qué tal si la mayor parte de lo que necesito se encontrara a una distancia caminable?

Tal es el planteamiento de la Liga Peatonal (ligapeatonal.org), conformada por 35 miembros activos y 13 colectivos nacionales —hoy extendiéndose a otras partes de América Latina— que se reunieron en CDMX del 4 al 8 de mayo en el #3CongresoPeatonal e impulsan desde múltiples frentes una Revolución Peatonal, es decir, un movimiento de espacios públicos que pone a los peatones en el centro del escenario principal, que es la calle.

Y vendría bien aquí preguntarnos, ¿somos todos peatones? La respuesta es sí y no. Todos caminamos en algún momento del día, unos más, unos menos, cierto, pero hay quienes no tienen otra opción. Entonces, ¿a quiénes pesan más las condiciones poco óptimas —por decir lo menos— para caminar en la ciudad? Desafortunadamente, a la población de menor estrato socioeconómico, que son también quienes más mueren en la vialidad. Pero no sólo a ellos.

…¿somos todos peatones? La respuesta es sí y no. Todos caminamos en algún momento del día, unos más, unos menos, cierto, pero hay quienes no tienen otra opción. Entonces, ¿a quiénes pesan más las condiciones poco óptimas —por decir lo menos— para caminar en la ciudad? Desafortunadamente, a la población de menor estrato socioeconómico, que son también quienes más mueren en la vialidad.

Nuestras ciudades están diseñadas pensando en gente en pleno uso de sus capacidades motoras —y a veces hasta malabaristas—. Niño/as, anciano/as y personas con cualquier tipo de discapacidad no entran en escena. Las vialidades no son seguras para ello/as. Rutas peatonales obstruidas por autos, anuncios, postes de luz que obligan a quienes transitan a bajar a la calle, y resultan en situaciones alarmantes como el que las colisiones viales sean la principal causa de muerte en niños de 5 a 9 años de edad y la segunda en jóvenes entre 10 y 19 —esto es choques y atropellamientos— en Nuevo León. Personas con discapacidad simplemente no gozan de su derecho a transitar libremente por la ciudad. Están imposibilitadas.

Aquí compartimos un problema con toda América Latina: nuestras ciudades han crecido con muy poca o nula planeación y en este crecimiento, se han llenado de asentamientos informales —y no tan informales— a los que no se les dota de la infraestructura necesaria para hacerlos espacios seguros para la movilidad y bien conectados para el transporte de mayor distancia.

Nuestras ciudades están diseñadas pensando en gente en pleno uso de sus capacidades motoras —y a veces hasta malabaristas—. Niño/as, anciano/as y personas con cualquier tipo de discapacidad no entran en escena. Las vialidades no son seguras para ello/as.

El Índice de Prosperidad Urbana de ONU Hábitat señala cinco ejes para evaluar la calidad de un espacio público: infraestructura, productividad, calidad de vida, equidad e inclusión social, sustentabilidad ambiental y gestión de riesgo. La planeación urbana habría de estar enfocada en estos cinco ejes. ¿Dónde estamos en Monterrey?

¿Cómo transformamos una ciudad dispersa en una ciudad caminable, una ciudad que habiendo crecido una vez en población, lo hizo 2.5 en extensión territorial? Nos encontramos ante la necesidad de repensar los espacios que utilizamos habitualmente; de crear un balance entre donde vivimos y a dónde nos movemos. Es pensar en las opciones que dichos espacios nos ofrecen y pueden ofrecer: comercios, alimentos, servicios, esparcimiento…

Y podemos hacerlo también desde el espacio que habitamos: darle vida a nuestra ciudad. Hacer uso de nuestras calles, parques y plazas, invita a la gente. Así ganamos espacios para el uso de las personas. Creamos momentos y situaciones que generan encuentro y convivencia, y derivan en vínculos y cohesión social. Recordemos que nuestra mera presencia altera, transforma y construye la ciudad. El rumbo lo damos nosotro/as.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

DISFRUTANDO LA CIUDAD FUERA DEL AUTO

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CINLACC

En una ciudad como la nuestra en donde las extensas distancias nos hacen utilizar principalmente vehículos motorizados para aprovechar lo más posible el tiempo, luego dejamos de lado cuestiones importantes como lo son tener una ciudad más libre de tráfico, contaminación y, ¿por qué no?, olvidarnos un poco del estrés. Sin duda estas opciones las podríamos tener si optáramos por una movilidad sustentable. Pero mientras esto pasa lo que podemos hacer es dar pequeños pasos, aprovechando los días de bajo flujo vehicular en nuestra ciudad.

Con esta lógica surgen las Vías Recreativas promovidas por Alcalde ¿cómo vamos?, dentro de la Acción 7 “Nuestras calles para nuestras familias”, en donde tomando el Modelo que localmente conocemos como “San Pedro de Pinta”, y apoyados en otras experiencias en el tema existentes en México y otras ciudades del mundo, se les solicitó a los municipios participantes en la Plataforma adaptar semanalmente un espacio de recreación para las familias en la vía pública. Los requisitos son muy sencillos: 1.5 kilómetros de vialidad cerrada al tránsito vehicular, y adaptar en ese espacio diversas actividades para los paseantes de todas las edades.

Caminata, clases de baile, yoga, pintura, inflables, futbolito, son solo algunas de las opciones que los municipios han ofrecido a sus habitantes, y que han hecho que los paseantes no sólo puedan tener un rato de diversión, sino que disfruten ese espacio que es suyo y a veces se les olvida: la calle.

Tras un año de llevarse a cabo dicha actividad con buenos resultados, se decidió ir más allá de ese kilómetro y medio que se le pedía como requisito. También se decidió olvidar por un momento los límites municipales y unirse en una gran vía recreativa que se extendiera por gran buena parte del área metropolitana.

Así, en 2014 nació la primera edición del Paseo Metropolitano, que conectó a Guadalupe, Monterrey, San Pedro y Santa Catarina, en un circuito que ofrecía diversas opciones para la comunidad. El próximo 25 de octubre se estará llevando a cabo la segunda edición de este evento, que además de volver a unir estas ciudades pretende dejar el ejemplo para que las siguientes administraciones continúen y mejoren el trabajo hasta ahora logrado.

El Paseo Metropolitano 2015 será un circuito de 35 kilómetros, en donde se podrá disfrutar el recorrido completo en bicicleta o corriendo.

El Paseo Metropolitano 2015 será un circuito de 35 kilómetros, en donde se podrá disfrutar el recorrido completo en bicicleta o corriendo, y ya tenemos deportistas apuntados para hacerlo; pero también para aquellos que lo hacen por hobby o simplemente quieren disfrutar de la calle de una manera diferente. Habrá recorridos cortos en bicicleta, patines, patineta, paseo de mascotas y un amplio número de actividades que hará que cualquiera que se dé cita, pueda encontrar una opción para disfrutar el evento. Y es que el evento aunque lo encabeza Alcalde ¿cómo vamos? y los municipios participantes, también convoca a organizaciones de la sociedad civil y comunidad en general, para que compartan con los paseantes alguna actividad a lo largo del recorrido.

Aprovechemos la oportunidad de disfrutar esos lugares que fuera del coche no podemos acceder, aprendamos a ver nuestra ciudad de una manera distinta, a disfrutarla, a caminarla, a conocerla más allá del cristal de nuestro automóvil.

Si bien para algunos puede significar sólo un tramo por recorrer como una carrera deportiva, la verdadera intención va más allá de salir a ejercitarnos en la calle. Lo que realmente queremos es que quienes se animen a participar, también hagan la reflexión de que están conociendo su ciudad de una manera diferente. Aprovechemos la oportunidad de disfrutar esos lugares que fuera del coche no podemos acceder, aprendamos a ver nuestra ciudad de una manera distinta, a disfrutarla, a caminarla, a conocerla más allá del cristal de nuestro automóvil. Si bien no siempre tenemos la oportunidad de trasladarnos en una bicicleta o simplemente caminar, en el Paseo Metropolitano podemos hacerlo. ¡Te esperamos!

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”