¿Sólo 120 mil mexicanos contra la corrupción?

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FIRMA EN: www.ley3de3.mx

Para que el proyecto ciudadano Ley 3de3, elaborado por tres acreditados abogados y promovida por variadas organizaciones de la sociedad civil a nivel nacional, avance y entre a un proceso legislativo, se requieren de al menos 120 mil firmas de mexicanos.

Se trata de la primera iniciativa ciudadana que busca convertirse en lo que sería la Ley General de Responsabilidades Administrativas, que formaría parte de la Reforma Constitucional del Sistema Nacional Anticorrupción y sería avalada a más tardar en mayo del 2016.

En las elecciones de 2015 se lanzó a los entonces candidatos una propuesta para que de manera voluntaria dieran a conocer sus declaraciones patrimonial, de intereses y fiscal. Hoy pretende convertirse en ley a fin de que todo funcionario presente esta información al entrar en funciones, y la actualice anualmente por mandato.

Éste aplicará para los tres órdenes de gobierno federal, estatal y municipal. Además, contempla la clasificación de actos de corrupción como soborno, desvío de fondos públicos, tráfico de influencia, abuso de funciones, enriquecimiento oculto, obstrucción de la justicia, colusión, uso ilegal de información falsa o confidencial, nepotismo y conspiración para cometer actos de corrupción.

Se trata de la primera iniciativa ciudadana que busca convertirse en lo que sería la Ley General de Responsabilidades Administrativas…

Para ser recibida por el Congreso mexicano, cualquier iniciativa ciudadana debe ser respaldada por al menos el 0.13% del electorado, lo cual equivale a más de 100 mil personas, según las reglas que el Senado aprobó en abril de 2014.

Sin embargo, 120 mil firmas son apenas una parte significativa de los 120 millones de personas que habitan nuestro México tan golpeado por este problema, un lastre por los enormes costos económicos, políticos y sociales.

Para ser recibida por el Congreso mexicano, cualquier iniciativa ciudadana debe ser respaldada por al menos el 0.13% del electorado, lo cual equivale a más de 100 mil personas…

Y es que la corrupción corroe el estado de derecho de este país, y compromete nuestros aparatos legales y jurídicos en todos los niveles. Es un problema con muchas causas y amplias consecuencias para los ciudadanos, pero no para los corruptos, ya que los casos permanecen entre el olvido y la impunidad, lo que nos lleva a repetir continuamente la misma historia.

Tanto la impunidad como la corrupción han impedido nuestro desarrollo por años, y si algo tenemos en común los mexicanos es el hartazgo por estos males. No desaprovechemos esta oportunidad para pasar de la queja a la acción, súmate al movimiento en ley3de3.mx. Estamos seguros que si hacemos conciencia seremos millones quienes estemos dispuestos a firmar.

Haz algo por Monterrey, por Nuevo León, por México. Se lo debemos.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Desigualdad social = inseguridad

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Hemos vuelto a escuchar y a decir que hay que andar con cuidado. Nadie sabe a ciencia cierta cómo es que se anda de esa forma, pero básicamente nos dan a entender que consiste en reincorporar el miedo a nuestras rutinas.

En San Pedro Garza García, el municipio “blindado”, ocurrieron robos a vehículos en la más reciente semana o, para ser más precisos, los delitos cometidos en los últimos días tuvieron mayor difusión mediática.

¿Por qué? Porque en San Pedro Garza García, el municipio “blindado”, ocurrieron robos a vehículos en la más reciente semana o, para ser más precisos, los delitos cometidos en los últimos días tuvieron mayor difusión mediática.

Digo lo anterior, debido a que en realidad San Pedro no ha estado precisamente exento de delitos en los últimos meses. Ni siquiera de robo de vehículos. Así lo muestran estudios como el semáforo delictivo publicado en www.nuevoleonseguro.org.mx mensualmente. A través de estos indicadores podemos percibir cómo, en dicho municipio, algunos crímenes como el robo a negocios y a automóviles aparecieron en amarillo o en rojo durante casi cada mes del último año.

La histeria, las hipótesis y conspiraciones, aunque de forma momentánea, han vuelto a formar parte de nuestras pláticas e invadido nuestros teléfonos y correos electrónicos.

La histeria, las hipótesis y conspiraciones, aunque de forma momentánea, han vuelto a formar parte de nuestras pláticas e invadido nuestros teléfonos y correos electrónicos. Nos dicen que se trata de delitos aislados, campañas mediáticas de desprestigio, pactos rotos, transiciones de gobierno, disputas políticas, pleitos por territorio entre carteles o bandas de delincuentes y un largo etcétera.

Al mismo tiempo, cadenas alarmistas y de procedencia indefinida nos son enviadas con las mejores intenciones pero con poca responsabilidad; en nuestra época nada debe ser creído ni compartido sin cuestionar las fuentes.

Paralelo al breve periodo de histeria que vivimos, se “filtró” también un audio en internet en el que Marcial Herrera, Secretario de Seguridad Pública de San Pedro, se muestra enérgico y decidido de forma casi pasional a reducir los delitos en el municipio. Muchas personas se sintieron más tranquilas al escuchar su enojo y preocupación mientras a otros les pareció muy curioso que se filtrara ese conveniente mensaje.

Evidentemente, siguen abiertas las heridas que dejaron las todavía recientes épocas oscuras en materia de seguridad. La sola idea de aproximarnos a un retorno de esa situación, es un temor que naturalmente genera inquietud en los ciudadanos; el hecho de que los crímenes no desaparecieron sino que sólo se alejaron de sus casas, municipios o Estados, le es indiferente a muchos.

Puede ser que la situación de San Pedro haya generado una paranoia infundada y que vaya a ser controlada eventualmente. Sin embargo, la reacción de sus ciudadanos evidencia varios aspectos que siguen presentes en la mente de todo el país.

Existe un temor que tristemente sí es fundado y es el de ser víctimas de algún crimen pues sabemos que en dicho caso enfrentaríamos casi desnudos a la barbarie desde la más profunda de las soledades; no hay confianza en la policía ni en los jueces ni hay verdadera esperanza de justicia.

El Índice Global de Impunidad nos ubica como el segundo país con mayor impunidad del mundo.

La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre la Seguridad Pública presentada el año pasado, mostró que 9 de cada 10 delitos en México quedan impunes, mientras que el Índice Global de Impunidad nos ubica como el segundo país con mayor impunidad del mundo; decía bien Peter Villaume que la esperanza de impunidad es para algunos la mayor invitación al crimen.
Cuando el crimen, en su veleidoso devenir, aumenta, no sabemos qué es específicamente andar con cuidado.

Hubo quienes se encerraron en sus casas, otros desarrollaron fobia a las camionetas nuevas o a los vehículos viejos mientras que algunos sentían una muy racista desconfianza respecto personas de rasgos indígenas que mostraran lujos o conductas despilfarradoras; el racismo no sólo radica en dudar de la procedencia de sus recursos, sino en el vergonzoso hecho de que la mayoría de los pobres en México sean de raza indígena al grado en que su opulencia resulte para muchos sospechosa.

Los índices de pobreza y falta de oportunidades que van desde mala alimentación, nula educación y falta de acceso servicios de salud, parecen ser preocupantes para muchos solamente cuando están relacionados con la criminalidad.

Los índices de pobreza y falta de oportunidades que van desde mala alimentación, nula educación y falta de acceso servicios de salud, parecen ser preocupantes para muchos solamente cuando están relacionados con la criminalidad: carne de cañón o paja seca, les llaman. Les consideran más fáciles de seducir porque reconocen lo adverso de sus circunstancias pero si no son riesgo, no parecen importar mucho.

Tristemente he escuchado a quienes afirman que la solución está en construir canchas de fútbol en barrios humildes o en darles cursos de superación personal a los jóvenes que forman parte de pandillas; creer que la pobreza del país se soluciona engañando o entreteniendo a quienes la padecen, no sólo es un indicador de preocupantes niveles de ignorancia e insensibilidad, sino también es síntoma de vivir en una burbuja de tungsteno reforzado.

La pobreza, la falta de oportunidades, el distanciamiento abismal entre clases sociales y la impunidad, son algunos factores que inciden directamente en la criminalidad del país.

La pobreza, la falta de oportunidades, el distanciamiento abismal entre clases sociales y la impunidad, son algunos factores que inciden directamente en la criminalidad del país. Esos factores persisten y van más allá de personas o partidos políticos y principalmente: existen aunque estén lejos de nuestras casas, existen más allá de personas o partidos políticos.

Trabajar en ellos parece ser el único camino no autoritario ni despótico, pero requiere de esfuerzos que no son menores ni mucho menos fáciles, y sus resultados, evidentemente, no se verán en menos de seis años. Así que el temor puede seguir siendo controlado con estrategias superficiales y con valentía populista.

Así hemos vivido por años, ¿qué más da?

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IMPUNIDAD Y CORRUPCIÓN, LA ASIGNATURA PENDIENTE

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CINLACC

En el sexenio anterior vivimos momentos difíciles en materia de seguridad y combate al crimen organizado. El porcentaje de sentencias que se obtienen del total de las denuncias presentadas es mínimo y la cifra negra continúa en niveles preocupantes. Si bien se ha logrado un avance importante en la implementación de un Nuevo Sistema de Justicia Penal, los resultados aún no son los esperados por la ciudadanía.

Con el nuevo Sistema de Justicia se logró una disminución en el tiempo promedio que se requiere para interponer una denuncia. Mientras en el 2013, un 32.7% de casos demoró entre 1 y 2 horas, en el 2014 esta proporción pasó a un 45.7%, de acuerdo con la ENVIPE 2015. A pesar de esta mejoría, existe aún un 24% que tarda más de 4 horas en este proceso. También, aumentó el número de personas que dijeron haber recibido un trato “Malo” durante su denuncia, pasando de un 20.2% a un 25%; mientras que quienes lo calificaron de “Muy Malo” pasó del 10% al 13%.

Si lo que se busca es generar mayor confianza de la ciudadanía en las autoridades y abatir la impunidad, es importante empezar por atender estos temas. Brindar un trato impecable por parte de los Ministerios Públicos, así como una mayor apertura en el seguimiento de cada caso.

Por lo mismo, consideramos que si lo que se busca es generar mayor confianza de la ciudadanía en las autoridades y abatir la impunidad, es importante empezar por atender estos temas. Brindar un trato impecable por parte de los Ministerios Públicos, así como una mayor apertura en el seguimiento de cada caso.

El Nuevo Sistema de Justicia Penal provee herramientas que deben ser capitalizadas por las autoridades para mejorar la percepción de la ciudadanía. En Nuevo León es muy bajo el porcentaje de delitos denunciados que recibe un castigo o que tenga una conclusión jurídica aceptable, por lo que la impunidad sigue preocupando.
La corrupción se encuentra arraigada tanto en el gobierno como en la ciudadanía; es claro que se necesita de ambas partes para que esto ocurra. Para que la nueva administración estatal pueda revertirlo, es necesario predicar con el ejemplo. Según la ENVIPE 2015, la corrupción es el segundo rubro en “Temas que generan mayor preocupación” con el 37% de menciones de los encuestados, sólo por debajo de la inseguridad. Además, comparado con el estudio del año anterior, el Ministerio Público, la Procuraduría General de Justicia, Policía Ministerial y Policía Estatal, mostraron un incremento en sus niveles de percepción de corrupción.

La percepción de la corrupción entre las instituciones de seguridad y de justicia prevalece en la población en Nuevo León, lo que abona de manera importante a la desconfianza ciudadana y genera problemas que no permiten el desarrollo y ejecución eficiente del sistema de seguridad y justicia.

La percepción de la corrupción entre las instituciones de seguridad y de justicia prevalece en la población en Nuevo León, lo que abona de manera importante a la desconfianza ciudadana y genera problemas que no permiten el desarrollo y ejecución eficiente del sistema de seguridad y justicia. No es posible tener un Nuevo León seguro mientras siga imperando la corrupción. La corrupción debe ser el enemigo número uno de las autoridades, y para eso es esencial castigarlo y predicar con el ejemplo.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”