#NoFueTuCulpa

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En un clima de luto, el día de ayer acudimos a tomar las calles de Nuevo León para alzar nuestras voces de indignación ante un caso más de feminicidio en nuestro país: el caso de Mara Castilla.

Con los gritos de: “Ninguna agresión sin respuesta, la calle y la noche también son nuestras” “ni una menos, vivas nos queremos” y “Mara hermana, tu muerte será vengada”, mujeres y hombres nos unimos haciendo uso de uno de los mecanismos sociales de defensa de los derechos humanos más comunes: la protesta.

“Las mujeres estamos hartas de vivir con miedo, inseguras del machismo, de la institucionalización de la impunidad”, así leía el cartel que convocaba a una de las marchas que se llevaron a cabo a lo largo del país.

Tomamos las calles para hacer eco de nuestras voces y hacer exigibles nuestros derechos.

Porque no sólo ha sido Mara, son las más de 50 mujeres asesinadas por razones de género en nuestra entidad, es aquella terrible estadística que lanza The Geneva Declaration (2015) estimando que alrededor del mundo suceden 60 mil feminicidios por año, y es la región latinoamericana aquella con las mayores tasas.

Y son aquellas voces silenciadas, víctimas de la violencia machista a las que ya no podemos hacer oídos sordos. La visibilización de los casos es importante para dar a conocer el peso de la problemática, algunos casos han sido más mediáticos que otros (las razones son cuestionables) pero todos igual de importantes, todos igual de dolorosos.

“Queremos que nos dejen de tratar como ciudadanas de segunda clase” comentaba una de las activistas al finalizar la marcha en el centro de Monterrey, Nuevo León.

Necesitamos que las alertas de género se conviertan en mecanismos eficaces y logren trascender su parte discursiva, jueces y fiscales que laboren con perspectiva de género, ciudadanía bien informada que no re victimice a las víctimas, programas y políticas con enfoque de derechos humanos con mayores tintes de prevención y de atención a la capacitación y educación en materia de nuevas masculinidades.

Por último, hablar de estos temas no es moda, las cifras demuestran un escenario adverso para nosotras. Aún hay mucho por hacer: “disculpe las molestias: nos están matando”.

INE da voto a transexuales

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(25-Mayo-2017).- El Instituto Nacional Electoral (INE) acordó ayer iniciar los trabajos para analizar y realizar un protocolo que haga posible el voto a personas transexuales y transgénero, cuya identidad de género no coincida con la establecida en la credencial de elector.

La solicitud, promovida por el PRD, fue analizada por el Consejo General del árbitro electoral y aseguró que ya es necesario que toda la ciudadanía, sin distinción, pueda ejercer el voto.

Lorenzo Córdoba, el consejero presidente, dijo que desde el 2015 se ha tratado de facilitar el cambio en el registro cuando se expide la credencial para votar con fotografía, esto con la finalidad de actualizarla a personas que han decidido cambiar de sexo  y nombre.

Aproximadamente 4 mil 500 personas han apoyado ejercer este derecho, ya que 277 personas han registrado un cambio de sexo ante el Registro Federal de Electores.

El funcionario electoral mencionó que todas estas personas van a poder votar el 4 de junio en entidades en proceso de elección.

Córdoba expresó que se tienen 87 casos den Coahuila, 600 en el Estado de México, 31 en Nayarit,  y 155 en Veracruz.

El INE acordó que se van a comenzar los trabajos para que los ciudadanos que se presenten a votar sin haber realizado un cambio  de identidad en la credencial de elector pueda emitir el voto sin ningún problema y sin sufrir discriminación, pues se tiene presente el Artículo 35 que garantiza el derecho de todos los mexicanos de votar y ser votado.

 

 

 

 

 

Más allá de la paridad

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Alguna vez escuche que “la paridad ayudará a eliminar la exclusión de las mujeres en la política y en la sociedad” pero ¿es esto lo realmente lo que necesitamos para lograr acortar la brecha de género?

A lo largo de varios años, se ha buscado lograr la paridad en nuestro país con diferentes reformas político-electorales que han hecho posible que más mujeres participemos en la vida política y pública, que las mujeres tuviéramos el derecho a votar como lo hacían solo los hombres en su tiempo, que el mismo número de hombres y mujeres se postulen a cargos de elección popular en los congresos locales y federales así como en la integración de los ayuntamientos.

A mi punto de vista, lograr la paridad no es sólo cuestión de un porcentaje igualitario, de una cuota o de un mandato legal. Simplemente es darle el lugar que se merece un hombre o una mujer por sus capacidades, por sus logros, por su inteligencia, por sus cualidades y principalmente por su vocación.

La paridad depende de las oportunidades que tenemos los seres humanos a desarrollarnos en lugares donde se toman decisiones importantes como puede ser la familia, las empresas, los partidos políticos, los gobiernos, televisoras y organizaciones civiles, etcétera.

Pero más allá de la paridad tenemos un reto aún mayor, que es acotar esa brecha de género que pone a México en el lugar 66 de 144 países según el Foro Económico Mundial que evalúa la desigualdad de género.

Tenemos que mejorar la educación, la salud, oportunidades económicas, los salarios y el empoderamiento político; la seguridad y acabar con la corrupción. Tenemos que mejorar nuestras políticas públicas, implementarlas como se debe, evaluarlas e innovar el sector público. Tenemos que tomar decisiones a conciencia porque todas nuestras decisiones tienen impactos positivos y negativos, que directa o indirectamente impactan en la vida política y sobre todo en la sociedad, estemos en el lugar que estemos.

Más allá de la paridad lo que necesitamos es a la persona correcta esté en el lugar correcto para garantizar que México crezca como país.

Si eres mujer no existes

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“Otra nota más de la captura del “Chapo” Guzmán” es lo que pienso por la mañana al ver la atención que tiene éste acontecimiento. Pues claro, podrían pensar si es la persona más buscada, es lógico que opaque las demás notas “no tan relevantes” del mundo, ya no digo de México; ¿y qué pasa los 365 días restantes?

Nuevo León es la segunda entidad en trata de mujeres para explotación sexual.

Les cuento, Nuevo León es la segunda entidad en trata de mujeres para explotación sexual. Irma Alma Ochoa de Artemisas por la Equidad expresó su preocupación por éste tema: “Aquí hay demanda de sexo comercial, por eso llegan aquí cada año más de 400 mujeres para ser explotadas sexualmente”. Ese futuro no sólo es para las mujeres provenientes de otras entidades de la república, ya que, se han entrevistado neolonesas desde los 11 hasta los 26 años, víctimas de la explotación sexual. Aunque puede sonar muy alarmante, para Nuevo León no y es que todavía hay más…

El tema de violencia de género nos incumbe a todos y es preocupante que esta institución le de la espalda a la comunidad neolonesa. Me queda la sensación de que en el Estado si eres mujer no existes.

La violencia contra la mujer se ha disparado en los últimos años, tenemos un 45% más de violencia de género. De acuerdo a la Procuraduría General de Justicia del Estado, se han contabilizado más de 14 mil 492 denuncias por este tipo de violencia. Durante el 2015, hay registro de más de 500 violaciones. No parece que se detenga pronto esta situación en Nuevo León, ya que, no existe una alerta de violencia de género. Desde el 2012, se solicitó emitir una alerta de violencia de género, pero fue negada por diferentes institutos, entre ellos uno cuyo fin máximo es la protección de la mujer: El Instituto de la Mujer. El tema de violencia de género nos incumbe a todos y es preocupante que esta institución le de la espalda a la comunidad neolonesa. Me queda la sensación de que en el Estado si eres mujer no existes.

¿Por qué queremos ocultar la dolorosa verdad de esta violencia de género? ¿Qué se está haciendo mal? ¿Hemos normalizado la violencia y en particular la de género? Todos los días vivimos con el riesgo latente de ser desaparecidas por el crimen organizado con fines de explotación, y lo peor es que las cifras demuestran que hay poca gente dentro del gobierno que busca solucionar o prevenir éste delito. Sin mencionar que no existe ayuda integral para los familiares, empezando por el término legal de “desaparecida/o”, no existes y es literal. Para la ley no existes. Las familias se quedan en un limbo sentimental y legal. ¿Qué pasa con los hijos, hijas, esposas, esposos, deudas, negocios, propiedades, etc? Nadie sabe y es que la ley tampoco tuvo a bien contemplar los efectos colaterales.

¿Por qué sigue existiendo la trata? Porque hay personas que siguen considerando a las mujeres y niñas un objeto sexual, cuyo fin único es dar placer al hombre.

Por qué seguimos tolerando esta violencia, ¿Qué les enseñamos a nuestros/as niños/as y jóvenes? Por qué la sociedad sigue inmersa en un sistema machista. No existe un trato digno para todas las personas sin importar su género, seguimos encasillando en base a los roles. ¿Por qué sigue existiendo la trata? Porque hay personas que siguen considerando a las mujeres y niñas un objeto sexual, cuyo fin único es dar placer al hombre. Porque la violencia de género en todos los niveles sigue afectando el presente de las niñas o mujeres y determinando el futuro de la sociedad. Es problema de todos.
En el Estado debemos tratarlo como un tema de suma urgencia, a Nuevo León le urge emitir la alerta de violencia de género, le urge restablecer la paz perdida hace mucho tiempo, le urge sensibilizar a la sociedad sobre temas de género. Nos urge dejar de discutir sobre quién sufre más violencia de género, nos urge el hacer.

A Nuevo León le urgen feministas.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Dime el once inicial…

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Tigres estamos en la final. El futbol es el deporte más popular hoy en día en el mundo, tiene la característica de unir masas. No importa raza, clase social, religión e ideología lo único que te distingue son tus colores: tu equipo. Aunque el futbol es un deporte comercial y universal, debería quedar por sentado que es incluyente. No es así; el futbol también discrimina en género. La sociedad en general es de los grupos más duros, incluso al momento de hablar de deporte existe la creencia de que el futbol es solamente para y de hombres.

Lo único que busco al contestar esto es la validación y aceptación de la persona que me lo preguntó, que por supuesto termina cayendo en el sexismo y en los estereotipos que dicen que las mujeres no saben ni juegan futbol.

“A ver si es cierto, dime el once inicial”. Esa es una de las típicas frases que escuchas al ser mujer y decir que te gusta el futbol. Inmediatamente respondo el once inicial de memoria, incluso me atrevo a ironizar: “¿Quieres el once que sería con los lesionados o el ideal?”. Claro, porque lo único que busco al contestar esto es la validación y aceptación de la persona que me lo preguntó, que por supuesto termina cayendo en el sexismo y en los estereotipos que dicen que las mujeres no saben ni juegan futbol.

Incluso hay quienes se atreven a preguntar si el gusto por el futbol es para llamar la atención del sexo opuesto. Esta pregunta es la que más violencia de género demuestra, ya que no insinúan solamente que yo como mujer no puedo tener gusto y pasión genuino por un deporte de “hombres”, sino que los hombres no son lo suficientemente inteligentes para poder conversar de otra cosa. Claro, me encanta el futbol y quiero hablarlo, pero eso no define mi interés por la conversación de una persona.

Hemos naturalizado frases como “corre como niña”, “no seas nena”, entre muchas más, dándoles una connotación negativa.

Estas barreras, que pueden parecer “naturales o normales” para la sociedad, son las mismas que nos aquejan todos los días y no nos damos cuenta. Hemos naturalizado frases como “corre como niña”, “no seas nena”, entre muchas más, dándoles una connotación negativa. ¿Por qué? ¿Por qué existe tanto miedo a permitir intercambiar o eliminar esos roles que se han construido por nosotros?

Se han hecho oficiales las ligas de futbol femenil, esto podría significar un avance. Pero es bastante engañoso. En el reciente mundial femenil disputado en Canadá, jugadoras interpusieron una demanda para la FIFA por hacerlas jugar en pasto artificial, algo nunca antes visto en un mundial de futbol varonil, ya que a ellos debido a las lesiones que puede provocar el pasto sintético los hacen jugar en pasto normal. La FIFA no actúo sobre la petición de las jugadoras. Este no es el único ni el más fuerte problema que enfrentan las jugadoras.

Si consideramos que una de las recomendaciones que hizo el ex presidente de la FIFA Joseph Blatter fue “usar ropa más pequeña para que más gente las vea”, lo peor para las jugadoras no fue eso, sino el sexismo presente en la sociedad.

Si consideramos que una de las recomendaciones que hizo el ex presidente de la FIFA Joseph Blatter fue “usar ropa más pequeña para que más gente las vea”, lo peor para las jugadoras no fue eso, sino el sexismo presente en la sociedad: tener que demostrar que son mujeres para poder jugar. De nuevo, como si al ser mujer no existiera la posibilidad de que te guste y sepas jugarlo. Estas jugadoras se sometieron a humillantes pruebas que la FIFA realizó, ya que si un equipo tiene “motivos” para pensar que la jugadora no es mujer, se puede iniciar una investigación completa y la que se niegue a esto es sancionada. ¿A qué me refiero con “motivos”? A que las jugadoras no tengan un volumen “considerable” de busto para ser mujer, su complexión sea más robusta de lo “normal”, entre otras.

¿Existen trabas para los hombres? Sí, pero las trabas que tienen ellos no son las de género. En cambio, las mujeres tienen que sufrir las mismas que ellos y agregar las de género.

Es lo que tienen que sufrir las jugadoras de futbol para poder llegar a realizar lo que les apasiona. ¿Existen trabas para los hombres? Sí, pero las trabas que tienen ellos no son las de género. En cambio, las mujeres tienen que sufrir las mismas que ellos y agregar las de género. Es necesario que se empiece a cambiar la casilla en la que metemos a las mujeres y los hombres. Nuestro sexo no define qué nos gusta y que no. Muchas jugadoras se someten a esta humillación para abrir las puertas a las que vamos abajo empujando, para demostrar al sistema que, a pesar de las barreras que puedan existir, seguimos luchando con ganas de realizarnos.

La U, la U, la U.

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Mujeres sin derechos: Problemas en los centros de readaptación social en el estado de Nuevo León

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“Aquí mandan los de la última letra —Los Zetas–. A las bonitas como tú, les tenemos un trabajito especial. Si quieres sobrevivir, no hay de otra: aceptas o te suicidamos. Tú decide.” -Servidor público a una mujer reclusa en el Centro de Readaptación Social “Topo Chico” del estado de Nuevo León (2014).

De acuerdo a la Estadística Penitenciaria del Sistema Penitenciario Federal del año 2014, en la República Mexicana hay más de 248,000 personas que conforman la población penitenciaria, aunque solamente existen 389 centros penitenciarios (con capacidad para 198,000 personas como máximo). Del total de las personas privadas de su libertad, el 5.07% son mujeres, de acuerdo a la misma estadística.

Se han dado todo tipo de violaciones a los derechos humanos en los centros de readaptación social federales y estatales, como tortura, amenazas, lesiones, abuso sexual, etcétera.

El Informe sobre la Situación de las Personas Privadas de su Libertad, elaborado en 2014 con motivo de la visita del Relator Especial de las Naciones Unidas, indica que se han dado todo tipo de violaciones a los derechos humanos en los centros de readaptación social federales y estatales, como tortura, amenazas, lesiones, abuso sexual, etcétera.

Pero destaca la situación de las mujeres privadas de su libertad por tres razones principales:

1. Hacinamiento.

No se respeta el artículo 18º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos al 100%. Señala el Informe mencionado que sólo el 35% de las mujeres privadas de su libertad se encuentran en centros penitenciarios específicos para mujeres, mientras que el 65% restante se encuentra en centros mixtos. Además, hay un hacinamiento de hasta el 399%.

2. Falta de servicios de salud.

No se respeta el derecho a la salud, contemplado en los artículos 1º, 4º y 18º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 3º de la Constitución Política del estado de Nuevo León, 2º y 27º de la Ley General en materia de Salud, entre otras disposiciones normativas nacionales e internacionales. Señala el Estudio sobre la Situación de las Mujeres Privadas de su Libertad en Nuevo León, elaborado en 2014 por la Comisión Estatal de Derechos Humanos, que no existe un área de servicios médicos adecuados, como la falta de personal femenino para atenderlas, la falta de médicos psiquiátricos para las internas que lo necesiten y la inexistencia de facilidades para que ingresen al lugar ambulancias en casos de emergencia. Asimismo, recalca el Informe anteriormente mencionado la deficiencia en alimentación, protección de la salud, falta de privacidad, carencia de acceso a servicios de los derechos sexuales y reproductivos, etcétera.

3. Abusos sexuales.

Existe tortura y violencia contra las mujeres en los centros penitenciarios, según han documentado la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Amnistía Internacional, entre otras organizaciones.

Existe tortura y violencia contra las mujeres en los centros penitenciarios, según han documentado la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Amnistía Internacional, entre otras organizaciones. Pero sobre todo, existen abusos sexuales. El Informe mencionado menciona que hace mucha falta capacitar a los servidores públicos que trabajan allí en materia de prevención de tortura. Falta supervisión por parte de los superiores en los centros penitenciarios, falta erradicar la corrupción interna que facilita los abusos sexuales de los servidores a las internas, entre otras medidas. De acuerdo a una investigación profesional que realizó la periodista Sanjuana Martínez en el 2013, las reclusas de los centros penitenciarios del estado cuentan con aproximadamente 2.93 metros cuadrados por persona para dormir, violando así lo recomendado por el Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y las Penas o Tratos Inhumanos o Degradantes (que es entre 8 y 9 metros cuadrados). Se descubrió en la investigación, que también hay trata de mujeres para con los reclusos hombres, cuando hay centros mixtos, y para con los servidores públicos del lugar: las obligan a ser sus parejas sexuales o las violan.

Falta supervisión por parte de los superiores en los centros penitenciarios, falta erradicar la corrupción interna que facilita los abusos sexuales de los servidores a las internas, entre otras medidas.

En el tenor de lo anterior, dado el hacinamiento, la falta de acceso a servicios de salud y los sistemáticos abusos sexuales que sufren las mujeres privadas de su libertad, resulta menester crear políticas públicas que garanticen la seguridad jurídica y material de las mujeres que denuncien abusos sexuales, tortura o cualquier falta de trato de digno y otorgarles protección para evitar que sean víctimas de represalias debido a sus denuncias.

Un primer paso para lograr esto es legislar al respecto. Los Centros de Readaptación Social en los que se encuentran mujeres privadas de su libertad, deben ser objeto de escrutinio público y del estado. Asimismo, se deben crear mecanismos eficaces para la realización de denuncias seguras por parte de las víctimas.

El objetivo de la implementación de políticas públicas nuevas, sustentadas jurídicamente en una reforma legislativa, sería garantizar cabalmente el respeto a los derechos humanos de las mujeres privadas de su libertad en los centros penitenciarios del estado de Nuevo León: el estado las debe de cuidar y proteger.

Esto traería resultados positivos para todos. En lo individual, las mujeres se verían beneficiadas al dejar de estar en una situación de constante amenaza y de violaciones, lo que conllevaría a una mayor probabilidad de rehabilitación y, eventualmente, podrían ser efectivamente reincorporadas a la sociedad y lograr salir adelante.

Para la sociedad, también hay una ganancia en todo esto. En primer lugar, se crea una cultura de respeto a los derechos humanos para todos y en todo momento. En segundo lugar, se fortalece e impulsa la cultura de la denuncia.

Para la sociedad, también hay una ganancia en todo esto. En primer lugar, se crea una cultura de respeto a los derechos humanos para todos y en todo momento. En segundo lugar, se fortalece e impulsa la cultura de la denuncia. En tercer lugar, se propicia la cultura de la legalidad hacia adentro y hacia afuera. Y, por último, se logra la reinserción social de esas mujeres privadas de su libertad.

“Hay que poner el grito en el cielo. Hay que señalar, denunciar y evidenciar lo que está sucediendo. Estamos espantados de lo que está pasando con las reclusas. Traemos un atraso de atención penitenciaria en el estado, y en el país, de décadas. Si como sociedad no le damos respuesta a esto, en cualquier momento explota. Los penales son bombas de tiempo y todos vamos a ser víctimas.” -Martín Carlos Sánchez Bocanegra, director general de Renace A.B.P. (2013)

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Fuentes de información:
• Comité Europeo para la Prevención de la Tortura y las Penas o Tratos Inhumanos o Degradantes. Convenio Europeo para la Prevención de la Tortura
y de las Penas o Tratos Inhumanos o Degradantes. Estrasburgo, 1987/2015.
• Comisión Estatal de Derechos Humanos en Nuevo León. Estudio sobre la Situación de las Mujeres Privadas de su Libertad en Nuevo León. México, 2014.
• Sistema Penitenciario Federal. Estadística Penitenciaria. México, 2014.
• Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad. Informe sobre la Situación de las Personas Privadas de su Libertad. México, 2014.
• Sanjuana Martínez. La Jornada: Denuncian reclusas esclavitud sexual en la prisión de Topo Chico. México, 2013.

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¿La justicia tiene género?

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¿La justicia tiene género? Es una pregunta que me he estado haciendo tras los últimos atentados en Turquía, Líbano, Francia, Siria, entre otros. ¿Realmente existe la justicia? Y si es que existe, tiene alguna preferencia en el mundo machista y patriarcal en el que vivimos. Mi respuesta es sí, hasta este concepto discrimina a los sectores más vulnerables como lo son las mujeres.

Vivimos en un mundo donde hay millones de desplazados. Tan sólo en el 2011 se estimó una cifra de 43.3 millones de personas desplazadas por conflictos y persecuciones. De acuerdo a la ONU, cada minuto ocho personas lo dejan todo para huir de la guerra, la persecución o el terror. Las mujeres son el sector más vulnerable y con mayor riesgo. El problema para ellas no es solamente el desplazamiento, éste es solo el inicio de muchos más.

Denuncian hostigamiento, detenciones arbitrarias, abusos físicos, torturas, violaciones, entre muchas más. Sin embargo, esto es el inicio de lo que para ellas serán las secuelas inmediatas y permanentes de la guerra.

Se han reportado en diferentes organismos internacionales las denuncias de mujeres principalmente provenientes de Siria. Denuncian hostigamiento, detenciones arbitrarias, abusos físicos, torturas, violaciones, entre muchas más. Sin embargo, esto es el inicio de lo que para ellas serán las secuelas inmediatas y permanentes de la guerra.

De acuerdo a un estudio realizado por Human Rights Watch, estas mujeres son víctimas de todos los frentes: de fuerzas gubernamentales y leales al gobierno, también por grupos armados opositores como Liwa’al-Islam y organizaciones extremistas como el Estado Islámico, Iraq y el Levante (EIIL). Muchas mujeres aseguraron, en el reporte elaborado por la ONU “We Are Still Here: Women on the Front Line of Syria’s Conflict”, que fueron detenidas en su país por brindar asistencia médica a los heridos y por manifestarse pacíficamente en contra de los hechos violentos que se viven todos los días desde hace más de 4 años en Siria.

Este reporte se elaboró de testimonios recopilados de mujeres refugiadas en Turquía. Estas mujeres, aunque ya no viven en guerra bélica, sí siguen en guerra al seguir luchando porque se respeten sus derechos y no ser discriminadas por ser refugiadas. Que se respeten sus tradiciones y no les impongan una nueva al llegar.

En nuestro México, de acuerdo al ACNUR, se están deteniendo y deportando un 230% más mujeres centroamericanas que en 2013.

Aunque este conflicto escala todas las dimensiones de la injusticia, no es una realidad propia de los países de Medio Oriente, es una realidad tan cercana que nos es imposible percibirla. En nuestro México, de acuerdo al ACNUR, se están deteniendo y deportando un 230% más mujeres centroamericanas que en 2013. ¿Qué se debe hacer? Estas mujeres viajan buscando una mejor calidad de vida para ellas y sus familias, huyendo de las guerras, pobreza, alejando a sus hijos de la influencia de las guerrillas y de la injusticia que viven todos los días en su país de origen.

Retomando el concepto de justicia, ¿existen en México las condiciones idóneas para que puedan romper el círculo de desigualdad y puedan luchar en contra del sistema que dicta lo que deben hacer?

Deben escoger entre dos de los ritos de iniciación: relaciones sexuales con todos los miembros o una golpiza. Esto sólo para tener un lugar o grupo, el cual les asegura su supervivencia, a través de más violencia y humillaciones.

No, no las hay. A pesar de esto, sigue siendo un país de tránsito y destino para muchas de estas mujeres. En una entrevista, una mujer salvadoreña decía que vivía huyendo de la violencia generada por las pandillas o por el crimen organizado: “En mi país hay que pagar siempre el impuesto de guerra”. Más allá de un impuesto económico, es un impuesto social, donde las mujeres para sobrevivir tienen que ser parte de las pandillas. Para entrar, deben escoger entre dos de los ritos de iniciación: relaciones sexuales con todos los miembros o una golpiza. Esto sólo para tener un lugar o grupo, el cual les asegura su supervivencia, a través de más violencia y humillaciones.

¿Lo correcto es regresarlas a vivir ese infierno o dejarlas aquí y que sean presa fácil de los narcotraficantes, siendo su verdadero destino final una fosa? ¿Y la justicia? ¿Dónde queda la justicia para todas las mujeres que están sufriendo a causa de la guerra? ¿Dónde está la justicia que todos debemos tener y merecemos? ¿Cómo podemos esperar justicia si los que la prevén, en muchos casos como el de Siria o México, son los mismos que la limitan?

¿Lo correcto es regresarlas a vivir ese infierno o dejarlas aquí y que sean presa fácil de los narcotraficantes, siendo su verdadero destino final una fosa?

La justica sí tiene género y no es feminista.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”