Hace poco más de un año el Ejecutivo envió al Legislativo una propuesta para la creación de un mando único policial en cada uno de los estados, con esto se busca crear economías de escala para alcanzar mayor equipamiento y capacitación, así como mantener una sola línea que dirija los esfuerzos de combate del crimen organizado y prevención del delito. La consolidación del mando único se ha dificultado porque actualmente existen más de 1800 grupos policiales, operados por los municipios del país, lo que implica un esfuerzo importante de coordinación en el interior de los estados.
Existen opiniones diversas referentes a las implicaciones de la consolidación de las policías municipales en las entidades.
Por un lado están quienes opinan que esto puede fortalecer a las fuerzas policiales, aplicando los recursos en una misma dirección y combatiendo con mayor fuerza las infiltraciones dentro de estos grupos. Pero hay quienes opinan que los municipios son los que conocen de cerca los problemas de seguridad que enfrenta la población y por lo tanto son ellos quienes deben de tener a su cargo la administración de la policía.
Considero que tener un mando único otorga ventajas importantes para los estados, pero es importante no perder de vista las implicaciones económicas que esto puede tener. Muchos municipios del país no cuentan con los recursos necesarios para capacitar y equipar a sus elementos policiales y la creación del mando único exigirá que los estados destinen dinero para estos conceptos. Las entidades no tendrán los beneficios que esperan con la creación del mando único si no están preparados económicamente para asumir el gasto que representa la consolidación de las policías municipales.
En Nuevo León hemos sido testigos de los buenos resultados que se obtienen cuando a nivel estatal se tiene una policía equipada, capacitada y con estrictos procesos de reclutamiento.Pero esto ha representado un importante gasto para el Gobierno del Estado, que no sólo se detona en el momento de la implementación, sino que se mantiene como parte del gasto corriente de año con año.
Para la creación de un mando único en Nuevo León, los municipios tendrían que ceder al Estado la operación de sus policías municipales y los recursos con los que actualmente operan.
No obstante, estos recursos de los municipios no bastarían para alcanzar el nivel de calidad que se espera que tenga el cuerpo policial estatal, por lo que el Estado tendría que encontrar la forma de destinar mayores recursos que los que actualmente se aportan para el tema de seguridad.
La creación de 32 grandes grupos policiales en el país no será posible sin el apoyo económico de los tres órdenes de gobierno, no solo se trata de unificar los grupos policiales de los municipios, sino de crear toda una estrategia para mejorar las condiciones que tienen estos grupos. El establecimiento de un mando único en cada estado es una estrategia de seguridad de mediano y largo plazo que puede mejorar el nivel de seguridad de las entidades, pero para ello es importante que los gobiernos estén preparados para el impacto que tendrá sobre las finanzas de los gobiernos subnacionales.
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