#EspacioPúblico: “¿A dónde vamos?”

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La plataforma Cómo vamos Nuevo León presentó en día recientes los resultados de la encuesta anual de percepción “Así vamos”. No es la primera vez que asisto a conocer los resultados de esta investigación y como ya es costumbre, varias cosas llamaron mi atención.

En primer lugar, es importante destacar la labor realizada con esta encuesta. Desde la sociedad civil surge un excelente diagnóstico de percepción de lo que sucede en el estado, con énfasis especial en el área metropolitana de Monterrey. Es notoria la evolución del instrumento, así como la incorporación y análisis de nuevos contenidos que se han ido descubriendo con el tiempo y son de gran importancia en día a día de la población.

En el caso específico de movilidad, ha sido de gran importancia ver como al incluir la perspectiva de género podemos ver diferencias importantes en la manera que se mueven hombres y mujeres y cómo sienten la seguridad en las calles. Gracias a esto, se pudo identificar que es mayor la cantidad de mujeres que se mueven a sus destinos principales a pie bajo condiciones adversas de seguridad física de banquetas, acoso callejero y deficiente seguridad en cruces peatonales.

La movilidad en el área metropolitana de Monterrey sigue siendo un tema de gran relevancia. Las banquetas continúan siendo de los elementos con más baja calificación, considerándolas dañadas, con obstáculos y angostas. Si sumamos que los cruces peatonales también son mal evaluados, tenemos como resultado una nada alentadora invitación a ser peatones en la ciudad.

Todos los municipios muestran importantes áreas de oportunidad en movilidad peatonal tanto en banquetas como en cruceros y elementos de seguridad. Si hay un elemento común en el área metropolitana de Monterrey que requiere atención especial y coordinada es este.

Cabe destacar que los cruces peatonales mejor evaluados están en el municipio que la gente menos se traslada caminando: San Pedro Garza García. Y también destacando, pero de manera preocupante, es que los peores evaluados están en municipios que tienen mayor número de peatones ya sea por residencia o por destino. Yo pondría un foco rojo en Monterrey. La capital del estado recibe muy bajas calificaciones en banquetas, cruces peatonales y accesibilidad, contrastando con una comunicación que ha destacado en los últimos años el gran presupuesto aplicado en su programa de vialidades regias.  Al parecer es un gran monto solo aplicado en calles y sus baches, cuando la movilidad peatonal también es vialidad.

Y al hablar de trasporte público las cosas no están mejor. Cada año, los niveles de satisfacción que muestra la ciudadanía con relación al transporte son cada vez más bajos y nos muestra la gran disparidad que existe en el uso del tiempo de los usuarios de automóviles con relación a quienes se transportan en camiones, metro y ecovía. Llegar a un mismo destino requiere prácticamente el doble de tiempo si se hace en transporte público que al hacerlo en un auto privado.  Mal síntoma en una ciudad que reconoce padecer un serio problema de contaminación, congestión vehicular y seguridad vial.

Por último, me causa una especial atención la ausencia de quienes deberían estar atentos a los resultados de su check-up anual: alcaldes, alcaldesas y el gobernador.

No solo es su ausencia, la falta de interés en los resultados me es preocupante.

No es una primera encuesta presentada, ya es su cuarta emisión. Hay muchos elementos para ver en su evolución a través de los años para poder detectar si las acciones que se toman desde el gobierno provocan cambios en la percepción ciudadana.  No es una evaluación personal de gobernantes, aunque hay un rubro que evalúa sus funciones, va más allá de eso. Es una buena forma de saber si las decisiones y acciones que se toman desde el gobierno ayudan a mejorar la salud de la ciudad o empeoran síntomas que pueden hacerse crónicos.

La encuesta “Así Vamos” es un buen diagnóstico que no se debe tomar a la ligera. Ignora o negar los síntomas de una enfermedad no es la solución. Puede poner en mayor riesgo la ya dañada salud del área metropolitana de Monterrey.