El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, aseguró que varios factores se alinearon para que la compra de la refinería Deer Park, en Houston, Texas, fuera una “buena transacción”.
Fue el pasado 24 de mayo cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que Petróleos Mexicanos (Pemex) compró a Shell Oil Company el 50.005% de las acciones de la refinería Deer Park, después de que en 1993 se adquiriera la primera mitad.
Contrario a lo dicho por López Obrador sobre que los recursos para la compra de la refinería salieron del Fondo para la Atención de Emergencias (Fonden), el titular de la Secretaría de Hacienda, dijo que la transacción se realizará con los 30 mil millones de pesos del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin).
Herrera señaló que la racionalidad de la transacción tiene como objetivo dar salida al petróleo tipo Maya.
“Shell quedó al mando de la mayoría accionaria y decidió reinsertar las utilidades desde 1993; México no ha visto un peso”, explicó.
El funcionario enfatizó que con la compra de la refinería se asegurará la oferta de gasolina para México frente a contingencias, pues en caso de alguna eventualidad la totalidad de la producción de Deer Park irá a México.
Otro factor fue que la decisión de Shell Oil Company de reducir al 50% su capacidad de refinación en el mundo promovió la idea de que Pemex conseguiría un buen precio de compra.
Herrera concluyó que para que México obtuviera ganancias de Deer Park “la única opción era la compra del total de las acciones”, puesto que el primer contrato signado con Shell prohibía la venta de las acciones a un tercer actor.