Bernardo Ng Solís, presidente de la Asociación Siquiátrica Mexicana, informó en teleconferencia sobre las implicaciones del COVID-19 en la salud mental y advirtió que entre el 45 y 50% de los mexicanos en aislamiento físico, pueden presentar el síndrome de la cuarentena.
El especialista consideró que este porcentaje sería más alto en la sociedad mexicana ya que “somos más sociables, más amigueros” que el resto de sociedades, las cuales podrían sufrir un 30 o 35% probabilidades.
Advirtió que la mayoría de las personas no desarrollarán alguna enfermedad mental, pero si la minoría, señaló que si ocurrirá en personas que antes de esta situación ya presentaban síntomas de algún padecimiento siquiátrico, lo cual se puede exacerbar con la contingencia.
Acompañado de Emmanuel Sarmiento Hernández, especialista en siquiatría infantil y de la adolescencia, y Gabriela Cámara Cáceres, presidenta honoraria de Voz Pro Salud Mental, señaló que puede haber secuelas psicológicas por la situación, como lo podría ser estrés postraumático, especialmente en aquellas personas que esten en riesgo de muerte o experimenten experiencias difíciles en esta crisis.
Especificó que algunas de las reacciones normales por el confinamiento podrían ser ansiedad, temor, irritabilibidad, agresividad, apatía e incredulidad, y advirtió que la cuarentena puede ser un detonante para aumentar el consumo de sustancias.
Exhortó a las personas depurar las redes sociales, prevenir la infodemia (exceso de información falsa), hacer ejercicio, comer y dormir bien.
Sarmiento Hernández agregó a las recomendaciones que los padres tengan disponibilidad para hablar del tema cuantas veces lo soliciten los niños. Además pidió a los padres predicar con el ejemplo:
“No podemos pedir que estén tranquilos y serenos si nosotros como adultos no lo estamos; debemos demostrar tranquilidad para que las cosas se resuelvan con calma”.
Cámara Cáceres instó a “no estar con pijama todo el día o despeinados, porque aunque parezca intrascendente, la forma en que nos vemos ayuda a elevar o bajar nuestro estado de ánimo”, además pidió entender la emergencia como una situación temporal y aprender a ser resilientes.
(Con Información de La Jornada)