No cabe duda que tanto la política como la sociedad en general han cambiado muchísimo en los últimos años, sobre todo influenciados por las redes sociales, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, además de la creciente competencia político electoral además de los candidatos independientes. Hablar de la ciudadanización de la política no creo que sea un tema de colores ni grupos políticos, sino de causas, las personas cada vez se fijan más en los candidatos que en los partidos y los propios partidos políticos cada vez modifican más sus plataformas electorales cada 3 años para adecuarse a las exigencias de la gente. Hay candidatos y candidatas que han logrado sobresalir por tomar una o dos causas en particular con la cual el público los identifica, esto le da sentido y propósito a sus campañas, más allá de los colores y las fuerzas políticas tradicionales que pudiesen representar.
Los jóvenes van a tomar un rol fundamental en las elecciones del 2018, prácticamente 1 de cada 3 votantes será joven considerando que la edad promedio en nuestro país es de 27 años. A su vez son estas generaciones las más conectadas a las redes sociales y quienes en gran medida por su tamaño pueden cambiar el resultado de una elección. La política juvenil por ende también debe ciudadanizarse, con la misma formula no podemos llegar a resultados diferentes. Hacer política juvenil imitando al político grande, actuando y vistiéndonos como el político grande no nos hará generar un impacto real en los milennials, ni tampoco incrementará la participación juvenil, por el contrario, la ahuyentará.
En política juvenil la silla es tan grande como uno quiere que sea, más allá de los nombramientos o los cargos son las acciones y la cantidad de personas que representes lo que le da valor real al proyecto. Muchos son los líderes estudiantiles, sociales y personas jóvenes con causas muy legítimas que al no encontrar un espacio donde poder participar deciden retirarse o desarrollar su causa en un ámbito alejado de lo político. Esto debería preocupar a cualquier partido para enfocar sus esfuerzos en ciudadanizarse en general, lo estamos viendo en el PRI donde ya se quitó el requisito de años de militante para acceder a ciertos cargos, lo vemos en Morena donde hasta el 50% de candidaturas pueden ser para externos y en el Frente Ciudadano donde también se plantean candidaturas para externos y personas con distingo y arraigo en la sociedad.
Si se logran juntar y coordinar los esfuerzos de cientos de jóvenes con organizaciones y liderazgos reales y naturales en el país para que generen sinergias y trabajen en equipo sin seguir un protocolo o un método antiguo de participación, entonces veremos como la participación no solo juvenil, sino en general aumenta. Ya lo hemos visto con movimientos sociales donde varios sectores de la sociedad se unen y reúnen más gente que muchas organizaciones de varios partidos políticos. El reto es grande pero apostándole a la apertura y a la ciudadanización de los partidos por medio de la adopción de causas (no solo de perfiles) estoy seguro se logrará combatir la apatía que hay hacía la política en general.