Fabricando nuestro propio veneno

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La situación de cientos de miles de personas se encuentra pendiendo de un hilo. Los refugiados sirios han pasado a ser los seres humanos más vulnerables ante los ojos de la comunidad internacional, quienes ven limitadas sus opciones ante los recientes estallidos en Francia y la psicosis creada a su alrededor no sólo en dicho país, si no alrededor del mundo. Primero Estados Unidos declara un detenimiento en la entrada de refugiados sirios ya que existe una fuerte presión entre los ciudadanos y mandatarios gubernamentales para restringirles la entrada. Por otra parte, tenemos a un país siempre neutral ante acontecimientos internacionales: Canadá. Hace un par de días se hizo saber que dicho país no recibiría a refugiados sirios del sexo masculino que no vinieran acompañados; es decir, solamente se daría oportunidad a mujeres, niños y familias. ¿La razón de ambos? Tienen dudas sobre la estabilidad en sus tierras, ya que los hombres sirios representan una amenaza para la paz.

Hace un par de días se hizo saber que dicho país no recibiría a refugiados sirios del sexo masculino que no vinieran acompañados; es decir, solamente se daría oportunidad a mujeres, niños y familias.

¿A qué hemos llegado? La esfera internacional en estos momentos se encuentra en una situación caótica, donde cualquier acción o hasta insinuación mínima deslinda en fuertes declaraciones y advertencias hacia el “enemigo”. Cada uno de los países nada más está esperando a que le piquen las costillas para desempuñar el arma. Las amenazas, miedo, intimidaciones y terror terminan siendo la causa y consecuencia de los enfrentamientos.

En este caso es inevitable no citar los conceptos acuñados por Joseph Nye, el cual nos introduce a diferenciar (aunque no desconectar) un poder duro y poder blando en las relaciones internacionales. Los sucesos desencadenados y conocidos como la Primavera Árabe en la región de Medio Oriente sucumbieron ante la aplicación de un poder blando, donde se negoció la forma de acabar con el conflicto y establecer un gobierno más justo para los países de Libia e Irak (por mencionar los más conocidos). Sin embargo, en Siria desde el estallido en 2011 el poder duro ha estado presente sin dar cabida a las negociaciones, diplomacia y acuerdos. Al contrario, fue escalando paulatinamente hasta atraer la atención de todo el mundo por los enfrentamientos armados dentro, pero sobre todo fuera del estado sirio. Precisamente la relevancia tiene cabida porque el conflicto de un país traspasó las fronteras, donde las potencias mundiales han intervenido activamente “queriendo apoyar para poner fin al terror que han sembrado”.

Estimados(as) Presidentes, no seamos hipócritas, y acepten sus responsabilidades y acciones que directa o indirectamente han sustentado la escalada del conflicto sirio.

Estimados(as) Presidentes, no seamos hipócritas, y acepten sus responsabilidades y acciones que directa o indirectamente han sustentado la escalada del conflicto sirio. No voy a apuntar a un país en específico, porque con la información que circula a nuestro alcance ya es posible dudar de varios (muchos) mandatarios. Simplemente enfatizo en el suministro de armas, apoyos económicos a facciones terroristas (¿o es que son autosustentables?), interés en la riqueza de recursos naturales en Medio Oriente, importancia geopolítica para el comercio, relevancia estratégica (centro de conexión entre Medio Oriente y Europa).

El interés es puramente económico, si quisieron hacernos creer en la posibilidad de un interés humanitario… ¡¡han fallado!!. ¿Por qué? Ante una problemática cierran sus fronteras y el paso a ciudadanos sirios. Es por ello que la apertura solo existe en el mercado, no en las oportunidades laborales, no en el apoyo a los otros, no en mejores opciones de vida. Al hacer la tarea de matemáticas, los únicos que veían un menos, tras otro menos, eran los ciudadanos afectados y con grandes necesidades. Sueños, carreras, empresas y proyectos truncados.

No es posible negar y hacernos de la vista gorda ante la complejidad de lo que vivimos hoy en día. Burma, Mali, Siria, Francia, Irak, miedo entre los ciudadanos de muchos países del mundo. Entre la misma humanidad se inicia, causa, desarrolla y estalla ese terror… y los únicos que pueden ponerle fin somos nosotros mismos.

“WHY DO WE KILL PEOPLE WHO KILL PEOPLE TO SHOW THAT KILLING PEOPLE IS WRONG?” -Autor desconocido. Pancarta en una protesta.

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