#EspacioPúblico: “Banquetas ¿para todos?”

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Recorrer la ciudad caminando puede ser una carrera de obstáculos entre la gran cantidad de defectos que encontramos en sus calles y banquetas.  Escalones, banquetas dañadas, cruces mal señalados, mobiliario urbano inútil y objetos obsoletos olvidados son algunas de las principales barreras para una movilidad peatonal ágil y segura. Si no estás acostumbrado, es complicado, cansado y frustrante caminar unas cuadras. Ahora imaginemos la misma situación siendo una persona con algún tipo de discapacidad. 

En días recientes acompañé a personas con discapacidad motriz por las recién ampliadas banquetas de la calle Juárez en el centro de Monterrey. En solo tres cuadras de recorrido nos dimos cuenta de que, a pesar de la ampliación de banquetas, las características necesarias para hacer un espacio público accesible no se cumplen. Las rampas en las esquinas no cuentan con una pendiente adecuada para que una persona en una silla de ruedas pueda subir y bajar sin sobrepasar el esfuerzo que regularmente significa esta acción. Los semáforos no tienen fases adecuadas y no ayudan a generar espacios seguros al cruzar las calles en las que los conductores olvidan que la preferencia en el espacio público es de peatones. 

Nos topamos con la sorpresa que la pendiente natural de la calle en algunos tramos es tan pronunciada que requiere de espacios de descanso que no fueron planeados y hacen peligroso el recorrido para alguien en silla de ruedas e incluso para quienes lleven una carriola con un bebé y que por alguna razón la dejen de sujetar. 

Esto es solo lo que detectamos en caso de personas con discapacidad motriz, en el caso de invidentes y persona con discapacidad auditiva también se encuentran fallas que pueden poner en riesgo su integridad al circulan por esa calle. 

Con este ejercicio nos dimos cuenta de que no solo basta con realizar un proyecto que cambie el contexto urbano. Es necesario hacerlo bien. Existen manuales, documento, reglamentos y normas para construir espacios accesibles, pero parece que siguen siendo letra muerta en la construcción de calles y banquetas en esta ciudad. 

En algún punto entre la planeación y la ejecución de obra algo está fallando que el resultado no es el correcto.

Quiero pensar que organismos como el Consejo para Personas con Discapacidad no son invitados a dar su opinión en el proyecto y mucho menos en el momento de supervisar una obra que dará servicio a toda la ciudad.
Y también asumo que muchas fallas de ejecución se deben a desconocimiento de las verdaderas necesidades de los usuarios y se resuelven los problemas de la manera más simple para cuidar un presupuesto, sin una supervisión y tratando de cumplir con tiempos de entrega. 

Reconozco el esfuerzo y el trabajo en la ampliación de banquetas, era algo que se pedía a gritos, pero también hay que recalcar que este cambio en la forma de hacer calles aún requiere de mejores prácticas para que se cumpla con el objetivo de ser accesible para cualquier usuario. 

Planear y construir una ciudad con accesibilidad universal no solo beneficia a personas con discapacidad, las hace más sencillas para todas las personas.
Hacer una ciudad dando preferencia a los más vulnerables, es más útil y menos costoso que sobre la marcha hacer adecuaciones. 

La ciudad es una fiesta a la que se invita a todas las personas que la habitan y debe contar con los espacios y facilidades necesarias para que cualquiera la disfrute. Hoy las condiciones de la ciudad hacen que algunas personas no se sientan invitadas a la fiesta.

#EspacioPúblico: “El vicio del estacionamiento”

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Fumar en aviones, restaurantes, escuelas e incluso hospitales sin grandes restricciones era algo posible hasta mediados de los años 90’s.

Al momento de entender el daño que generaba esta práctica a otros y a la salud misma de los fumadores, se tomaron medidas más estrictas para limitar los espacios en que se permitía fumar. Los establecimientos lucharon contra la prohibición de fumar porque pensaban que afectaría a los negocios y los fumadores se sintieron privados de derechos. Por años, el beneficio individual que generaba una acción estaba por encima del daño que esa misma acción generar en lo público.

En fechas recientes hemos visto como ha tomado por sorpresa la campaña de liberación de banquetas de autos mal estacionados realizada por el municipio de San Pedro Garza García. De un día para otro se exige a automovilistas retirar sus autos de lugares en los que por años indebidamente se les ha permitido.

Por años se permitieron cajones de estacionamiento que claramente invadían la banqueta alegado la necesidad de espacios para propietarios, empleados y clientes. También por años hemos visto crecer esta situación sin ningún control.

Como el fumar en espacios públicos, el estacionamiento en lugares prohibidos por el reglamento de tránsito se convirtió en un vicio socialmente aceptado porque no se ha hecho conciencia que el exceso de su consumo genera un gran daño en lo público.

 ‘Por aquí ni camina nadie, además no hay donde estacionarse’, es la egoísta explicación que escuchamos de automovilistas dejando claro que es más importante estacionar su auto que la libertad de paso de peatones por donde les corresponde.

‘Vamos a estar trabajando para darle prioridad al peatón’, es lo que dice el gobierno municipal cuando por años lo tuvo olvidado dando preferencia a autos, ignoró los abusos que se hacían con banquetas y evadió responsabilidad para poner orden.

La impunidad ha regido sobre el reglamento de tránsito y ha dejado a la vista la corrupción en el control urbano que ha permitido que proliferen cajones de estacionamiento que claramente utilizan parte o toda la banqueta.

Como el fumar y sus restricciones, la responsabilidad es compartida. El estacionamiento en banquetas se convirtió en un vicio cotidiano porque quién pone las restricciones no las aplicó y quién se podía beneficiar abusó.

Ahora es momento de hacer conciencia y erradicar un mal hábito que nos tiene alejados de la realidad urbana de la ciudad.

Al igual que las restricciones a fumar en espacios públicos, el proceso tardará tiempo en ser parte de la conciencia colectiva. Habrá usuarios molestos y establecimientos que quieran burlar la ley.  Lo importante es no dar marcha atrás.  Los malos hábitos que se convierten en vicios son fáciles de volver a ellos si no hay las restricciones y la aplicación efectiva de sanciones que los desincentiven.

 

#EspacioPúblico: “Todos somos millennials”

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Si naciste a mediados de los sesentas y antes de los ochentas seguramente tuviste una noche bohemia cantando a Silvio, Pablo y Aumary pensando que un mundo mejor era posible.  Y también es probable que terminaras trabajando para una empresa, viviendo en periferia y ahorrando para comprar uno o varios autos que hicieran más sencilla la vida.  Si no conoces los apellidos de los cantantes mencionados, seguramente naciste un poco después y quisiste cambiar el mundo desgarrándote la garganta cantando Creep o Seven Nation Army y ahora eres un empresario independiente trabajando desde casa o un Starbucks pagando tu casa y por supuesto un auto.

Y llegaron los millennials. Nativos digitales que valoran el contenido de la música de las generaciones anteriores y por supuesto quieren cambiar el mundo. La mayor parte de ellos trabajan, pero aquí la diferencia con la generación anterior: Muchos ya no quieren un auto.

De acuerdo a estudios realizados por Deloitte, factores como la baja capacidad de compra así como los altos costos de operación y mantenimiento de un auto reducen la expectativa de compra de un vehículo automotor para los jóvenes de esta generación. Estos factores han modificado algunos de sus gustos y ahora tienen más interés en otros temas como la tecnología, los viajes y el transporte alternativo y sustentable.

¿Qué estamos haciendo para ayudar a esa generación que ya no piensa tanto en tener un auto propio?

A diario escuchamos críticas negativas sobre la incorporación a la fuerza laboral de la generación millennial. Su manera en que se relacionan con el trabajo, problemas con la autoridad y su falta de compromiso son algunos de los factores que se les critica. ¿Alguna diferencia con las generaciones anteriores?  Me parece que solo ha pasado el tiempo y los que ya no somos parte de ese segmento de edad olvidamos que también fuimos los jóvenes que luchaban por abrirse paso en la vida ante una generación mayor que imponía sus formas y experiencias minimizando el valor de la opinión de los jóvenes.

Todos fuimos millennials. Recordarlo es empatizar con los nacidos después de 1984 y al menos en el tema de movilidad podemos ser parte de sus ideales y ayudarlos a provocar  un importante avance. Además, no parece una mala idea ser parte de la construcción de una ciudad con menos autos y mejor calidad de transporte y espacio público.

No es tan complicado ayudar.  Podemos empezar por racionalizar el uso del auto, reportar los abusos a las banquetas que han sido convertidas en estacionamientos, exigir mejoras en el transporte público, dejar de pensar que las ciclovías son algo imposible e inútil y lo más importante: no tener miedo a cambios en la manera de vivir una ciudad en la que el auto privado pierde espacio para dárselo a las personas y su convivencia.  

Una buena parte de los sueños no cumplidos de cada generación se deben a la falta de credibilidad lograda con las generaciones anteriores  y los obstáculos que éstas imponían. ¿Queremos que siga siendo así? Mejor pensemos que podemos ayudar a realizar sus ideales, quizás esta generación si lo logré y no estará dentro de veinte años preguntando por qué las cosas siguen igual. A ellos les queda más tiempo en el mundo. Que al menos sea parecido al que sueñan.

¿Por qué asistir al 4to Congreso Peatonal?

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Para muchos, ser peatón es una profesión. Lo hacen a diario utilizando sus mejores técnicas y habilidades. Para otros es un deporte. Lo practican con alguna regularidad y requieren de equipo especial para la ocasión. También están los turistas. Los que al ver que otros lo hacen, les gustaría probar la experiencia. Pero para otros es una actividad ajena que se ve desde un auto y no forma parte de su religión o cultura.

Para todos ellos es el 4to Congreso Peatonal.

Del 19 al 21 de Mayo, Monterrey será la sede de este evento gratuito en el que todos de alguna manera formamos parte del mismo gremio.

La temática del este año se llama “ciudadanía trabajando”  y es un acercamiento a las acciones que desde la sociedad civil se realizan para mejorar las condiciones de movilidad peatonal en ésta y otras ciudades a través del intercambio de experiencias, charlas, foros de diálogo, presentaciones, actividades y conferencias magistrales.

Es un espacio de aprendizaje del que pueden surgir acciones desde el sentir ciudadano para ser vinculadas a las instancias de gobierno necesarias.

Guillermo Peñalosa compartirá su amplia experiencia fomentando ciudades más sanas con residentes felices basándose en caminar y una buena generación de espacios públicos vivos.

Blanca Valdiva mostrará cómo al de-construir los espacios públicos en función de sus usuarios con una visión feminista se logra una verdadera transformación social.

Ciudadanos y activistas compartirán sus éxitos y proyectos. Y la contraparte vendrá de funcionarios locales y nacionales que mostrarán sus experiencias, logros y obstáculos para construir espacios de beneficio público.

Pero lo más importante es que el 4to Congreso Peatonal es un espacio de convivencia en el que todos se pueden llevar una pequeña o grande tarea para aplicar en sus colonias, barrios o ciudades y ser parte de un proceso de cambio por comunidades con sentido humano.

Pueden encontrar más información y registrarse a través de la página congreso.peatonal.org y visitar su página de Facebook: Congreso Peatonal. Abierto a todo público y es totalmente gratuito.

Al final de cualquier Congreso, los que participan salen como profesionistas mejor preparados con lo más actual de su materia. Del 4to Congreso Peatonal seguramente saldrán más profesionales de banquetas, calles y cruces peatonales a ejercer la profesión de ser peatón. Aunque no sea de tiempo completo.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”

Una Ciudad para Peatones

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El pasado sábado 28 de mayo la organización “La Banqueta Se Respeta” y “Caminando en mi Barrio” presentaron la Carta de los Derechos del Peatón Ilustrada. Esta importante carta, aunque corta, explica de forma fácil de entender y brevemente qué personas son peatones y cuáles son los derechos de los mismo.

Actualmente la Ciudad de Monterrey pasa por una crisis de contaminación y congestión vial continua, por lo tanto medios alternativos de movimiento como el peatonal se vuelven cada vez más importantes y como una solución a estos problemas, ¿por qué es importante la carta?

Actualmente la Ciudad de Monterrey pasa por una crisis de contaminación y congestión vial continua, por lo tanto medios alternativos de movimiento como el peatonal se vuelven cada vez más importantes…

Según números del INEGI en el 2014, 1,063 personas perdieron la vida por atropellamiento, lo que representó la cifra más alta, si lo comparamos con otras razones de muerte en una colisión vial. Por esto mismo también se ha vuelto un tema primordial cuidar lo más posible los derechos de los peatones en todas la ciudades de México.

Actualmente cuando uno va transitando por las calles y avenidas de nuestra ciudad puede darse cuenta que realmente Monterrey no está diseñado para el tráfico de peatones, puesto que las banquetas tienen diversos obstáculos, como pueden ser: publicidad (MOPIs), postes, alcantarillas abiertas, puestos ambulantes y automóviles que se estacionan sobre la banqueta estorbando el libre tránsito sobre ella.

La Carta de los Derechos del Peatón expone claramente los derechos que tienen estos y delinea de muy buena forma las acciones que se deben de seguir para mejorar la seguridad de los peatones en las ciudades, una de las soluciones que se proponen y que para mí es la más interesante es la de banquetas más amplias, con el fin de que los peatones puedan caminar con más seguridad.

Adicionalmente se propone mobiliario adecuado, es decir que las banquetas estén diseñadas de una manera que el flujo de peatones sea libre y seguro, a diferencia de la actualidad donde quien este caminando tiene que pasar por un sin fin de peligros, además del de los automovilistas.

La Carta de los Derechos del Peatón expone claramente los derechos que tienen estos y delinea de muy buena forma las acciones que se deben de seguir para mejorar la seguridad de los peatones en las ciudades…

Todos somos peatones en algún momento del día, ya sea que te muevas en tu propio carro o transporte público, los riesgos son los mismos. Lo que se debe de lograr en nuestra ciudad es un perfecto balance entre la movilidad peatonal y el automóvil, sin dejar atrás el que se deben de seguir buscando soluciones a fondo para hacer nuestra ciudad menos dependiente del automóvil.

Es importante que las autoridades pongan atención a textos como la Carta de los Derechos del Peatón, debido a que solo de esa manera podrán darle solución a uno de los problemas que más acongoja al Área Metropolitana de Monterrey.

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– “Todos los puntos de vista son a título personal y no representan la opinión de Altavoz México o sus miembros.”