El presidente Andrés Manuel López Obrador ha reafirmado su compromiso con la unidad interna de Morena, asegurando que no habrá divisiones, tras las declaraciones de Marcelo Ebrard sobre su intención de impugnar legalmente el supuesto acarreo masivo en apoyo a Claudia Sheinbaum.
Cuando se le preguntó al Mandatario al respecto, enfatizó su confianza en los candidatos y candidatas potenciales para coordinar el movimiento de transformación, destacando su responsabilidad. También respaldó el liderazgo de Mario Delgado, el dirigente nacional del partido.
López Obrador señaló que Ebrard tiene el derecho de expresar sus desacuerdos, pero subrayó su apoyo a quienes están participando en el proceso interno.
«Confío plenamente en ellos y respetaré la decisión que tome la ciudadanía. Apoyaré los resultados de las encuestas de manera contundente», afirmó.
El presidente afirmó que no ve evidencia de manipulación en este proceso y reconoció que es natural sentir inquietud, dudas y nerviosismo ante una decisión trascendental que recae en la población, no en él como presidente.
En otro orden de ideas, el diputado Javier López Casarín ha denunciado amenazas por parte de gobernadores de Morena para respaldar a Sheinbaum.
No obstante, López Obrador advirtió que el Movimiento de Regeneración Nacional es diferente, ya que no se anteponen intereses personales o de grupo.
«Estamos discutiendo quién liderará nuestro movimiento de transformación. Aquí, los intereses individuales y grupales no tienen cabida por encima del interés general y del pueblo. No toleramos ambiciones vulgares; en su lugar, estamos luchando por ideales y principios», concluyó.