Como es público, el lunes 25 de enero, el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador sostuvo una llamada telefónica con su homólogo ruso Vladímir Putin, en la que entre otras cuestiones se pactó la adquisición de 24 millones de dosis de vacunas Sputnik V, que de ser aprobadas serán aplicadas para combatir el COVID-19 en nuestro País.
Ante el anunció de lo anterior, algunos Senadores del Partido Acción Nacional, dentro de los que destacan la periodista Lilly Téllez y Julen Rementería comenzaron a cuestionar la calidad del fármaco ruso, llegando incluso éste último a incitar a la población a que no se vacunara y, sin pruebas acusar que alguien se está enriqueciendo a costa de la salud de los mexicanos.
En lo que a mi respecta, los dichos del Senador me parecen preocupantes, pero también aberrantes:
Preocupantes, por que ponen de manifiesto la pobreza y ligereza con la que se aborda el debate público en nuestro País, esencialmente el discurso de los actores políticos se reduce a la injuria, descalificación y principalmente la falta de idea.
Aberrantes, pues a pesar de que nuestro País enfrenta una crisis sanitaria, la mezquina manifestación hace un llamado que atenta contra la vida y salud de todos los mexicanos.
Sobre el particular, debe mencionarse que por mandato de Ley, el Estado Mexicano tiene prohibido aplicar cualquier vacuna que no sea de la mayor calidad disponible.
Al respecto, el artículo 157 Bis 11, de la Ley General de Salud, dispone que todas las vacunas para su aplicación en seres humanos que se utilicen en el País, deberán ser de la mayor calidad disponible y cumplir con los requisitos sanitarios necesarios establecidos en la Ley, a efecto de salvaguardar la seguridad de la población en su administración.
De lo anterior, puede observarse que el Estado Mexicano antes de aplicar cualquier vacuna a la población debe garantizar que la misma sea de la mayor calidad disponible y que ésta cumpla con los requisitos sanitarios correspondientes.
Así, las manifestaciones del Senador Panista carecen de razón, pues se insiste, de aprobar el Estado Mexicano la vacuna Sputnik V, es porque la misma resultó de la mayor calidad y garantiza la seguridad en su administración.
Luego, es claro que en caso de aprobarse la vacuna Sputnik V por las autoridades Mexicanas, solamente un necio podría hacer un llamado a la no vacunación, pues está acreditado, el riesgo de cualquier vacuna es mucho menor que el riesgo de alguien que enferme de covid.
Finalmente, cualquier persona u actor cuya opinión trascienda a la población en momentos claves como el actual en ésta pandemia, debe priorizar hacer manifestaciones que tengan como objetivo salvaguardar la integridad de la población y no así, mensajes que envuelvan un alarmismo terrorista y criminal.