La Presidencia de la República solicitó de manera oficial al Instituto Nacional Electoral (INE) y a los partidos políticos que cedan al Gobierno federal sus tiempos en radio y televisión.
Lo anterior, para transmitir mensajes relacionados con la emergencia sanitaria derivada de la pandemia de COVID-19.
“Me permito solicitar su invaluable colaboración para someter ante el Consejo General del INE un punto de acuerdo a efecto de ejercer la facultad de atracción en materia de radio y televisión prevista en la normatividad electoral”, señala un documento suscrito por el Vocero Jesús Ramírez Cuevas y dirigido al presidente del órgano electoral, Lorenzo Córdova Vianello.
“Y que, durante la temporada de invierno que se avecina, se destinen los tiempos que corresponde administrar a ese organismo autónomo a la difusión de campañas para la atención de situación de emergencia sanitaria que se vive en México con motivo de la pandemia provocada por la enfermedad antes referida”, añade el texto fechado el 17 de diciembre.
De igual forma, solicita la intervención del INE para pedir a los partidos políticos que renuncien a sus tiempos en radio y televisión, no obstante que algunos de ellos ya iniciaron las precampañas rumbo a los comicios de 2021.
“Asimismo, solicito su oportuna intervención para requerir a los partidos políticos nacionales y locales, a efecto de que manifiesten, si así lo determinan, su renuncia a la prerrogativa en radio y televisión con objeto de atender los fines señalados con antelación”, señala.
Ramírez sostiene que, de ser el caso, las campañas que se difundan para afrontar la emergencia tendrán “en todo momento” un carácter institucional y su contenido se limitará a señalar las medidas de prevención, contingencia y mitigación que establezcan las autoridades sanitarias.
En la misiva, agrega que la Dirección General de Radio Televisión y Cinematografía de la Secretaría de Gobernación emitirá los materiales, con la finalidad de que se verifique su “contenido excepcional” en materia de salud pública.
Al parecer, el Gobierno federal se resiste a pagar lo que corresponde por esos espacios en los medios existentes.