En 2017, 65 periodistas han sido asesinados en el mundo, de los cuales en México se registran 11 casos, sólo un por debajo de Siria (12), lo que lo convierte en el país que no está en guerra más peligroso para quienes ejercen esta profesión.
Siria, como lo ha sido en los últimos seis años, es la nación más mortífera para los periodistas, de acuerdo con el reporte anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF).
La organización destacó que en México la presencia de los cárteles del narcotráfico y la corrupción de los políticos son temas que abordan los periodistas y los hacen blanco de amenazas, agresiones o asesinatos como ocurrió con Javier Valdez Cárdenas en Culiacán, Sinaloa, en mayo pasado.
RSF lamentó que tanto el caso de Valdez como de otros 10 periodistas mexicanos que pagaron con su vida su trabajo informativo sigan impunes, debido a la corrupción que se presenta en el país.
A nivel global, después de Siria y México, los países con más periodistas asesinados son Afganistán (9), Irak (8) y Filipinas (4).
De los 65 periodistas muertos en 2017, 50 eran profesionales, 7 eran ciudadanos que realizaban labores informativas y 8 eran colaboradores de los medios de comunicación. Pese a la cifra, RSF destacó que comparado a los casos de 2016 hay 18% menos de periodistas asesinados.
“Al igual que el año pasado, es mayor el porcentaje de periodistas que fueron agredidos de manera deliberada (60%). El objetivo común de sus detractores: hacerlos callar”, señala RSF en el estudio.
La organización reportó la muerte de 10 mujeres periodistas, el doble de 2016, entre ellas la mexicana Miroslava Breach, quien fue asesinada en marzo pasado en la capital de Chihuahua.
Si bien Reporteros Sin Fronteras resaltó la disminución de casos, refirió que es necesario fortalecer las medidas de prevención como las campañas internacionales y la preparación en seguridad para reporteros en coberturas de conflictos.