En los últimos meses se ha vuelto común el observar como nuestras redes sociales y medios de comunicación se inundan con actos de terror, violencia y odio. Poco a poco hemos visto como en distintos países se han manifestado pequeños grupos de personas con ideologías racistas y de aislamiento. Por lo que debemos de darnos el tiempo para analizar a profundidad, que es lo que está fomentando el regreso del odio a nuestra sociedad.
Está nueva ola de violencia hacía lo externo y diferente se ha basado principalmente en una cosa, ignorancia. Los nuevos movimientos migratorios, aunados al miedo que han causado los grupos terroristas y el surgimiento de grupos políticos conservadores, han permitido que poco a poco, los grupos de personas, previamente aislados, con ideologías violentas y radicales, salgan de su área de confort para enfrentarse al mundo.
Estados Unidos e Inglaterra son nuestros principales ejemplos para demostrar este miedo irracional. Los movimientos anti-migrantes en ambos países han fomentado la llegada de líderes que, utilizando esta filosofía de odio, de aislamiento y tomando oportunidad de la desinformación de su gente, solo han logrado impulsar aún más la degeneración del tejido social.
Es más, múltiples naciones de la Unión Europea han comenzado a sentirse agredidos y afectados por el flujo migratorio de ciudadanos de otros países en sus territorios. Tanto se ha extendido está fobia que ha impulsado el miedo a que los pequeños grupos a actuar de manera violenta en contra de ciudadanos inocentes. Tal como lo pudimos observar en Barcelona, en donde prácticamente se atentó en contra de grupos de turistas que solo disfrutaban de las atracciones de la ciudad.
Quizá nosotros como mexicanos no podemos comprender la facilidad que tienen para odiar a todo extranjero, cultura o religión externa a la suya. Esto debido a que nuestro país todavía no ha sido un centro de atracción de migrantes. Pocos estados de nuestro país han visto un incremento en la llegada de extranjeros, como lo fue Nuevo León con la llegada de KIA. Aun así, la cantidad de migrantes no ha llegado a ser tan grande como para que nuestra sociedad se sienta amenazada por el cambio de su estilo de vida.
Es por eso que, como ciudadanos de una nación global, debemos de comenzar a crear una cultura de comprensión y entendimiento. Nosotros los mexicanos ya enfrentamos con problemas internos racistas y clasistas, por lo que es importante comenzar a limar esas asperezas que pudren nuestra cultura y educación. En el momento que tengamos la oportunidad de recibir a un mayor número de migrantes y culturas externas a la nuestra, será para promover el desarrollo y un estilo de vida pacífico y de cooperación social.
No podemos permitir que nuestra generación sea recordada como aquella que se impulsó por el odio, por la ignorancia, por la desinformación y se dejó llevar por un miedo mal fundamentado. Tuvimos la suerte de nacer en la era que goza de una época de paz constante y estable. No debemos permitir que la ignorancia de unos pocos destruya lo que tanto tiempo le tomo a la humanidad construir.