La agitación política y económica a la que se han expuesto los países se ha visto reflejada en los movimientos de las tasas de interés. En México, por ejemplo, tenemos una tasa de referencia de 4.25%, lo que representa un incremento de 42% en el último año.
Más que por cuestiones internas, la decisión de Banxico de elevar la tasa de interés es consecuencia de lo que sucede en el ámbito internacional. La subida de tasas en Estados Unidos, la incertidumbre por la salida de Reino Unido de la Unión Europea, la apreciación del dólar, entre otros factores.
Recordemos que el Banco de México tiene como objetivo prioritario procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda; es decir, que los mexicanos no nos enfrentemos a niveles altos de inflación. En este sentido, una de las herramientas que tiene Banxico para controlar la inflación es el movimiento de la tasa de interés. Al elevar la tasa, el Banco de México coadyuva a que las inversiones financieras sean más atractivas y con esto se disminuye la presión sobre los precios y se contiene la fuga de capitales. Una subida de tasas, como la que se realizó la semana pasada de medio punto porcentual, ayudan a que el precio del dólar baje y el mercado financiero de México siga siendo atractivo.
Toda decisión que se tome en política monetaria ocasiona diferentes reacciones en la economía de nuestro país. El aumento de las tasas de interés también significa que el precio del dinero sube.
Quienes han contratado deuda con referencia en una tasa flotante van a pagar más intereses, este es el caso de muchos gobiernos que tienen las tasas de sus créditos basadas en la TIIE. Algunos Gobiernos han previsto esta subida de tasas y han contratado coberturas que ayudan a pagar menos intereses cuando las tasas se incrementan.
Recordemos que nuestro país ha llegado a tener tasas de interés de referencia de dos dígitos. Estamos atravesando por una época en que las tasas de interés son bajas, pero que están comenzando a repuntar. Es un buen momento para que los gobiernos cubran sus créditos y contraten coberturas financieras, tenemos que prever que a finales del año se puede dar una nueva subida de .25%.
No podemos arriesgar las finanzas públicas a una subida abrupta de tasas que haga que los recursos se destinen a pago de intereses en lugar de inversión pública.
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