Sobre la (des)información, los medios de comunicación y la verdad

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“Nothing can now be believed which is seen in a newspaper. (…) General facts may indeed be collected from them (…) I will add, that the man who never looks into a newspaper is better informed than he who reads them; inasmuch as he who knows nothing is nearer to truth than he whose mind is filled with falsehoods & errors. He who reads nothing will still learn the great facts, and the details are all false.”

Carta de Thomas Jefferson a John Norvell, 1807

Controlar la narrativa y, por ende, lo que se considera verdad, ha sido la forma de soportar el poder. Desde leyendas y cánticos en la prehistoria hasta los modernos medios de comunicación y redes sociales. Thomas Jefferson, en 1807, ya señalaba la subjetividad inherente en la reproducción de los hechos. La selección de palabras, el tono y la estructura de las oraciones influyen en la interpretación de la realidad.

Para pensadores como Derridá, inclusive el significado de las palabras es dinámico. Para él, el lenguaje es inherentemente ambiguo, las palabras no pueden capturar la totalidad de la realidad objetiva, lo que socava la noción de una verdad fija y definitiva. Ahora, imaginemos agregarle una opinión o postura a través de los perfiles de diferentes medios, lo que nos termina llegando es cada vez más alejado de los hechos.

Los sesgos

Los humanos tenemos la debilidad de interpretar a nuestro gusto la información disponible, ejerciendo una influencia en la manera de procesar los pensamientos, emitir juicios, la toma de decisiones y, por supuesto, la interpretación por parte de terceros. Los sesgos influyen en nuestra percepción del mundo, con implicaciones culturales y sociales. En la era digital, donde se genera una cantidad abrumadora de información diaria, el sesgo de confirmación se vuelve especialmente peligroso. Este sesgo nos lleva a buscar e interpretar información que confirme nuestras creencias preexistentes.

La nueva era de la información y los filtros burbuja

Este es un momento muy interesante en la historia humana. La era digital ha exacerbado este desafío, con la proliferación de información y la influencia de los algoritmos de las redes sociales. Cada minuto se suben más de 500 horas de contenido a plataformas como Youtube. Necesitaríamos 80 años para consumir el contenido que se sube al día. Pese a esa cantidad de información, las redes sociales cuentan con algoritmos sumamente adictivos y poderosos que refuerzan ciertos sesgos.

Existe un concepto llamado el filtro burbuja, este es un fenómeno en el cual las plataformas en línea, como los motores de búsqueda, las redes sociales y los sitios de noticias, presentan a los usuarios contenido que se alinea con sus intereses, preferencias y comportamientos anteriores, creando así una “burbuja” de información personalizada. El filtro burbuja es un proceso mediante el cual las plataformas utilizan algoritmos para seleccionar y presentar contenido que probablemente sea relevante o atractivo para un usuario específico, en función de su historial de búsqueda, clics anteriores, interacciones en redes sociales y otros datos recopilados.

¿Y ahora qué?

La estructura económica actual, la cual prioriza la rentabilidad y la ambición, ha permeado hacia las compañías de medios de comunicación, lo que compromete su objetividad, perpetúa ciclos viciosos de desinformación y manipulación. Existen distintas estrategias que alimentan la polarización de los medios, los hacen más morbosos y por ende aumentan sus ingresos pues es “lo que vende”.

El incremento en rentabilidad sería el resultado de tácticas para desviar la atención de problemas importantes, crear situaciones que generan reacciones específicas, implementar medidas impopulares de manera gradual, entre otras acciones influenciadas, a beneficio de algún interés propio o tercero.

Hoy los medios apuntan a desviar la atención del público mediante distracciones sensacionalistas, crear problemas y ofrecer soluciones simplistas, graduando la calidad del contenido para normalizar la superficialidad, presentar medidas impopulares como inevitables, influir en la audiencia como si fueran niños, apelar a las emociones en lugar de la reflexión, mantener a la audiencia en la ignorancia y la mediocridad, promover la conformidad con la superficialidad, reforzar la auto-culpa y conocer a los individuos mejor que ellos mismos para manipular sutilmente sus decisiones de consumo.

Con esta óptica es que hay que consumir la información hoy. Más en una coyuntura de debilitamiento democrático a vísperas de elecciones. Es inevitable y necesario romper con esta dinámica, exponiéndonos a opiniones e interpretaciones adversas y reconociendo los límites de nuestro propio entendimiento. En un mundo inundado de información, la búsqueda de la verdad requiere valentía y discernimiento, pero también nos brinda la oportunidad de fortalecer nuestra libertad y nuestra democracia.

El situarse en una cueva de eco es uno de las condiciones más peligrosas, vuelve al ignorante en narcisista, egoísta y con una aparente superioridad. La dinámica actual de la información refuerza creencias de manera ciega y resulta peligroso puesto que crea extremistas. Abandonar el pensamiento crítico y sucumbir ante la complacencia y seguridad ilusoria funciona de una manera similar a estar rodeado de aduladores. Que las generaciones crezcan con información en filtros burbuja me preocupa sobremanera, ya que estas son las que determinarán el futuro (y el presente). Tendremos (o ya tenemos tenemos) gobernantes, empresarios y “activistas” que viven, se informan y ejercen en burbujas.

Y ha pasado tan solo una semana…

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Vamos por partes para dar un resumen de lo acontecido en el mundo, para que dejes de creer en los posts de Facebook. Francia con una de las mayores tragedias contemporáneas desata lo que para muchos será el preámbulo de la Tercera Guerra Mundial, pero siendo sinceros y dejando a un lado la tragedia y que es un acto inhumano lo que se hizo en París, esto es la gota que desata la lucha por el dominio de Medio Oriente; con diversas teorías, que si los recursos naturales, que si la búsqueda de la democratización, que la lucha contra el terrorismo. Y sus protagonistas no se quedan atrás; mientras unos buscan a toda costa la formación del Estado Islámico y la aceptación de un Dios como único, otros, como Rusia, se empeñan en hacer todo lo posible para dejan en claro quién manda y otros, como Estados Unidos, tienen el argumento de liberar a Medio Oriente del yugo opresor, cuando ellos mismos han hecho lo mismo con otros países de Medio Oriente.

Debemos estar bien informados para no ser presa del pánico y de un enemigo más despiadado: la desinformación.

Ahora con la supuesta amenaza del Estado Islámico a los países aliados, entre ellos nosotros, debemos estar bien informados para no ser presa del pánico y de un enemigo más despiadado: la desinformación. Con esto, cada vez nos queda más claro que es más fuerte una creencia que la razón. A diferencia de otros, sólo pidamos por el mundo y no sólo por las banderas que nos gustan o nos hacen ver como el tío chistoso en año nuevo, “en onda” cuando no sabemos qué es lo que en realidad está pasando.

A diferencia de otros, sólo pidamos por el mundo y no sólo por las banderas que nos gustan o nos hacen ver como el tío chistoso en año nuevo, “en onda” cuando no sabemos qué es lo que en realidad está pasando.

Otro tema que ha acaparado las últimas semanas en nuestro país es: la marihuana, en esto sólo hay que saber que entre tanto amparo para su consumo recreativo o personal, solo cuatro personas están facultadas para usarla legalmente, así que no caigamos en la falsa idea de consumir algo que no es legal. En una opinión personal, nuestro país está lejos de tener las Coffe Shop de Holanda, pero será un trabajo de educación, civismo y como no nos gusta que nos multen por estacionarnos en lugar prohibidos o en lugares para discapacitados, esta interesante como el gobierno adaptará para una futura introducción dentro de nuestra sociedad, porque si ahorita son cuatro, no pasará mucho para que esta misma sociedad quien divide opiniones, entre los que satanizan esta droga, con los que su mejor argumento es “si la prohiben la consumen más”, distorsione la buena voluntad que hay detrás de su legalización.

En datos rápidos del mundo, que también sucedieron en estos días, Venezuela está en crisis; un presidente que oprime a la oposición y a su pueblo mismo, un pueblo que no tiene que comer porque el presidente también oprime la economía y a todo aquel que no haga caso del pajarito Chávez, y esta vez es de cuidado, cuando se aproxime la próxima reunión de Mercosur, donde el nuevo presidente de Argentina, quien derrumba 12 años de gobierno del famoso matrimonio, aseguró que será una de las prioridades establecer el orden en Venezuela, de no hacerlo, podríamos tener un Grecia latino.

Aquí los bombazos son las contradicciones de nuestro flamante Gobernador Bronco, porque si no sabían, ¡a jalar que se ocupa pagar OTRA VEZ la tenencia!

Entre bombazos, discusiones, tragedias, llegamos a Nuevo León, porque aquí los bombazos son las contradicciones de nuestro flamante Gobernador Bronco, porque si no sabían, ¡a jalar que se ocupa pagar OTRA VEZ la tenencia! Esto denota la falta de conocimiento de la situación del estado que evidentemente nunca conoció, porque no se trata sólo de llegar. Para esto no tenemos argumentos que defiendan al señor Gobernador Bronco, porque si lo hacemos como lo hizo Fernando Elizondo, terminaremos por hundir más el ya poco creíble barco ranchero, donde ya los chistes y sus respuestas con groserías incluidas ya no le dan risa a nadie.

En fin, como último dato de esta semana, Corea del Norte y Corea del Sur están en pláticas para una posible reunificación de sus territorios, ya después de ver a su gente sufrir los caprichos de sus dirigentes.

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