El Senado aprobó una reforma a la Ley de Amparo que permite aplicar efectos retroactivos en más de 700 mil juicios en curso, pese a que la Constitución prohíbe expresamente este tipo de medidas. Morena y sus aliados reincorporaron la modificación en el pleno, luego de haberla retirado en comisiones.
El senador Manuel Huerta defendió la medida al asegurar que no afecta derechos adquiridos ni modifica la esencia del amparo. Afirmó que el objetivo es evitar que se usen amparos para retrasar sentencias, sobre todo en casos fiscales.
La oposición consideró que la decisión es inconstitucional. Legisladoras como Alejandra Barrales y Carolina Viggiano advirtieron que cambiar las reglas durante procesos en marcha elimina garantías legales y genera incertidumbre jurídica.
Desde el PAN, Marko Cortés señaló que incluso algunos senadores de Morena rechazan el artículo transitorio. Dijo que la reforma abre la puerta a abusos al permitir que las reglas cambien según convenga al gobierno en turno.