Como bien lo saben, el domingo se efectuaron elecciones en cuatro estados del país arrojando como resultado múltiples ganadores, desprestigio y sombrerazos.
Por un lado, y de lo poco rescatable es la resurrección del PRD en el Estado de México bajo la figura de Juan Zepeda, me parece un poco sobrevalorado como lo han ido manejando, sin embargo, de eso a nada, el rockero de Neza hizo un trabajo muy decente para un partido que viene en caída libre a nivel nacional.
En lo bueno, también pondría a lo hecho por MORENA en Coahuila, la izquierda históricamente en el Norte no existe a nivel estatal, solo en pequeñas ciudades y sobreviviendo con algunas diputaciones plurinominales. Guadiana ha sido objeto de muchas críticas, y aunque si bien, sacó un tercer lugar, pone a Morena con 10% en la elección y por encima del independiente Javier Guerrero del que se esperaba mucho más.
Lo malo, como siempre el PRI. Amaños, acarreos, “tinacocracia” dijo el Senador Armando Ríos Piter el domingo. Es verdaderamente lamentable la osadía que ha tenido el PRI para festejar las gubernaturas, ambos resultados son verdaderamente pírricos. Ganaron con muy poco y en dudas. Sin embargo, la política mexicana es un juego de suma cero, “haiga sido como haiga sido”, el vencedor siempre es uno o unos.
Lo ridículo es obviamente la salida de múltiples candidatos proclamándose como ganadores. El mismo Juan Zepeda salió a burlarse de Alfredo Del Mazo y de Delfina Gómez por esa ansia de anticiparse a todo y a nada. Lo mismo pasó en Coahuila. México sigue teniendo una democracia infantil en la que los partidos refutan los conteos rápidos, no los entienden y revientan los limitados resultados que ofrece nuestra faraónica democracia.
Y quien se lleva el premio de la ridiculez es Josefina Vázquez, es increíble que el PAN siga confiando en alguien que jamás ha ganado un puesto de elección popular. Suficiente prueba era su terrible fracaso en 2012, el PAN tiene que sentarse a revaluar muchas cosas. Un cuarto lugar es ridículo en el Estado de México.
Hay que llevarnos varios aprendizajes, el primero es que, si se consuma la derrota de MORENA, el golpe contundente al lopezobradorismo va a ser muy fuerte, tan fuerte; que mina las aspiraciones a 2018. MORENA ganó ciudades muy importantes en Veracruz; sin embargo, se ha quedado corto en estados clave.
Otro aprendizaje es que el PRI intentará quedarse en el poder cueste lo que cueste y eso es muy lamentable porque el financiamiento público más los desvíos desde los estados traerá graves consecuencias de déficits y deuda, mucha deuda.
Un tercer aprendizaje es que los independientes siguen sin saber jugarle al sistema, los pocos que hubo brillaron poco y no entendieron que no pueden jugar tú por tú con los partidos, sino que deben buscarse otras alternativas de promoción.
Finalmente, el triunfo en Nayarit de la alianza PAN-PRD me parece que es una clara demostración que, si los dos partidos quieren ganarle al PRI en 2018, la alianza no solo es adecuada y viable, es lo único.
Lo dicho, dicho está.